Si el primer amor se marchita, volver a la realidad es un desafío, pero dentro de ti reside la fuerza y la luz para superar cualquier oscuridad, al igual que la luna ilumina la noche..
¡¡Prohibido copiar o adaptar la historia!!🚫
Respeto a la histor...
Corri hacia el cuarto, sintiendo la adrenalina recorrer su cuerpo. La puerta estaba entreabierta, y veía como Minji se retorcía en la cama, mientras las sabanas se notaban mojadas.
*LLAMADA SALIENTE*
Jin: Hyun, ya llego la hora, ven rápido por favor
HJ: ¡NO! no puede ser, aun faltan 3 semanas
SH: tío, deja de hablar y ya ven
*FIN DE LA LLAMADA*
Minji: ¡KIM! deja el maldito teléfono
Jin: mi amor, estaba pidiendo ayuda a Hyun
Minji: ¡KIM SOSO! coge las maletas y ayuda a tu padre
SH: voy mamita, respira, como en tus cursos
Jin: viste escucha a tu hija, cariño, debes respirar, -me agache a la altura de la panza de Minji y hable- Minho debes colaborarle a mami
HJ: llegue, llegue, vamos, ya llame a los abuelos, van directo a la clínica
Jin: gracias, bro
Mientras íbamos en el carro, Soso iba de copiloto, y yo atrás con Minji, quien se retorcía del dolor, ya que estaba teniendo mas seguida las contracciones.
El sonido del motor del carro resonaba en el aire, mientras las luces de la ciudad se deslizaban rápidamente por las ventanas. Minji respiraba profundamente, intentando controlar el dolor que la atravesaba con cada contracción.
SH: ¡Estás haciendo un gran trabajo, mami! Solo respira hondo.
Minji: ¡No puedo más, Kim!
Jin: Ya casi llegamos, amor. Piensa en lo que viene después: conocer a nuestro pequeño.
HJ: Sí, mi niña. ¡El mundo está esperando a Minho, y mas que todo yo, será la segunda vez que este en tu parto!
Jin: Muy chistoso Hwang...
Una vez dentro de la sala, las cosas comenzaron a moverse rápidamente. Las enfermeras prepararon todo lo necesario: monitores, camas y equipos médicos. Minji fue colocada en la cama y se le pidió que se acomodara.
Enfermera: Vamos a monitorear las contracciones y el ritmo cardíaco del bebé. Solo respira profundamente y sigue nuestras instrucciones.
Minji: -con lágrimas en los ojos- ¿Cuánto falta?
Jin: -acariciaba su mano, tratando de calmarla- No mucho, amor. Solo enfócate en respirar y en lo que vendrá.
Las contracciones se intensificaron y Minji comenzó a gritar de dolor. Me incline hacia ella, susurrándole palabras de aliento mientras las enfermeras la preparaban para el momento crucial.
Minji: -gritando- ¡KIM! ¡No puedo más!
Con un último grito lleno de determinación y dolor, Minji empujó con todas sus fuerzas mientras Jin sostenía su mano con firmeza. Hasta que por fin escuche el llanto mas lindo del mundo, ¡nuestro hijo!, por fin había nacido.
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