Camy POV
Ni los 30 grados de sol que me pagaban directo en los ojos, ni la margarita helada que reposaba en la mesilla al lado de mi tumbona eran un distractor suficiente para mis nervios, la línea de sudor que escurría por mi frente, el repiqueteo de mis dedos sobre la copa de cristal, el constante toqueteo a mi cabello haciendo y deshaciendo la cola de caballo; mi cabeza daba vueltas a mil aunque quisiera verme relajada estaba segura que mi semblante denotaba el estrés por el que estaba pasando justo ahora, Karla reposaba en la tumbona de al lado la enorme alberca con forma rectangular y el agua tan azul que parecía pintada con colorante se reflejaba en mis gafas blancas a juego con el pequeño bikini de dos piezas de diseñador que ella había insistido en que usara a pesar de mis negativas.
—sigues preocupada; me preguntó sacándome de mis pensamientos
—algo, es que se fueron desde ayer y no hemos sabido nada; le responde preocupada mientras daba un trago a mi margarita
—relájate, Demetrio sabe perfectamente lo que hace en ocasiones se va por semanas y no sé nada de él, ya verás te acostumbraras
—pero, Armando no aceptó involucrarse en esto, nosotros solo queríamos empezar una nueva vida
—Mariana, cariño, Armando ya es parte de todo esto, aunque tu no lo quieras, aunque él mismo no lo quiera en cuanto la gente sepa que él está vivo, que hay un Valdez que puede devolverle la grandeza a la organización su vida va a cambiar muchísimo y no podrás detenerlo.
—¿Cómo has hecho tu? ¿Cómo logras estar tan tranquila a pesar del trabajo de Demetrio?
—Yo nací en medio de todo esto, no conozco otra vida, mi padre, mi esposo, todo los hombres de mi familia han conocido un solo negocio; este, esto es lo que se esperaba para mí, lo que siempre se esperó; y mientras decía esas palabras encendía un cigarrillo —¿estás muy enamorada de Armando?
—porque lo preguntas
—veo la forma en que se miran, como se tocan, hay electricidad entre ambos, parecen una pareja de jovencitos de escuela
—es que hace tan poco que estamos juntos
—¿Qué?
—sí, ósea pues Armando estuvo en la cárcel muchos años, sabes las visitas conyugales no son lo más romántico del mundo
—supongo que no, jamás he imaginado mi vida si Demetrio está en la cárcel
—también estas muy enamorada; pregunte dudosa
—no lo sé, creo que ni siquiera tengo idea de que es el amor
—pero de qué hablas, pensé que Demetrio y tu eran muy felices
—y lo somos, él me deja ser todo lo que yo quiero, mis sueños, mis fantasías más locas las he cumplido con él, tengo el mundo a mis pies gracias a él, pero amarlo, amar es una palabra demasiado fuerte, no creo que alguna vez haya sentido eso por nadie.
Me quedé en silencio sin saber que responder, entendía perfecto lo que decía; Demetrio era su escapatoria como yo había intentado que Simón fuera la mía, no conocía otra clase de amor y se aferraba a lo único seguro que había en su vida; él.
—perdón no quise aburrirte con mis tonterías ¿quieres nadar un poco? O tal vez deberíamos ir de compras
—no, la verdad es que; prefiero quedarme aquí y esperar a que vuelvan
—tengo una idea; que seguro te va a distraer por un rato, ven acompáñame
Caminamos en silencio por un largo tramo hasta la parte trasera de la casa justo al finalizar los chalets, había un enorme salón con ventanales de cristal y escaleras de mármol blancas cubiertas parcialmente con una alfombra color rojo sangre y candiles dorados colgados en todo el camino hasta la entrada, el lugar no tenía cerraduras a diferencia de todas las demás habitaciones en la mansión y ninguno de los hombres armados se paseaba cerca o alrededor del lugar, en cuanto nos acercamos la enorme puerta blanca se abrió de forma automática y me di cuenta de la razón; 3 grandes tubos de acero colocados de piso a techo estaban distribuidos por el salón, sonido de alta calidad con alto parlantes Bose en cada rincón, espejos gigantes por todo el techo, luces led con manejo digital que se encendían con cada paso que Karla daba formando una línea en el piso para guiarla, en fin todo el mobiliario necesario para montar un show, este era el salón de ensayo de Karla.
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Infiltrados
RomanceSerie El Legado Volumen 1 Infiltrados El destino de Alan y Camila se cruza de manera inesperada, el está buscando venganza, ella quiere salir de la prisión en que siente que ha vivido toda su vida, ahora deberán trabajar juntos para resolver un caso...