XVII

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Página ocho; es experto en cualquier deporte, y además miembro de las fuerzas especiales Chinas.


Íbamos a una carrera de motos, pienso que a él no le gustan esas cosas, su seriedad me dice mucho.

—¿No te gusta eso?

—A ti si ¿no? — me dijo de la misma manera seria.

—De hecho, no quiero que pases con esa cara...

—No te preocupes por mí, lo importante es que tú te diviertas... — sentí mi pecho calentarse, pero no quería que él se sintiera presionado.

—No solemos venir ¿verdad?

—Claro, como una vez al mes... — eso me sorprendió, comenzó a conducir y a mostrarme fotografías que demuestran que si solemos venir seguido. Me sorprendí de sobremanera.

—Es increíble... ¿siempre tienes esa cara cuando venimos?

—Solo cuando comienzan con sus tonterías... — me respondió de manera fría sin saber a qué se refería, no continué, solo sé que llegamos, y él me ayudó en todo momento, me colocó en la silla de ruedas.

—Lo siento por tanto... de hecho...

—No te preocupes... si es por mí no ha cambiado nada... no te lo he dicho, pero te amo y que estés en silla de ruedas no va a cambiar lo que siento... — bajé la cabeza y sentí lágrimas, no podía creer lo que estaba escuchando, me sentí el hombre más afortunado del mundo.

No supe que responderle y el empujó mi silla de ruedas, me demostró que no tenía intenciones de una respuesta. Estaba dándome tiempo y eso lo apreciaba mucho.

Llegamos y de hecho comencé a disfrutar del ambiente y de la carrera, el me daba lo que le pedía, y yo me sentí feliz, en confianza. Aunque solo tuviera una semana de conocerlo.

—Quiero que me digas quien va a ganar... — le dije, ya que era un millón de cosas bien podría ser adivino, o analista. Ya llevaban una vuelta.

—El numero 84 es bueno, suele tener una buena técnica... — comencé a prestarle atención a causa de sus palabras y de hecho si era alguien bueno.

Estaba entusiasmado, pero de hecho notaba que él se sentía aburrido. No quise decir nada, seguramente así era su manera de ser, de parecer amargado, porque si realmente veníamos una vez al mes es porque no estaba tan mal, o al menos que habláramos más y tuviéramos un buen tema de conversación.

Dejé de prestarle atención a él para dedicarme a observar la carrera y hubo un momento donde las cámaras estaban sobre nosotros, no supe por qué.

—¿Eres un veterano de carreras o algo así? — le dije con una sonrisa.

—No, solo quede en segundo lugar en una...

—Tienes que estar bromeando...

—No, de hecho, Wei Ying sabe a qué ustedes les gustan estas cosas y se empeñó en poder entrar... no lo logró, pero yo si... y quedé en segundo lugar...

Ahora entendía porque se aburria, quizás para alguien que estaba allá abajo disfrutando de la adrenalina es aburrido ver incluso si se estrellan.

No continúe prestándole atención a eso, pero quizás me mostraba completamente diferente porque él se dio cuenta.

—Podemos ir abajo después si quieres... — yo asentí.

—¿Habíamos hecho eso antes?

—No, eres miedoso... ¿tu yo de 6 años en el pasado no? — de hecho, no recordaba el accidente, quizás si lo hiciera no me atrevería a hacer algo así.

No respondí, pero quizás mi memoria muscular si lo hacía porque comencé a temblar.

—Mejor llevaba en un paseo a caballo... —le dije y el por primera vez sonrió a grandes carcajadas, tenía una hermosa sonrisa, fue la primera vez que la escuchaba.

—Lo que digas... — salimos y de hecho no mintió cuando me llevó a otro lugar para poder montar a caballo, era una tontería hacer esto, pero ya no podía dar marcha atrás.

Me subieron al caballo y el subió detrás de mí, rodeando mi cintura con sus brazos, se sentía agradable, me pegué mas a su cuerpo.

—Aunque solo es un caballo ¿estas listos para tener adrenalina? — comenzamos andar, y me aferré fuerte a los brazos que rodeaban mi cintura, eran brazos fuertes.

Me aferré a su cuello por lo inestable del cabello, el quizás se dio cuenta porque se detuvo, para que pudiera darle un beso lento.

—Nos vamos a caer del caballo... — me dijo rodeándome totalmente mi torso con sus brazos. 

—Si nos caemos me atraparías 

—Por supuesto que si... — me susurró viéndome a los ojos, sentí una fuerte corriente eléctrica de placer en todo el cuerpo.

Yo parecía ser el omega, detuvo el cabello finalmente para comenzar a tocarme las piernas, podía sentir el toque, y yo acaricié sus brazos fuertes.

—¿Eres fisicoculturista o algo así?

—No, eso es una tontería... — va al gimnasio entonces.

—Soy un Falcon... — casi me hace caer de repente.

—¿Estas bromeando? ¿y eso por qué?

—Es que Wei Ying quería aprender defensa personal... 

—Aprender defensa personal y ser un miembro de las fuerzas especiales de China es otra cosa... —este tipo iba a matarme un día.

¡¡Su Currículo solo tiene 100 páginas!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora