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En el campamento sucedieron muchas cosas inesperadas, una de esas fue la invasion de los villanos, algunos salieron ilesos, otros levemente heridos, otros mas graves, y en el mayor de los casos... dos desapariciones.

Todo el pais hablaba sobre lo sucedido, el descuido de la U.A, pero nadie se ponia en los zapatos de los estudiantes, quienes fueron los que mas sufrieron tanto fisico y mentalmente. 

Cinco de ellos se encontraban hospitalizados, cuatro chicas y un chico. Una de ellas claramente sin su consentimiento, ella estaba perfectamente bien pero sus quemaduras eran severas, no llegaba a ser de tercer grado pero tampoco era tan a la ligera.

—¡Estoy bien!— Me quejé quitando los tubos que me daban suero y otras sustancias.— ¡no necesito estas cosas!— La enfermera que estaba a un lado no aguantaba mis caprichos.

— No sanaras bien si no nos dejas hacer nuestra parte.— dijo con una gotita en su frente.

— ¡Es solo una quemadura!— Me levanté de la camilla de un impulso.

— Pero debemos curarte, mire su brazo.— dijo la enfermera señalando mi brazo, estaba de un color rojo y seco, ardia al tener contacto con algo.

— Es parte del proceso — dije con cierto tono molesto, odiaba recibir ayuda ajena a la que acostumbraba.

— Aun asi no podemos permir que se vaya.— dijo agarrando la tabla de pacientes.

— Pues ya lo hice.— ladee mi cabeza viendo a la enfermera mientras giraba el picaporte de la puerta, al ver al frente me encontré con quien menos me esperaba.

— ¿Qué es todo este alboroto?— Esta vez no era el bicolor, era Aisawa.

— Yo...— retrocedí un paso con leve sorpresa— no recibiré todas estas atenciones.— espeté con tono molesto mientras tomaba postura.

— devuelvete y acuestate, seras tratada nuevamente— dijo cerrando la puerta detras de él y le hizo una señal a la enfermera para que hiciera su trabajo.

Suspiré con pesadez— realmente no necesito tratamiento! Se que hacer!

— Dejate de excusas Takami, tus gritoneos no funcionarán conmigo.— Me miró con el ceño fruncido

— Sensei, hablo en serio...

— Y yo tambien lo hago.— suspiró al ver que no acataba sus ordenes. — si no obedeceras me veo obligado a contactar a tu tutor.

— Mi tutor...?— pensé— Mi...— Me irrité por el hecho de que tendria que obedecer, odiaba hacer cosas que no queria. Podría soportar las agujas y entrar en recuperación, pero prefería evitar a Keigo, sabía que Aisawa no era alguien a quien podías jugarle bromas o intentar sobrepasar su paciencia.

Riku iba a hablar pero solamente se calló y se acostó en la camilla.— Tsk...— me cubrí con las mantas y dejé mis brazos fuera.

En la mente de Aisawa veia una niña de 5 años haciendo un berrinche, pero no le daría el gusto, debía cuidar a sus estudiantes y que estén de la mejor forma para volver a su vida normal.

La enfermera cambió las agujas y se las inyectaba nuevamente.— Listo, no estarás así por mucho tiempo, mañana ya te daremos de alta.

— Aja...— miré hacia la ventana.

— Para la otra debes ser más cuidadosa, Midoriya me contó que te separarte de él.— se acercó a la camilla y la enfermera se fue.

—Fue para buscar ayuda, el queria ir a salvar a Kota.

—  Esa no es una razón para dejarlo solo, al final del dia el es quien necesitó ayuda.— la chica pareció pensarlo, tenía razón, el fue quien mas sufrió con la desaparición de su amigo ¿como estará ahora?

¿Hermana De Keigo? ¡JAMAS! | Shoto TodorokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora