[¿Cocinero o Doctor?].
Zoro no exageraba cuando decía que sus talentos culinarios eran tan nulos como los de nadie más, le gustaría realmente defenderse con que era bueno, o prudentes siquiera, en cocinar un huevo frito con éxito, pero estaría mintiendo completamente, porque podría ser bueno en cualquier otro ámbito, pero frente a una estufa nunca podría considerarse ni medianamente exitoso.
El no tenía problema alguno en comerse las barbaridades que él mismo se preparaba, pues quedaba lo suficientemente desgastado después de un día entero en el trabajo como para preocuparse por la pinta poco apetitosa que su creación sin esmero tenía, pero con Kora la sustitución era totalmente distinta, pues la menor podía notar aún siendo tan pequeña lo malo que su padre era en la cocina.
Ahora comprendía porque la castaña era tan mala para comer cualquier alimento, pues lo que Zoro le preparaba se veía como algo indigno de degustar, aunque eso seguía sin ser un problema para él, siempre podía encontrar maneras de convencerla, podía reconocer que era malo pero seguir viviendo con ello, eso hasta la llegada repentina del rubio cocinero a sus vidas, pues de alguna manera había puesto de cabeza su mundo entero, e inevitablemente el de Kora también, que ahora esperaba más expectativas a la hora de comer, algo que aunque Zoro no podía darle, se había propuesto intentarlo.
Pero, evidentemente, como había supuesto, falló enormemente en su nueva tarea de padre cocinero.
Zoro bufo por décima vez en el día, desprestigiando entre dientes para que su pequeña presente no pudiera oírlo, rogando que la sangre que escurría sin mediciones de su dedo índice se detuviera antes de que fuera demasiado, pues la sangre continuaba escapando a borbotones por más que presionara para detenerla solo provocándose más ardor en el área lastimada, todo bajo la atenta mirada de ojos azules de Kora, quién esperaba pacientemente su merienda de ese día.
Para su mala suerte, algo común en sus días últimamente, también se había quemado el brazo con aceite caliente en cuanto vació la carne que anteriormente había picado, la culpable de haberse rajado el dedo, a la cacerola, pues seguramente esta seguía teniendo residuos de hielo, pues antes había estado completamente congelada, entonces era normal que el aceite enloqueciera, pero desgraciadamente tan rápido que ni siquiera fue capaz de apartarse a tiempo, dejándolo una marca rojiza que adornaba su piel desde su muñeca hasta gran parte de su brazo, de donde comenzaban a brotar ampollas.
--Papá Zoro, ¿estás bien? --pregunto la castaña con preocupación, cuando vio la gran marca roja en su brazo, además de la sangre que tanto quería ocultarle--. ¿Por qué no deja de salir cosa roja de tu dedo?.
--No es nada, Kora, tranquila, falta poquito para que tu comida este lista, ¿si? --mintió Zoro, con una sonrisa forzada en sus labios que planeaba fuera suficiente para disipar las preocupaciones de la menor--. Solo dejame que... ¡Rábanos! --gritó con los dientes apretados, pues su dedo comenzó a escocer a la par que su brazo, tratando de no soltar palabrotas que alterarán a su hija.
--¡Solamente esto me faltaba! --chisto con molestia cuando el sartén en donde tenía la carne condimentada comenzó a soltar humo, en un indicio de que se quemaba--. Es tu culpa tonta estufa, si no calentaras tan rápido esto no hubiera pasado.
Era evidente que no lo era, pero prefería culparla que reconocer su evidente problema. Envolviéndose el dedo con un pedazo de papel volvió a su tarea de cocinero, removiendo incómodamente, pues le dolía la mano, el otro sartén en donde tenía la pasta de figuras cociéndose, para inmediatamente dirigirse nuevamente a la carne, despegándola del sartén con mucho esfuerzo. Comenzaba a ponerse intranquilo, con mucho estrés, nunca hubiera imaginando que intentar cocinar algo más serio le resultara tan poco favorecedor, pero lo lograría, el era Rorona Zoro, no perdería ante una simple carne con sopa.
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"El deseo de la pequeña Kora" [ZoSan]
Fanfic"Sanji no solía ser una persona imprudente, solía pensar antes de actuar, previniendo de esa forma las consecuencias de sus acciones, pero ahora, en la cama de un completo desconocido, no podía evitar pensar lo contrario". _________ O en donde la pe...