las siete campanas

62 4 0
                                    

Desperté entre sábanas y con un gran dolor de cabeza.
No recordaba casi nada de anoche

Cinco : por fin despiertas

T/n : ¿que carajos paso anoche?

Cinco : míralo por ti misma.

Mire abajo de las sábanas y estábamos los dos. . . Sin ropa

T/n : ay, carajo.

Cinco : lastima que no me acuerdo nada de anoche

T/n : muy gracioso.

Se sentó en la cama estirándose

Cinco : Oye, de acasualidad ¿recuerdas algo de anoche? ¿Algo de papá hablando con alguien?

T/n : ahora que lo dices, si recuerdo algo

Cinco : ¿lograste ver con quien hablaba?

T/n : nop, solo recuerdo habernos caído para atrás después de eso y terminar aquí.

Cinco : yo no logro recordar. . . Tardare un rato

T/n : bueno, de mientras. . . Levanta y ve a desayunar

Cinco : solo un rato más. . .

Le di un beso en la mejilla

T/n : Bien, te espero abajo.

.  .  .

Me volví a poner mi ropa y baje a ver si todavía quedaba algo bueno en el bufett

Estaba comiendo cuando se me acercó reginald

Reginald : Número ocho.

Lo ignore ¿quien me sigue diciendo número ocho?

El resoplo

Reginald : T/n.

Me di la vuelta con desinterés.

T/n : ¿que?

Reginald : más tarde, reunión familiar, en el lobby

T/n : ¿y porque te haría caso a ti?

Reginald: ¿ya vas a empezar con tus rabietas de niña pequeña?

T/n : para tu informacion tengo 58, aunque no aprezca, y yo ya no soy una Sparrow y menos tú hija, así que si no me hablas como tal, la conversación concluye aquí.

Reginald : bien, bien, lo lamento por dirigirme a ti de esa forma.
Pero necesitamos que escuches nuestro plan para salvar al universo en general.

T/n : ¿y si no quiero?

Reginald : si me escuchas podrás conseguir lo que quieres, se cuento te importa número cinco, y si logramos salvar al universo ya podrás vivir tranquila, sin más sparrow, y no tendrás que verte más, azme caso, hija.

T/n : tentador. . . Bien.

Reginald: exelente, te veo luego.

¿Me dijo, Hija?

.  .  .

Más tarde estábamos todos reunidos en el lobby menos Cinco y reginald.
Cinco estaba afuera y Reginald fue a convencerlo.

Cuando vieron todos aplaudieron y viktoriaron a cinco por el "discurso" que dio anoche.

Diego : ¡que discurso el de anoche cinco!

Lila : me hiciste llorar, ternurita.

T/n: idiotas.

Viktor : me gusto la parte en que te referías a nosotros como una familia unida por el destino y el amor.

Tu, yo y el Apocalipsis / cinco y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora