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MADDY

-¿Puedes correr esa punta de la guirnalda más a la derecha?.-le decía Susan a Charli mientras ponían los últimos adornos de navidad en la casa.

-¿Así?.-Charli se estiraba lo más que podía arriba de una silla para alcanzar el lugar que le mencionaba su mamá.

-¡Perfecto!.-gritó Susan emocionada.

-Está quedando muy bello.-Thomas miraba todo con atención.

Yo me encontraba preparándome un chocolate caliente en la cocina.

-Maddy, ¿no quieres ayudarnos?.-Susan nunca se rendía.

-Decorar no es lo mío.-dije sin quitar la vista de mi chocolate caliente que servía en una tasa.

-Porfavor, Maddy.-dijo Thomas llegando a mi lado.

-Thomas debe poner la estrella en el árbol de navidad, podrías ayudarlo con eso.-agregó Susan junto a una sonrisa.

-Está bien.-asentí caminando junto a Thomas hacía el gran árbol.

Susan, le entregó a Thomas la estrella dorada bastante elegante, yo por mi parte, tomé a mi hermano entre mis brazos para alzarlo hacía la punta del árbol, donde Thomas encajó la estrella.

-¡Bien echo!.-Susan aplaudió entusiasmada sacándole una sonrisa a mi hermano.

Yo simplemente sonreí bajando al pequeño hasta que tocó el suelo.

-Solo falta agregar las luces de afuera.-dijo Susan observando a mi padre, al parecer el las ponía.

Mi padre levantó la mirada desde su computador y sonrió, el se encontraba sentado en medio de la mesa trabajando.

-Terminó estos casos y voy.-respondió él.

Mi padre era abogado, y uno bastante reconocido en Atlanta, por su buen trabajo, eso quería decir, que siempre estaba trabajando, hasta en casa.

Luego de un rato me dispuse a subir con mi chocolate caliente hacía mi habitación, donde recibí un mensaje de texto de Javon.

"¿Que haces? te extraño:(".-decía aquel mensaje, haciéndome sonreír al instante.

"Ayudaba a Thomas a terminar de decorar el árbol de navidad".-respondí.

"¿Y ahora estás libre?".-envió otro mensaje.

"Claro".-contesté.

"Paso por ti en media hora, linda".-dijo y abrí mis ojos como plato.

Dejé el teléfono de lado y corrí al baño para darme una ducha rápida, el frío en Atlanta estaba
muy fuerte, por ende, me puse un hoddie de polar junto a un jeans algo ajustado en la zona de las caderas y ancho en la zona baja de las piernas. Sequé mi cabello, y maquillaje un poco mi rostro, mascara de pestañas y un gloss para los labios.

Luego de que Javon se quedara junto a mí cuando lo golpearon, al día siguiente asistimos a clases sin ningún problema, luego Javon volvió a su casa, donde sus padres nuevamente creyeron que se había provocado las heridas producto de los entrenamientos que hacía fuera de casa. Al parecer, eso era bastante normal.

El resto de la semana había seguido con normalidad, Javon y Sam se habían topado alguna que otra vez en la escuela pero se ignoraban por completo, lo cuál considero que era lo mejor. Aunque, Sam no dejaba de darme miradas y sonrisas cada vez que pasaba cerca de él.

𝐸𝓁 𝓈𝑒𝓃𝓉𝒾𝒹𝑜 𝒹𝑒 𝓁𝒶 𝓋𝒾𝒹𝒶 ~ [𝒥𝒶𝓋𝑜𝓃 𝒲𝒶𝓁𝓉𝑜𝓃]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora