¡¡Su Currículo solo tiene 100 páginas!!

VII

Cuando Lan Huan te propuso matrimonio fue cuando lo decidiste.

Lan QiRen no era alguien de recibir visitas a menudo, mucho menos el día de navidad, de hecho, para ti esa fecha era igual a las otras, solías leer, estudiar y cocinar, como cualquier día normal.

—¿No deberías estar con tu familia?

—No podía dejar esto para después y lo sabe...

—¿Qué quieres?

—Quiero que tome el lugar de mi papá en mi boda... — Lan QiRen se sorprendió.

—¡A diferencia de Lan Huan tu padre todavía está vivo!

—Un padre que para el soy invisible... por favor... si no es usted no sé a quién más acudir...

—Es un honor, pero no lo puedo aceptar... — sabias que algo así iba a ocurrir. Solo le hiciste una reverencia.

—No estés peleado con tus padres... a A-Huan no le va a gustar eso...

—No estoy peleado con el... solo me es indiferente, así como yo a él...

—Lo siento por esto, pero la respuesta es no... 

—Entonces no será nadie... — diste media vuelta y de hecho Lan QiRen dudó, pero sabía que no era correcto.

Fuiste a la cena de navidad y fuiste recibido por tu familia como siempre, los Jin estaban presentes y tu hermana junto con su bebe, los saludaste, Wei Ying apareció con su energía como siempre.

Guardaste silencio, solo saludaste a todos siendo cortes como siempre.

—¡Aquí vino la estrella! — gritó Jin GuangShang, lo ignoraste porque no sabias de que hablaba. — Por favor dime que te unirás a nuestra empresa anqué sea a medio tiempo...

Los Jiang guardaron silencio sorprendidos, Jin GuanShang no es alguien que dijera esas palabras a la dijera.

—¿Por qué quiere eso? — tu madre estaba sorprendida.

—¿Cómo que por qué? ¿no es el más joven de la historia ganarse el premio del CEO más joven del año? — de hecho, todo lo que hacías no lo divulgabas, ya no querías aprobación así que te mantenías con el status bajo. Porque todo era para tu propia satisfacción no para los demás.

—¿Es cierto eso? — Yanli estaba emocionada al escucharla, solo asentiste.

—¡Eres increíble...! — dijo Wei Ying tan energético como siempre, rodeando su brazo en tu hombro, al tener todas esas miradas sobre ti te sentías avergonzado.

Fueron a la cena, tu padre te miraba de manera constante, no sabias que era lo que quería, te hacía sentir incomodo; al finalizar tu padre se puso de pie, quizás pensaba que tu querías escucharlo.

—Solo debo decir unas cuantas palabras a mi hijo... — no lo miraste, pensaste que se refería a Wei Ying, él había logrado un buen puesto en la empresa junto al lado de Lan Zhan en poco tiempo. Te pusiste a leer en tu celular mientras tomabas vino y lo escuchaste. — No fui el mejor padre del mundo A-Cheng, pero debes saber que siempre he...

—¡Ahórrate todo esto! — lo interrumpiste, ahora si viéndose, nunca estuvo orgulloso de ti, ante el punto de vista de tus padres tu siempre has estado corriendo a la par de Wei Ying, si lo superaste o no realmente no importaba, todo lo que pensaban era que lo eras inferior, no prestándote atención, tus problemas y esfuerzo eran invisibles.

Pero para algo había servido, en esos precisos momentos sabias que eras un hombre empoderado, que había conseguido mucho por su cuenta, ibas a casarte con un hombre maravilloso, ya no tenías por qué buscar aprobación de una familia que nunca valoró tu esfuerzo cuando ya habías superado todas las expectativas.

Ya no tenías una mordaza obligatoria. Además; el único motivo por el cual Jiang FengMian estaba diciendo esas palabras era para quedar bien con los Jin, compartir tus logros ahora que eras algo, presumir que como tu padre siempre estuvo contigo, contando una anécdota que no existía solo para entretener y formar sonrisas falsas mientras Jin GuanShang lo felicitaba por tener un hijo como tu.

Se formó un silencio sepulcral. Wei Ying no dijo nada, comprendía tus puntos de vista. 

—¿Qué dijiste? A-Cheng...

Tu hermana iba a decir algo, pero la interrumpiste.

—Puedes meterte esas palabras donde te quepa, son 15 años tarde... — te pusiste de pie y te retiraste.

—A-Cheng... — tu padre iba a decir algo pero no lo dejaste, simplemente te fuiste. Ellos iban hablar fe tu boda, acerca de los preparativos pero no tenias interés en ellos, como familia te habían dado la espalda, sentías que no tenían el derecho de compartir tus logros.

Y continuaste teniendo una relación meramente profesional, no querías que tu vida privada y tus logros ni fracasos se supieran por ellos. Y eso incluso hoy en día no ha cambiado.