Girls in trouble +21 ©[Bilogía My Soul In Trouble ] Terminada ✔️

•~Cap 30: Vieja chismosa~•

Lunes 27 de enero

Maldito dolor de cabeza...

Despierto aproximadamente a las 2 p.m, no sé cómo llegué a casa, pero tengo un mal presentimiento. Recibo una llamada, de mi abuela la cual pareció no haber llegado anoche. La contesto.

- Tenemos una conversación pendiente Elena. - ese tono de voz me hace saber que estoy en problemas o mejor dicho estamos, porque ni Mariel va a salvarse de esta. -cuelga inmediatamente y no me deja hablar.

Salgo de la habitación caminando hasta la planta baja y me encuentro con nuestra vecina, la cual está de espaldas y el olor a caldo de pollo y té inunda toda la cocina.

- Querida Elena. - habla llena de hipocresía. - Ya te dió la gana de levantarte. - camina con un tazón de sopa hasta ponerlo en la mesa frente a Mariel.

Me mantengo el silencio, pensando en diferentes formas de hacerme la automorición y no falta esa maldita sensación que se forma en mi estómago cada vez que algo me perturba.

- Son muy desconsideradas con Rosanna.
-vuelve a la cocina y sale con una taza de té verde. - ¿Creen que es de chicas decentes andar con cuanto hombre se les cruza por el lado? - da unos pasos hasta donde estoy parada y me la entrega. - Y para colmo llegar a las tres de la madrugada, son unas desvergonzadas.

¿A las tres? «Maldición» - mis ojos se abren como platos y mis labios se separan ligeramente. Estuvimos mal y lo acepto, pero por favor señora, no me haga decirle sus cinco verdades, su nieta no es la Virgen María y tiene nuestra edad.

Mar levanta la cabeza y la mira como si la fuera a exterminar, pero ella sigue soltando su veneno. -No sé cómo Rosanna puede aceptar tal desfachatez. -se sienta en el sofá.

-Así como usted acepta que Vivienne pase las noches fuera de casa, cuando se le viene en gana y f- -se detiene aún enojada cuando levanto la mano para que se calle.

Joder, yo lo pienso y ella lo dice.

La miro y nos entendemos, hace caso y vuelve a lo suyo, por más que esta doña chismosa nos saque de quicio, no podemos faltarle al respeto, la abuela no nos educó de esa manera, y tampoco podemos echar a su nieta al medio, aunque sea verdad, Vivienne no tiene la culpa.

Es la única manera en que desvía un poco el tema y al cabo de unos minutos ya no se detiene.

-Yo llegué virgen al altar, no entiendo cómo es que se les hace tan fácil entregarse. - alardea.

-¿A qué edad se casó? -rompo el precioso silencio que estaba manteniendo. - La escuchamos. - insisto. «Se casó a los dieciséis por decisión propia». - se va dejándonos solas.

Si sabe que llegamos exactamente a las tres de la madrugada es porque estaba muy pendiente. Ya me imagino lo que la abuela nos tiene que reclamar.

Se nota el coraje que nos invade a ambas hermanas. Me tomo la taza de té, la llevo al fregadero, la friego y la coloco en su lugar, subo las escaleras hasta mi habitación, me baño y me alisto para volver a bajar. Camino a la sala de estar y me siento en el suelo.

-¿Qué hace ella aquí? -pregunto a mi hermana en un susurro.

-Nona la dejo a cargo hasta que llegue a casa, creo que llegará pronto. -responde mientras se trenza el cabello.

«Llegará pronto» - se me revuelve el estómago otra vez, trayendo la misma sensación de antes.

Sigo pensando en todas las cosas que he hecho, durante toda mi vida y solo llego a la conclusión de que llegamos a las tres de la madrugada, pero también lo de Salvatore y el maldito que intento dañar a Mar.

Esa vez del disparo tuvimos que mentir, decir que hubo un enfrentamiento entre bandas clandestinas y una bala perdida me alcanzó, odio mentirle a quien me ha dado tanta confianza y apoyo. Ahora solo queda enfrentar lo que viene y asumir la responsabilidad.

Abro la computadora entrando al chat grupal y hacemos videollamada.

-Se ven horribles. -bromeo y todas se ríen. -Olivia dime por favor que no cometí una estupidez.

-No cometiste una estupidez...-habla con un tono serio y siento un alivio en el alma de inmediato. -Fueron varias... -termina la oración.

Carajo...

-¿Qué hice? -me armo de valor preparándome para escuchar. -¡Dime ya, antes de que me dé un infarto!

-Mmm tu... -tartamudea buscando las palabras correctas. -Te ibas a comer a Enzo di Angelo...

-¿¡Yo qué!? -chillo de inmediato y la cara se me quiere caer de vergüenza. Si, es verdad que nos estuvimos besando como locos mientras nos encontrábamos a solas, pero tratar de comérmelo enfrente de medio bar era otra cosa.

Isabel que también estaba un poco sobria en el momento de mis actos lo afirma con seguridad. -Sí, tú misma, pero no te preocupes, solo le insinuaste que te secuestrara. «Joder»

Irina solo se ríe ante mi expresión de frustración.

-¿Y cómo se supone que llegamos a casa?
-Solo recuerdo que los gemelos estaban en la otra parte del club... Y... Ya.

-Pues, Nick nos dejó a cada una en casa y Enzo fue quien las llevó a ustedes.
-responde Irina emocionada.

-Bien. -aún sigo convenciéndome de que solo fue eso, comienzo a reunir recuerdos pero la resaca no me deja.

-Esperen ya vuelvo. -me incorporo para buscar mi celular, lo tomo de la mesa y vuelvo al suelo, lo enciendo y busco en las cámaras de seguridad.

-Nos dices lo que pasa en las grabaciones.
-pide Isabel.

-Mar sale del auto... y ... yo me quedo, pasan unos minutos... -todavía no lo puedo creer. -giro el celular para que las chicas vean lo que yo vi.

Mariel se sienta en el suelo y me mira extrañada. -Fíjate que después de que salí el auto comenzó moverse.

-¡Dios mío, ya te la quitaron! -dice Irina llevándose una mano a la boca.

No lo recuerdo, pero puedo estar casi segura de que no lo hice, siempre le he temido a que duela. Conversamos otro rato hasta que llega la Nona y me despido.

- - -

★~~Rosanna~~★

Lena está asustada, tronando los dedos mientras tiene la mirada baja, Mar por otro lado tiene una expresión neutra.

- M -mamá, yo te lo puedo explicar, no llegaremos a las tres nunca más. -responde sin mirarme.

- Shhh, no voy a regañarte por eso, es más ¿Cuando dije que las regañaría? - acaricio su mejilla con mi pulgar dejándola más tranquila.

- Esto ni siquiera tiene que ver con Mariel.
- digo esto y acto seguido se levanta y se va.

- Ya se que viste la foto rota. - continúo. -Ese era un amigo muy querido de la familia.
- le miento por su seguridad, si se llegan a enterar tendrán curiosidad y lo buscarán.