La operación

4 1 0
                                    

Aquel comentario impactó y confundió a todos ya que su voz sonaba temblorosa pero su rostro reflejaba felicidad, y es que así era ella.

― Elizabeth ¿Estás segura? ― preguntó su tío con tono de asombro.

― si tío… ya lo decidí… voy a someterme a la cirugía… a todos sus pros y sus contras ― dijo con una mirada muy segura ella.

― estamos aquí para apoyarte bebe ― comentó su madre poniendo sus manos en su pecho.

Me acerqué a ella y tomé su mano, luego nos miramos y sonreímos.

― vale… organizaré todo en el hospital y avisaré para que la lleven cuando todo esté listo ―

― tío… ―

― ¿sí? ―

― ¿puedes darme tres días? ―

― está bien… pero ¿Por qué? ― preguntó el tío.

― porque quiero pasar más tiempo con mis amigos, y contárselos, para que estén ahí conmigo ese día ― aquellas palabras me chocaron eh hicieron sentir nostalgia nuevamente.

Mis ojos comenzaron a aguarse y ella al verme apretó mi mano y me abrazó.
Estuvimos hablando con sus padres y su tío un rato y él nos explicaba como seria la operación, el tiempo aproximado que podría durar y todos los detalles.
Al marcharse este le dije que mi mamá seguro estaba preocupada y que debería irme yo también, pero enseguida el señor Armando me detuvo diciendo que él ya había hablado con ella para que me quedara en la casa los tres días que Elizabeth pidió, y aquello me alegró un poco.

Al rato en su habitación.
― ¿Cómo le dirás a los chicos? ― le pregunté a Elizabeth.

― para eso te necesito también Melo… necesito que me ayudes a contarles ― me respondió agachando la cabeza.

― yo haré lo que sea y lo sabes ― le dije mientras le levantaba la cabeza con mis dedos ― pero sabes que ellos te quieren, merecen saberlo, y tu necesitaras de ellos ese día también como lo dijiste ―

― si… aprovecharé que mañana es feriado y les diré que vengan a la casa de acampada y se lo contamos a todos ―

― me gusta esa idea ―

― incluso si hablo con mis padres se pueden quedar aquí y al otro día nos vamos todos juntos para la escuela, así en manada ― me dijo mientras se seria.

― yo no sé si aguantaría a Max y Adam un día entero con noche incluida ― la verdad que sería una tortura.

― ay… que pesado, se quedan y ya y tú te callas ― me dijo dándome por loco eh hiendo en dirección al cuarto de sus padres a contarles.

Por supuesto ambos lo aprobaron y más Armando que le encantaba Adam, es que parecen padre eh hijo, Adam no se parece tanto a su padre como al de Elizabeth, y la señora Eliza que era un amor de persona siempre decía si a todo y así también conocía a las chicas según dijo.
Que dios se apiade de mi alma.

Al día siguiente.
Como era de esperarse el primero en llegar fue Adam armando alboroto y bulla diciendo lo mucho que le gustaba la casa.
Luego aparecieron Max y Yesica nuevamente juntos, lo que ya fue muy sospechoso para mí y hasta Elizabeth le insinuó algo a Yesica, pero ella no respondió seguro por la pena, si es que simplemente por tener a Max al lado ya ella se bloqueaba.
Después Adam, Max y yo fuimos a buscar a Helen ya que nos llamó avisándonos de que tenía problemas para salir ya que su zona era complicada y fuimos en su búsqueda en el carro del padre de Elizabeth el cual iba manejando Max que era el que tenía licencia de los tres. La recogimos y la llevamos a casa de Elizabeth.

Cuando ya estuvimos todos Armando dio una de sus ideas sobre fotografías, música y esas cosas y ellos comenzaron en su fiesta, mientras yo me quedaba apartado con Eliza, preparando desayunos y el almuerzo.

― ¡Chicos, observen al futuro rostro de Christian Dior! ― gritó el papá de Elizabeth mientras me señalaba.

― ¿Cómo? ― gritaron todos.

― cómo lo oyen, Melo será la nueva cara juvenil del perfume de hombre más deseado por las chicas ― 

― ¿Cuándo pensabas decírmelo Melo? ― se quejaba Adam.

― apenas y me enteré ayer ― le respondí sin levantar la mirada de lo que estaba haciendo.

― felicidades Melo ― me dijo Helen con una voz débil.

― ¿es que quieres ganarme en todo maldito? ― dijo Max a carcajadas.

― envidioso ― le respondió Elizabeth mientras le sacaba la lengua.

Luego el debate continuó sin fin alguno, lo único que lo detuvo fue el almuerzo. Pero es que ni en el almuerzo Adam y Armando se callaban.
Y Max y yo pudimos notar como Yesica, Helen y Elizabeth eran muy unidas ya, tanto que hacían complot para decirnos cosas o molestarnos incluso.

La tarde fue igual de movida, hicimos varios juegos en el jardín de la casa, mientras a veces me apartaba con Helen y Adam para hablar cosas de mi comic.

― bonita ¿Cuándo les vamos a contar? ― le pregunté a Elizabeth en un momento que estuvimos a solas.

― hagámoslo por la noche, cuando mis padres duerman, para estar más relajados ―

― lo hacemos cuando quieras y te sientas segura, estoy aquí contigo ― le dije y luego le di un beso, el cual fue interrumpido por un globo lleno de agua lanzado por Adam ― ¡Idiota! ― le grité.

― justo en el blanco, ves Max te dije que Melo no es el único con buena puntería ― dijo el maldito mientras reía.

― Melo ¿te vas a quedar así jodido y humillado por este infante? ― no era necesario que lo preguntaras Max.

Rápidamente me levanté del suelo y le caí atrás a ese desgraciado y comenzamos a pelear, lo que no sé cuándo ni cómo Max nos agarró a los dos y nos lanzó a la piscina.
¿no les dije lo de la piscina? Disculpen ya saben que a veces olvido esos detalles.

Pasamos la tarde ahí y en la noche comimos dentro de la casa. Vimos una película hasta que los padres de Elizabeth decidieron rendirse y acostarse a dormir. Cuando ella se aseguró de que estaban rendidos comenzó la charla.

― chicos… tengo que contarles algo ―

Ahí les explicamos todo, lo cual no se los repetiré porque ustedes ya lo conocen y sino no acabo nunca la historia repitiendo lo mismo y lo mismo.
Todos al igual que yo se quedaron bloqueados y asustados al escucharlo, incluso lloraron, pero después entre todos nos consolamos y terminamos decidiendo estar ahí para ella hasta y después de la operación.

Al día siguiente fuimos a la escuela todos juntos como Elizabeth dijo y pasamos el día juntos también. Que pude notar que las miradas de Max y Yesica eran un poco sospechosas, yo creo que esos dos ya andaban en algo turbio, se les veía, y el tonto de Adam aún no se le había declarado a Helen, que yo no soy quien para criticar ya que a mí me obligaron a tener una relación literalmente, bruja, loca y acosadora de mierda esta, pero la quiero, y estaré para ella.

En la mañana siguiente todos estábamos nerviosos eh incluso faltamos a clase para estar con ella como lo prometimos.
La operación era a las 3 de la tarde y Stevan volvió a explicarnos como seria todo, y yo solo la miraba, completamente asustado…

― todo va a salir bien ― me dijo ella mientras besaba mi mano.

― tengo miedo bonita ―

― yo igual, pero ellos me dan fuerza… tú me das fuerza… ―

― te amo Elizabeth ― solo pude decir eso….

Ella sonrió y luego se la llevaron, mientras en el camino sus labios me dijeron “Yo también te amo odioso”

La operación estaba durando más del tiempo dicho, y todos estábamos desesperados. Hasta que una hora después Stevan salió.

― ¿Qué pasó hermano? ¿Por qué tienes esa cara? ¿Por qué se demoraron tanto? ¿Cómo está mi hija? ¿Cómo está mi hija Stevan? ―

Mi Primera y única noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora