11

457 31 22
                                    

Alastor manejaba con tranquilidad, el ruido del motor y el viento que se colaba por la ventanilla abierta eran los únicos sonidos que acompañaban su viaje nocturno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Alastor manejaba con tranquilidad, el ruido del motor y el viento que se colaba por la ventanilla abierta eran los únicos sonidos que acompañaban su viaje nocturno. Sin embargo, una sensación de incomodidad comenzó a crecer en su interior. Su brazo donde la bala había rozado su piel, palpitaba de dolor y sangraba lentamente. La herida no era grave, pero la sensación de humedad y calor que emanaba de ella era incómoda.

El hombre se miró en el espejo retrovisor, ajustando la posición para ver mejor su reflejo. Su rostro moreno y angular parecía tenso, con una mueca de dolor en los labios. Pero lo que captó su atención no fue su propia imagen, sino la de alguien más. Un ser enmascarado, con ojos brillantes y crueles, se reflejaba en el espejo, como si estuviera sentado en el asiento trasero.
Antes de que Alastor pudiera reaccionar, el enmascarado se movió con rapidez y precisión. Una soga gruesa y áspera se enrolló alrededor del cuello de Alastor, apretando con fuerza. La presión fue instantánea y brutal, cortando la respiración de Alastor.

El moreno perdió el control del vehículo, y el auto comenzó a zigzaguear por la carretera. El volante se movía solo, como si una mano invisible lo manejará.
En un momento de desesperación, Alastor aumentó la velocidad del auto, esperando que la fuerza de la aceleración sacudiera al enmascarado y le diera una oportunidad de escapar. El motor rugió, y el auto se lanzó hacia adelante, devorando la distancia.

En un último esfuerzo, el moreno frenó bruscamente, haciendo que el enemigo se vaya un poco para delante, y de paso le metió un cabezaso, y aprovechó la distracción para intentar quitarse la soga. Sus dedos forcejearon con la cuerda, intentando aflojarla.
Pero el enmascarado fue más rápido. Con un movimiento rápido y preciso, colocó un cuchillo afilado en el cuello de Alastor, justo debajo de la oreja.

— No te muevas porque ahora mismo te mato ¿Me entendiste? — Mencionó agarrando los cabellos marrones de Alastor de una forma brusca, mientras hundía un poco el cuchillo sobre el cuello de su víctima. — No debiste venir.

— ¿Quien demonios eres? ¿Creés que me das miedo? — Soltó una risa pequeña de sus labios como si se estuviera riendo del extraño —¿Que acaso no sabes quién soy? ¿He?

— Se perfectamente quien eres, Alastor. —Mencionó el hombre para quitarse su máscara con su mano desocupada, revelando su rostro y resulto ser un chico llamado "Daniel" nadie importante. — Zestial me mandó aquí, porque como sea te llevaré de nuevo al Bosque.

— ¿Enserio? Solo eres un mocoso, se ve que eres un adolescente, te falta mucho que aprender pero me sorprende tu fuerza, campeón. — Alastor sonrió halzando sus manos. — Ya puedes quitarme el cuchillo, no haré nada, además no tengo con que defenderme.

— Confío en ti.... — Daniel, creyendo que había dominado la situación, retiró el cuchillo del cuello de Alastor, pero no anticipó la furia que se desataría en el moreno. Cuando Alastor se volteó mostró una sonrisa supuestamente amable, luego su mirada se convirtió en una expresión de pura rabia y desesperación.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 22 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

SMILE | RADIOAPPLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora