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Izuku miró sin poder creer lo que le decían. Ahora resulta que en su cuerpo corría veneno que solo se activaría si decía alguna mentira.

Kirishima lo sentó en una silla de madera y lo amarró a ella.

—Tienes diez minutos para responder todo. No me gusta repetir las cosas, así que espero no seas una jodida molestia —advirtió Katsuki. Quién acomodo su capa para sentarse frente a Izuku.

Ochako sonrió para luego dar dos golpecitos con su bastón en el suelo, la piedra rosa empezó a brillar.

—Listo, empieza.

Katsuki asintió para luego mirar a Izuku.

—¿Qué eres? —esa pregunta de nuevo.

El pecoso no sabía si lo del veneno era cierto o no, pero si existían dragones, lo más probable es que no fuera mentira.

—No tengo.

1, 2, 3 segundos y nada. Izuku decía la verdad.

—¿No tienes un animal familiar? ¿de donde vienes?

Esta vez dudó, ¿le creerían? Miró a Ochako y ella negó como si supiera que tenía intenciones de mentir.

—B-bueno...no soy de aquí, vengo de otro lugar.

No sucedió nada, estaba diciendo la verdad. Katsuki se inclinó un poco.

—¿Quién eres?

Los ojos del peliverde, brillaron. Por fin, ya no era un "¿qué eres?"

—¡I-izuku Midoriya!

Silencio, el veneno solo se activaría si él mentía y por el momento no sucedía nada.

—¿Cómo sabes mi nombre?

—No soy un infiltrado —dijo primero—, se tu nombre...por —¿Cómo explicaría aquello sin sonar sospechoso?—, te conocí de niño —no mentía en eso, al menos conoció a Kacchan, pero no a este Kacchan—, en ese entonces me dijiste tu nombre, q-quizas no recuerdes...

Cerró los ojos, esperando que el veneno se activará y lo matará. Pero afortunadamente no sucedió nada. Izuku soltó un suspiro del puro alivio. Por otro lado, Katsuki estaba realmente confundido, no recordaba a ver conocido a Izuku, pues una cabellera verde y ojos esmeralda no era algo común por esos lares.

—Lo último, ¿que carajos es lo que usas? —Katsuki dirigió su mirada a su traje de héroe.

Izuku no pudo evitar sonrojarse, tener esos ojos rojos fijos en él lo ponían de nervios.

—B-bueno, es un traje especial para combate —explicó sin mentir, pero sin decir la verdad.

Por suerte el veneno no hizo efecto. Para ese punto, Kirishima estaba maravillado por el traje de Izuku, ya estaba a su costado, tocando la tela de la capa amarilla.

—¡Bueno! entonces solo debo hacer una pequeña lectura a su cuerpo y alma —anunció.

—¿Qué es eso? —Izuku estaba entre curioso y temeroso, al final de cuentas, esa Ochako era quien le clavó sin pensarlo aquel veneno.

—Es un procedimiento para ver cuanto maná manejas, o si posees magia negra o algo parecido, es algo que el veneno no puede detectar —explicó Ochako.

—Otra que le encanta hablar de más —Bakugo se frotó la frente al darse cuenta que estaba rodeado de idiotas.

—Cierra los ojos —pidió la castaña.

Dudoso obedeció. La piedra rosa volvió a brillar y está vez desprendió una luz que escaneo a Izuku por completo. Cuando terminó, algo empezó aparecer en el núcleo de la piedra, algo que solo Ochako podía ver o quizás leer.

—¿Qué raro...? —Ella se giró para ver a Bakugo—, aparece como si no existiera. Simplemente no hay nada más que su nombre.

Bakugo se levantó de la silla listo para volver a interrogar al maldito Deku.

—Eso es porqué no es de este mundo —Una voz profunda y calmada apareció detrás de Bakugo.

No tuvo ni que girar para reconocer esa molesta voz.

—Nadie te llamó, maldito bicolor.

—Es algo que me concierne —se colocó al costado de Katsuki y este gruñó—. Hoy la espada de All Might se encendieron y retumbaron tres veces. Logré llamar a varios hechiceros para poder detectar de donde recibía aquel maná para activarlas y el rastro me trajo directamente hacia él —señaló a Izuku.

Para ese punto, el pecoso ya no se sorprendía al ver a gente nueva igual a los de su mundo. Simplemente su cerebro había aceptado que estaba muerto o estaba dentro de algún manhwa de reencarnación.

O quizás las dos.

—¿Deku? pero ni siquiera tiene algún animal familiar. Y esta todo feo —Katsuki negó, no podía ser algo posible.

—All Might tampoco tenía animal familiar y venía de otro mundo. Al igual que todos los objetos perdidos.

—¿Podrían dejar de hablar en código? creo que acabo de comprobar que no soy de aquí hace unos minutos con el veneno. Necesito explicaciones antes que sufra un derrame cerebral —exigió Izuku. Sacando ese lado serio que solo usaba con los villanos o policías.

Shoto dejó de mirar a Katsuki para ver al pecoso.

—Lo siento, es muy grosero de mi parte excluirte de la conversación —se acercó detrás de Izuku y empezó a desatar las sogas que lo tenían sujeto a la silla—, los objetos perdidos son como el nombre indica. Pero no son de este mundo, al menos nos dimos cuenta cuando apareció una rueda negra que rebota.

—Gracias —dijo cuando sintió su cuerpo ser liberado, entonces se levantó—, eso se llama rueda, estoy seguro que aquí tienen algo parecido, lo que usan en los carruajes.

Kirishima asintió super curioso, al igual que el dragón que se había mantenido quieto.

—Pura mierda, si lo que dices es cierto, entonces él que vaya y saque las espadas —Bakugo le jodia ser excluido de la conversación.

Izuku era prisioneros de Bakugo, "su prisionero"

—Eso tiene sentido. Tengo un caballo fuera, vamos —Shoto empezó a salir de la cueva.

Izuku empezó a caminar detrás del bicolor, pero de un segundo a otro su mundo se puso de cabeza. Soltó un gritito al ver los brazos tatuados y supo lo que había pasado.

—Bajame, Kacchan —pidió tímido.

—No me des órdenes —Con Deku en su hombro empezó a caminar y paso por el lado de Shoto—, es mi prisionero, entonces irá conmigo en mi dragón.

Shoto se encogió de hombros, pues si así quería, pues bueno. Salio y se subió a su caballo para empezar el viaje. Mientras atrás Bakugo llamaba a su dragón para subirse con Deku aferrado a su cuello por el miedo a caer. Ya no tenía el One for All, una caída y se hacia puré contra el suelo.

—No seas llorón, maldito Deku.

—¡No soy llorón!, solo no estoy acostumbrado.

—Pues acostúmbrate —ordenó.

Borrador de El Amor de mi VidaWhere stories live. Discover now