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JAVON

-¿Entonces de lo que no me iba a enterar era de que me pedirías ser novios?.-preguntó Maddy junto a una risa.

-Sí, Jayla sabía sobre todo y ella me ayudó con la idea.-reí también.-No estaba en mis planes que escucharas eso.

-Pensé en los peores escenarios.-dijo Maddy junto a una mueca.

Yo solo sonreí y negué con mi cabeza mientras mantenía mi vista fija en el camino. El abuelo de Maddy nos había prestado su camioneta para ir al cementerio a ver a la madre de Maddy.

Luego de la cena por la noche nos quedamos hasta tarde conversando y festejando que ya éramos novios, al fin. Posterior a eso nos fuimos a dormir, no sin antes planear la visita a la madre de Maddy temprano por la mañana, ya que ella quería verla, y yo también.

Con las indicaciones de mi novia, llegamos al cementerio al cabo de unos minutos, donde estacioné la camioneta y ambos bajamos.

Compramos unas lindas flores y algunas decoraciones, y caminamos en busca de la tumba.

-Aquí es.-dijo Maddy junto a un suspiro, viendo una lapida bastante limpia en el césped, llena de flores y adornos preciosos.

Maddy se sentó en el césped junto a la lápida y cerró sus ojos. En realidad, no sabía que hacer, solo me senté a su lado y me dediqué a observarla.

-Hola, mami.-dijo ella abriendo sus ojos, los cuales ya se encontraban llenos de lágrimas retenidas.

Maddy acarició el cemento de la lápida y volvió a cerrar sus ojos.
Me acerqué a ella y acaricié su espalda levemente, acto el cuál Maddy aprovecho para acurrucarse en mí y poder atajarla en un abrazo. Sentía el leve sollozo de Maddy en mi pecho, mientras no dejaba de acariciarla niun segundo.

Realmente era fuerte, ver a una hija tener que extrañar a su madre y aceptar que ya no volvería nunca más. Por eso siempre me admiraba de Maddy, por su fortaleza, por que apesar de haber perdido a su mamá aún sonreía para su hermano, aún así daba lo mejor de si misma para ser atenta, amable y cariñosa conmigo, aún así se esforzaba en la escuela, y aún así luchaba por seguir adelante. Maddy era una chica maravillosa, y que suerte tenerla como mi novia.

Luego de un rato Maddy limpió sus lágrimas y comenzó a ordenar las flores para dejar las que habíamos comprado junto con las decoraciones.

-Maddy..-dije casi en susurro y ella me observó al instante.

-¿Si?

-¿Me darías un momento? ¿Con tu madre?.-pregunté algo nervioso.

-Ah, claro, claro.-asintió rápidamente.-Estaré por allá.-ella sonrió levemente y se puso de pie para caminar hacía unas banquillos que estaban a unos cuantos metros de distancia.

Una vez se alejó lo suficiente, suspiré y me senté frente a la lápida, mirándola fijamente.

-Hola, señora.-dije por fin, en voz alta, pero lo suficientemente bajo para que nadie más escuchara.-En realidad no se si le gustaría que le dijese señora, pero prefiero ser cordial en mi presentación.-sonreí un poco.-Si es que estuviese por ahí, en donde quiera que éste, me imagino que ya sabe quién soy. Mi nombre es Javon, y acabo de pedirle el día de ayer a su hija que sea mi novia.-asentí con mi cabeza para mi mismo.-Espero contar con su aprobación ¿sabe? por que su hija es maravillosa, y es lo que siempre quise.-sonreí.-Lamento mucho que no este aquí para poder conocerla, pero eso no quitará el echo de que quiera que sepa de mí, por que cuidaré y amaré a su hija con todo lo que soy.-suspiré.-También prometo cuidar de Thomas.-asentí nuevamente.-Maddy dice que el tiene los ojos de usted, y aveces me gusta imaginármela con los ojos de ese pequeño y sentir que la conozco aunque sea un poquito.-reí levemente.-Estoy muy enamorado de su hija ¿sabe? Crió a una chica que ante mis ojos es completamente perfecta, en todas sus facetas, y quería darle las gracias a usted, por criar a una chica tan especial como ella. Además, ella es muy fuerte, pero aún así la protegeré, y me encargaré de que sea feliz a mi lado, lo prometo...-me quedé en silencio unos segundos.-Por que la amo.-suspiré sintiendo un nudo en mi garganta de la emoción.-Y quizás aún no se lo digo a Maddy, por que me da miedo que piense que voy muy rápido o muy intenso, pero realmente la amo, lo siento desde el fondo de mi corazón, la amo con cada espacio de mi ser, se lo juro.-volví a suspirar.-Pero eso será un secreto entre nosotros dos, hasta que me sienta preparado para decírselo y que todo salga bien.-reí un poco.-Espero de todo corazón que este tranquila, por que me esforzaré por ser el chico que su hija merece, se lo prometo.

Suspiré por última vez y luego de mirar la lápida unos segundos, observé a mi alrededor, Maddy me miraba fijamente desde los banquillos. Hice una seña con mi mano para que viniera a mí. Ella se puso de pie y camino hasta donde estaba con una expresión algo confusa.

-Me quería presentar, y pedirle su aprobación para ser tu novio.-expliqué y Maddy rió acercándose a mí para sentarse a mi lado nuevamente.

-A ella le encantarías.-Maddy habló con seguridad refiriéndose a su madre.

-Eso espero, eso quisiera.-asentí.

-Créeme, yo se que sí.-Maddy me observó con una leve sonrisa y se acercó aún más para darme un beso en los labios.-Gracias por tomar en cuenta a mi mamá.

-Eso no se agradece, es lo mínimo que podría hacer.-me encogí de hombros, con una leve sonrisa.

Maddy negó con su cabeza y volvió a besarme, pero esta vez la abracé con fuerzas acercándola más a mí. Luego de separarnos de aquel beso la miré fijamente, contemplando cada espacio de su rostro.

-Que hermosa novia tengo.-sonreí y Maddy rió fuerte.

-¿Que me dices a mí? a mi novio lo siguen un montón de chicas por ser extremadamente guapo.-Maddy alzó una de sus cejas y ahora yo reí.

-Nuestros hijos van a ser muy lindos.-aseguré y Maddy sonrió.

-Muy pronto para hablar de eso.-ella mantenía su hermosa sonrisa.

-No hay edad para soñar en grande.-alcé mis cejas y ella negó con su cabeza riendo.

Nos quedamos así un largo rato, conversando, riendo, y hablando sobre anécdotas de vida, sobre todo Maddy, me contó un montón de historias con su madre que en realidad amaba escuchar.

Posterior a eso, al cabo de unas horas, volvimos a casa de los abuelos de Maddy para almorzar y arreglar nuestras maletas. Era nuestro último día, ya no quedaba nada. Deberíamos volver a Atlanta, a la realidad.

Yo era feliz en Atlanta, pero se que Maddy prefería mil veces la casa de sus abuelos que la de su padre, imagino que por que esa si la sentía realmente como su hogar. A pesar de eso, me hacía feliz saber que pude hacer inmensamente feliz a Maddy en estos días. Ya llevaba planeado el pedirle que sea mi novia antes de viajar, y quería que fuese en Charlotte, en un sitio que ella amara; como la casa de sus abuelos, con cosas que le gustaran; como la comida y las rosas, y sobre todo, quería poder ir a ver a su madre y hablar con ella.

Nunca he sabido donde van los que ya no están con nosotros, pero si soy fiel creyente que están presentes de alguna u otra manera en la vida de quienes aman, y quiero creer que escucho todo lo que le dije, en realidad espero que haya sido así.

Quería hacer las cosas bien con Maddy, ella lo merecía, y yo también merecía tener este amor tan bonito que estaba experimentando gracias a ella, y el orgullo de saber que la chica que amo y de la cual estoy completamente enamorado era mi novia.

Desearía por siempre que sea así... ¿Los por siempre existen? espero que sí... realmente espero que sí.

𝐸𝓁 𝓈𝑒𝓃𝓉𝒾𝒹𝑜 𝒹𝑒 𝓁𝒶 𝓋𝒾𝒹𝒶 ~ [𝒥𝒶𝓋𝑜𝓃 𝒲𝒶𝓁𝓉𝑜𝓃]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora