CAPÍTULO 23 : CON FALDAS Y A LO LOCO.

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Y de pronto, cuando nadie lo esperaba, una voz se hizo alzar en el grupo:

- "Encuentra su sonrisa".- Interrumpió Yago.

Todos callaron, y extrañados le miraban perplejos, sin saber a cuento por qué había dicho eso.

- ¡A ver!, - exclamó Borja poniéndose en medio del grupo - estamos aquí debatiendo a quien debe elegir, y ahora nos interrumpe el "Viola-Lenguas", como si nos tuviera algo importante o trascendental que contar.

- Déjalo que hable pesado. - Siguió Martín.

- Yo tengo curiosidad, añadió Sonia.

Y todos los demás se asentaron con la cabeza, pues Yago casi nunca hablaba , y casi siempre que lo hacía, decía las cosas cristalinas. Por último, Gorka se acercó y le dijo que le explicase eso de la sonrisa y Yago desabrochándose un botón de la camisa, habló :

- Es fácil, solo tienes que buscarla.
- ¿Pero a quien?
- No a quien , sino a qué , Gorka. Me refiero a su sonrisa. Tienes que buscarla y cuando la encuentres, entonces sabrás el quién.

- O sea, - interrumpió jocosamente Borja, lo que quiere decir es que le cuentes un chiste.

Y todos se rieron menos Martín y Gorka. Y este algo confuso, mandó callar a Borja y le pidió a Yago que se explicase mejor.

- Hará como dos años , cuando tenía catorce, hice una locura de la que ahora me arrepiento. Estuve tan colgado de alguien que casi lo pierdo todo. "Todo", -recalcó. Y os garantizo que toda la culpa la tuvo ella.

- ¿ Hablas de tu vecina?, ¿sabes algo de ella?

- Sé que debe de estar aquí, Gorka, cerca de nosotros, acechándonos. Pero no hablo de mi vecina, sino de su sonrisa.

- ¿ Cómo es que Gorka sabe más que nosotros?. -Preguntó Borja esperando alguna respuesta. ¿Qué vecina?, es que voy a tener que leer tu diario Gorka, por si hay más secretos por ahí.

-¡ Deja que continúe, pesado!. Rogó Martín.

Y Yago empezó a contar su historia:

La quise, quiero y querré .Ella nació seis meses antes que yo. Tan solo vivía diez escalones por encima mía. Crecimos juntos, aunque al principio solo eran ruidos y risas esporádicas, al fin le puse cara cuando coincidimos en la guardería. De ahí pasamos a E.G.B, donde compartíamos clase, y a partir de quinto ya íbamos juntos al colegio sin nuestros padres.

Todo iba bien, incluso parecíamos hermanos , le tenía mucho cariño, a veces ella bajaba a mi casa a estudiar y yo a la suya hacerle los trabajos de plástica. Nos encantaba la serie "V", y el programa de Emilio Aragón " Ni en Vivo ni en Directo". Los fines, en el rellano, mientras en la tele estrenaban "La bola de Cristal", jugábamos a la brisca, al cinquillo, o al monopoly. Y así pasaron los días creciendo y jugando, mientras el tiempo pasaba sin darnos cuenta y sin saber, de la que nos tenía preparado.

En sexto ya nos sentábamos juntos en clase, y en los recreos, cuando sonaba el timbre final, siempre me buscaba para subir juntos a clase. Teníamos mucha afinidad, y nuestros compañeros nos veían como si fuésemos familia en vez de amigos.

En séptimo, la cosa empezó a cambiar, bueno, en verdad, la que cambió fue ella, y como cualquier chica, empezó a desarrollarse.
Nuestros compañeros, ya la miraban diferente, con ojos de adolescentes y no de niños, y a mí me ponía nervioso cuando me hablaba, pues a cada día que pasaba me parecía más preciosa.

Así llegó ese verano, antes de empezar nuestro último curso de la E.G.B. Un día nuestros padres y algunos otros más de la calle , fuimos a pasar el día en el río. Mientras los padres se quedaron preparando la comida y hablando de sus cosas, los hijos de ellos, es decir, nuestros vecinos, de edades similares, fuimos a bañarnos al río. Ese día , lo recuerdo perfectamente, mientras yo me desvestía y me quedaba en bañador, ella hizo lo mismo, quitándose el vestido lentamente, dejando ver el bañador negro que había debajo. Todo eso sin parar de mirarme. Yo sabía que me miraba ,y ella esperaba que la mirase y aunque sentía mucha vergüenza, me moría por ver su cuerpo, así que cuando me armé de valor y alcé la vista, ella me miró y me enseñó su sonrisa.

Esa sonrisa era diferente a las demás, era nueva, nunca la había visto, pero la verdad es que a partir de ese momento, empezó a hacerse mas habitual: cuando la iba a recoger los domingos de la aburrida misa y me veía llegar, cuando estudiábamos juntos y se me quedaba mirando fijamente cuando me acercaba a ella para explicarle matemáticas, o cuando en la clase sus amigas le preguntaban si le gustaba alguien del cole y rápidamente me miraba y me la mostraba. Llegó octavo y pasó lo que tenía que pasar...

- ¿El qué?.- preguntó Borja.

- Mira que eres muy listo para unas cosas y muy tonto para otras. " Con Faldas Y a lo Loco", ¿entiendes ya?. - Aclaró Sonia.

Bueno, el final de aquello os lo contaré otro día. Lo cierto, es que por mucho que he buscado esa sonrisa, no ha habido forma de encontrarla, hasta esta noche... Y eso es a lo que vengo a referirme ahora, Gorka, es que esa sonrisa es diferente y eres tú la que la tienes que encontrar. Es muy diferente a la de un chiste que propone Borja, y sé que la reconocerás, pero recuerda que solo aparecerá si la buscas.

- ¡ Ea!, ya se ha quedado a gusto. Ahora se quedará callado otros dos años. -Sentenció Borja , mientras ladeaba la cabeza, y los demás permanecían callados.

Gorka miró a Yago, detenidamente, lo abrazó , se giró y miró a Sonia, que le dijo medio susurrando: "no hace falta que...", y antes de que terminase de hablar, miró a Martín que asintió dos veces con la cabeza. Se giró y buscando el grupo de Mar, gritó : ¡ Ahora Vengo!.

Se armó de valor y empezó a andar con la certeza y la tranquilidad absoluta de que respuesta se iba a encontrar.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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