La luz tenue de la lámpara de escritorio ilumina la habitación mientras Matteo y yo revisamos viejas fotos en mi laptop. Risas y recuerdos flotan en el aire, cada imagen un eco de momentos felices.
—Mira esta —dice Matteo, señalando una foto en la que estoy con mis hermanas en la playa, todos sonriendo bajo el sol hace casi diez once años de eso.
—¡Era tan pequeña! —me río, recordando aquel día. Me siento nostálgica.
Justo cuando me sumerjo en ese pensamiento, mi teléfono suena. La pantalla ilumina mi rostro: es Aurie. Siento un escalofrío de emoción y nervios.
—Es Aurie, un segundo —le digo a Matteo mientras contesto la llamada—. Hola, amor.
—¡Hola! —suena su voz alegre, pero hay un tinte de cansancio—. ¿Qué haces?
—Nada, solo revisando algunas fotos viejas. ¿Y tú?
—Estoy a punto de irme a la escuela. Pero... —su voz se vuelve más cautelosa—. ¿Estás con Matteo?
Un pequeño nudo se forma en mi estómago. La pregunta es directa, y puedo escuchar en su tono que la inquietud la acompaña.
—Sí, está aquí —confieso, sin poder evitar un leve sonrojo.
Matteo hace un gesto de broma, haciéndose el interesado en lo que digo, y no puedo evitar soltar una risa.
—¿Se está quedando contigo? —pregunta Aurie, y su tono se vuelve más tenso.
—Obviamente no —respondo rápido, tratando de que mi voz suene despreocupada—. Solo estamos viendo fotos, nada más.
—Ya veo... —dice ella, y aunque intenta mantener la calma, puedo notar la incomodidad en su tono—. Me alegra que se lleven bien.
—Sí, es un buen chico —admito, pero al instante siento que he metido la pata. Quiero que ella esté bien, pero a la vez, no quiero que se sienta celosa—. Aurie, no tienes que preocuparte.
—Lo sé... es solo que... —se detiene, como si buscara las palabras adecuadas— Solo... olvídalo ¿si? Esta bien...
Matteo, que ha estado escuchando la conversación, me lanza una mirada comprensiva, como si entendiera la tensión. Siento una punzada de culpa.
—Entiendo... —le digo a Aurie—. Pero realmente no hay nada que temer. Siempre estás en mi mente.
—A veces siento que no estás tan cerca como antes —confiesa, y mi corazón se quiebra un poco al escuchar la vulnerabilidad en su voz.
—Te prometo que cuando vuelva, todo volverá a ser como antes —le aseguro, sintiendo la presión de mis palabras.
—Está bien —responde, pero su tono no suena del todo convencido—. Solo quería escuchar tu voz antes de irme.
—Te quiero, Aurie —le digo, dejando que mis sentimientos fluyan sin reservas.
—Yo también... —dice ella, y hay un pequeño momento de silencio que parece extenderse entre nosotros, cargado de emociones no expresadas.
Finalmente, cortamos la llamada. Coloco el teléfono sobre la cama, sintiendo la carga de la conversación.
—¿Todo bien? —pregunta Matteo, rompiendo el silencio.
—Sí... solo un poco complicado —respondo, sintiéndome atrapada entre dos mundos.
Matteo se acerca, su mirada es comprensiva, pero el eco de Aurie aún resuena en mi mente. Las fotos en la pantalla parecen perder color, y en mi corazón, el deseo de que todo esté bien con Aurie se vuelve más fuerte que nunca.
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𝙄𝙉𝙑𝙄𝙎𝙄𝘽𝙇𝙀 𝙎𝙏𝙍𝙄𝙉𝙂 (ᴘᴀᴜʟɪɴᴀ ᴠɪʟʟᴀʀʀᴇᴀʟ)
Fanfiction𝐋𝐚 ú𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐬𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐏𝐚𝐮𝐥𝐢𝐧𝐚 𝐪𝐮𝐞𝐫í𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐫 𝐞𝐧 𝐈𝐭𝐚𝐥𝐢𝐚. 𝐬𝐞 𝐬𝐞𝐧𝐭í𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐚 𝐚𝐛𝐫𝐮𝐦𝐚𝐝𝐚 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐝𝐨. 𝐋𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨...