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Minji: ¿Tan qué?

Jin: Hermosa

Minji: Jin, por favor

Jin: ¿Jin que? Minji me estas matando

Minji: Jin, por favor

Jin: Minji, ¿hasta cuando?, casi 9 meses y seguimos en lo mismo, no me dejas hacerte feliz, Avanza por favor.

Minji: me da miedo, y no por ti, sino por mi.

Jin: ¿Miedo a que?

Minji: a hacerte daño con mis demonios.

Jin: Cuales demonios, Dios Min en serio me gustas, seguiré diciéndolo hasta que...

Luego no pude seguir hablando. Minji se acercó a mí, siendo ella esta vez la que me besó. Y Dios, se sentía tan bien, extrañaba esos besos que solo dos veces he tenido desde que nos conocemos. Ella posó una de sus manos en mi pecho, queriendo alejarme, pero rápidamente la atraje más a mí, juntando nuestros cuerpos y dejando nada de distancia. Nos besamos con pasión, como si el mundo a nuestro alrededor no existiera. Cuando nos separamos, nuestras miradas se encontraron y supe que este momento era especial, único. Minji y yo, juntos, sin nada más que importara.

Minji: Si me gustas, aunque no te lo demuestre. Y te puedo asegurar que ya no quiero ni me acuerdo de mi ex. Pudo ser mi primer amor, pero tú...

Hizo una pequeña pausa, llevando sus manos a su cara en forma de frustración, y continuó:

Minji: Tú eres como la luna... siempre iluminando la tierra triste y oscura. Que con solo tu brillo, haces que las cosas mejoren.

La intensidad de sus palabras resonó en mí. La comparación con la luna me hizo sentir especial, como si pudiera ser su luz en los momentos oscuros. Su sinceridad me envolvió, y su mirada profunda me hizo reflexionar sobre lo que significábamos el uno para el otro.

Con delicadeza, inclino mi cabeza y la beso suavemente. En ese instante, el mundo a nuestro alrededor se desvanece una vez más. Este beso es diferente; es un reflejo de todo lo que hemos compartido y de lo que aún nos queda por descubrir juntos.

Minji: Jin, esto es...real?. Nunca había sentido algo así.

Jin: Es muy Real...Quiero ser parte de tu lucha, juntos podemos enfrentarlos.

Minji: ¿De verdad lo crees? A veces siento que soy un caos.

Jin: El caos también puede ser hermoso. Y yo creo en ti, en nosotros. Quiero ser el que te ayude a encontrar la paz en medio de todo eso.

La conexión entre nosotros se fortalece, y por primera vez, puedo ver que empieza a vislumbrar un futuro donde sus miedos no son un obstáculo.

Minji: Tú eres mi luna, Jin. Y aunque tenga miedo, quiero intentar brillar contigo.

Hablé con la persona que ayudó a organizar la fiesta en casa. Minji subió a mi habitación porque estaba mareada. Poco a poco, los invitados comenzaron a irse, y al final, quedamos solos. Para calmarme, tomé una taza de té. Al entrar a la habitación, la vi acostada de lado en mi cama, vistiendo una de mis camisas y su ropa interior. La imagen de la mujer que me gustaba tanto en mi cama me llenó de emoción, aunque no la había tocado. Era un momento perfecto que atesoraría por siempre, disfrutando de su presencia y belleza.

Al amanecer, sentí que Minji ya estaba despierta. La miré y vi que me observaba, acariciando suavemente mi cabello con su mano. La tenía abrazada por la cintura, disfrutando de ese momento íntimo. Cuando se dio cuenta de que estaba despierto, me sonrió y me dio un piquito, lo que me hizo soltar una risita involuntaria. Esa pequeña acción llenó el ambiente de ternura y complicidad, y en ese instante, supe que había algo especial entre nosotros. La calidez de su presencia y su sonrisa iluminaban mi mañana, convirtiendo un simple despertar en un recuerdo inolvidable.

Jin: Buenos días, dormilona. ¿Te sientes mejor?

Minji: -acariciando mi cabello- Buenos días Seok. Sí, mucho mejor. Gracias por cuidar de mí anoche.

Jin: -abrazándola y atrayéndola un poco más- Siempre estaré aquí para ti. Me alegra que hayas podido descansar, aunque me alegra mas tenerte aquí conmigo.

Minji: Me encanta estar aquí contigo. Perdón por demorar tanto

Jin: -reí suavemente- Te lo dije, te esperaría lo que fuera necesario, ¿Te gusto la fiesta?.

Minji: Fue increíble, pero lo mejor fue despertar aquí contigo. -me dio otro piquito-

Jin: -sonreí como un tonto ante lo que dijo ella- Eso me hizo muy feliz. No puedo creer que estemos así.

Minji: -me miro con una mirada traviesa, que jamás había visto- ¿Qué te parece si hacemos de esto una tradición?

Jin: ¡Eso me encantaría! Pero primero, ¿quieres un café?

Minji: Sí, por favor. Pero solo si prometes que me acompañarás a ver a nuestros abuelos luego.

Jin: Trato hecho. Vamos a disfrutar de este día juntos.

Minji: así será cariño

Jin: -sonreí mientras me levantaba de la cama- ¿Cariño? Me gusta que me digas así... ¿Qué planes tienes para hoy después de ver a nuestros abuelos?

Minji: -me miraba pensativa, mientras se acomodaba el cabello- Bueno, me gustaría dar un paseo por el parque. Me encanta cuando las hojas empiezan a cambiar de color en otoño.

Jin: ¡Eso suena perfecto! -la miré con emoción- Podemos llevar algo de comida y hacer un picnic.

Minji: -sus ojos brillaron- ¡Me encanta esa idea! Y podríamos llevar algunas de las galletas que hiciste el otro día.

Jin: Esta bien cariño.

Minji: Por cierto... mmm, ¿Qué seremos ahora?

Jin: ¿Qué quieres que seamos?

Minji: Por lo pronto, quiero que nos sigamos enamorando

Jin: Estas enamorada de mi.

Minji: Eso es obvio Jin, solo no lo decía porque me daba miedo

Jin: Aish, me enamore de una miedosa.

Minji: bueno si no quieres entonces enamórese de otra Sr. Kim.

Jin: Hey solo te molestaba, sabes que me gustas, y nadie se te compara

Minji: Ya, ya deja la labia 


Moon, mi segundo primer amor (JIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora