Las semanas pasaban y Sohee pasaba cada vez más tiempo con Jin. Por mi parte, continuaba dando clases en la empresa que me contrató para especializar a su personal. Jin se la llevaba a la oficina, donde compartían risas y momentos especiales. Nuestros abuelos también disfrutaban de su compañía, dedicando tiempo a jugar y contar historias, lo que hacía que Sohee estuviera más que feliz. La alegría en su rostro reflejaba cómo cada día se sentía más integrada en nuestra familia, creando recuerdos que atesoraríamos por siempre.
Por mi parte, seguía igual, cerrada a la parte del amor. Jin no dejaba de insistir en que lo perdonara; aunque, sinceramente, ya lo había hecho. Sin embargo, no quería regresar con él, por lo menos, no al momento. Había aprendido a valorar mi independencia y a encontrar la felicidad en otras cosas. La conexión que una vez tuvimos había cambiado, y aunque aun lo amaba, actualmente apreciaba los buenos momentos que compartimos, sentía que era hora de seguir adelante y explorar nuevas oportunidades para mí misma.
X: Hey, ¿en qué tanto piensas?
Minji: Hyunjin, no me hables por la espalda cuando estoy concentrada, ya te lo he dicho.
HJ: Ya, ya... sé que no te gusta, pero a mí me encanta verte sonrojarte por el susto.
Minji: Eres un tonto, jajaja.
HJ: Oye, tonto, pero guapo, jajaja.
Minji: Aish, tu ego, jajaja.
HJ: Oye, linda, ¿vamos por un café después de tu última clase?
Minji: Sabes que no puedo, debo pasar por Sohee.
HJ: Hagamos esto: vamos por el café y luego te llevo a casa. ¿Te parece?
Minji: Hyun...
HJ: Hyunjin, nada de eso. Debes distraerte un poco.
Minji: ¿Por qué siempre eres así?
HJ: Porque te amo y no me gusta verte estresada, cariño.
Minji: Pero tengo tanto que hacer... No sé si puedo distraerme ahora.
HJ: Vamos, solo será un rato. Un café no te hará daño, y te prometo que te sentirás mejor.
Minji: Hmm... ¿y si no me gusta el café que elijas?
HJ: Entonces, ¡te invito a otro! Pero primero, tienes que salir de esa burbuja de estrés.
Minji: Está bien, pero solo por un rato. No quiero que Sohee se preocupe.
HJ: Perfecto. Además, tengo una sorpresa para ti.
Minji: ¿Una sorpresa? ¿Qué es?
HJ: No puedo decirte, es un secreto. Solo confía en mí.
Minji: Ugh, ¡eso no es justo! Siempre haces esto.
HJ: Lo sé, pero te prometo que valdrá la pena. Solo piensa en lo divertido que será.
Minji: Está bien, me has convencido. Pero si no me gusta la sorpresa, ¡te lo haré saber!
HJ: Trato hecho. Ahora da rápido esa clase, que el café nos espera y tengo muchas ganas de verte sonreír.
Al terminar las clases, decidí llamar a mi abuela para informarle que llegaría un poco más tarde de lo habitual. Le pedí que cuidara a Sohee un poco más, sabiendo que mi pequeña hermana siempre se emocionaba al pasar tiempo con ella. Mientras hablaba por teléfono, una sonrisa se dibujó en mi rostro al recordar las historias que mi abuela solía contarle.
Después de colgar, me dirigí a la sala de profesores, donde Hyunjin me estaba esperando. Su expresión era de impaciencia y emoción; había estado esperando este momento.
HJ: Hasta que por fin terminaste, ya me hacía viejo, cariño
Minji: Estás bien loco. Salí media hora antes; terminé mi clase rápido como lo pediste. De verdad, eres bien odioso
Sin previo aviso, Hyunjin se acercó y me dio un beso. Luego tomó mi mano con ternura.
HJ: Ya no seas cascarrabias, abuelita
Minji: ¿Cómo me dijiste?
HJ: A-BUE-LI-TA, jajaj -repitió él, riendo a carcajadas-.
Minji: Mejor corre antes que mueras
Ambos salieron corriendo del edificio como si fueran niños en un recreo. La risa y la adrenalina llenaban el aire mientras sus pasos resonaban en el pasillo. Sin embargo, Minji pronto se cansó y se detuvo para recuperar el aliento. En un instante, Hyunjin la tomó en sus brazos como si fuera un costal de papas, levantándola del suelo.
Minji: ¡Hyun! ¡Bájame! —exclame entre risas y sorpresa-.
HJ: No hay manera. ¡Eres demasiado ligera! —respondió él con una sonrisa triunfante-.
Mientras él me sostenía, una mezcla de alegría y tranquilidad me envolvía. En esos momentos simples y despreocupados, todo lo demás parecía desvanecerse: las tareas pendientes, las preocupaciones del día a día. Solo existíamos nosotros dos y el mundo que nos rodeaba, un universo que parecía haber sido creado solo para nosotros.
Finalmente, Hyunjin me bajó suavemente y nuestros ojos se encontraron. En ese instante, compartimos una conexión que iba más allá de las palabras. Pero, como si quisiera romper el hechizo, le di un ligero golpe en la cabeza. Era un recordatorio perfecto de que a veces lo más importante es disfrutar del presente y dejarse llevar por la espontaneidad de la vida.
El viaje en el carro fue ameno; nos molestábamos mutuamente, lanzando bromas y risas que llenaban el aire. Cuando llegamos a la cafetería, mis ojos se iluminaron al ver el lugar.
Minji: ¡Wouuu, qué hermosa! Está super llena.
HJ: No te lo dije... te dije que te encantaría.
Minji: ¡vamos, vamos! entremos yaaa
HJ: eres increíble, pareces niña de 5 años -dijo burlándose de mi y dándome un golpe con su dedo índice-
Mientras me empujaba suavemente hacia la entrada, no pude evitar reírme. La emoción me llenaba, y su broma solo la hacía más intensa. En ese momento, sentí que la alegría que compartíamos era contagiosa. La cafetería estaba rebosante de vida; el murmullo de las conversaciones y el aroma del café recién hecho creaban una atmósfera acogedora.
Al cruzar la puerta, una ráfaga de aire cálido nos recibió. Miré a mi alrededor, admirando la decoración colorida y las sonrisas de las personas que disfrutaban de su tiempo allí. Era un lugar donde las preocupaciones parecían desvanecerse, y todo lo que importaba era el momento presente.
HJ: Vamos a buscar una mesa antes de que se llene aún más.
Me dejé llevar por su mano mientras avanzábamos entre las mesas, entre la multitud, escuche mi nombre, al girar puede verlo al hombre que es el papá de mi hermosa Sohee; y que fue mi segundo primer amor, Kim SeokJin.
X: Minjiiii!!!! Choi Minji...
HJ: Minji, que pasa, ¿Quién te llama?
Minji: Dame 5 minutos, anda pidiendo ya te alcanzo en la mesa.
Al acercarme, pude visualizarlo mejor. Allí estaba él, acompañado de mi hermosa Sohee. Ella, al verme, sonrió con una alegría contagiosa y salió corriendo hacia mí.
SH: Mami, Mami, mira papi me trajo por mi torta de zanahoria
Minji: Así veo cariño, Gracias Kim, por cuidar a la niña
Jin: de nada Minji, lo hago con todo el gusto, todo por mi princesa.
SH: Mami, ¿viniste con el Tío Hyunjin?
Minji: Sí mi amor, ¿quieres saludarlo?
Jin: ¿Quién es Hyunjin?
SH: Es mi tío papi, ven vamos a conocerlo...
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Moon, mi segundo primer amor (JIN)
FanfictionSi el primer amor se marchita, volver a la realidad es un desafío, pero dentro de ti reside la fuerza y la luz para superar cualquier oscuridad, al igual que la luna ilumina la noche.. ¡¡Prohibido copiar o adaptar la historia!!🚫 Respeto a la histor...