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—Me alegra ver que has mejorado, Midoriya-kun.

—Gracias, Iida. Pero aún me falta mucho camino por recorrer.

—No,no, de verdad. Tienes muy poco tiempo aquí y ya le das pelea a Todoroki-kun.

Bakugo rodó los ojos.

—Eso es porqué el bicolor es una princesa sin fuerza. Deku aún es débil a comparación de otros.

Iida giró a mirar a Bakugo, quien acababa de salir de su habitación para encontrar al caballero Iida y Deku hablando muy animados. La imagen de Izuku sin ojeras y sonriente le dijo que estaba haciendo un buen trabajo al cuidarlo.

Durante los últimos cinco días, Bakugo se puso la misión de "arreglar" a Deku. Le dio comida a montones, baños en sus horas correspondientes y lo hacía dormir en su cama mientras que él se quedaba en el sofá vigilando su sueño.

Era algo que debía hacer si quería llegar con un útil Deku al reino de Shigaraki. En el proceso, Katsuki descubrió ciertas cosas que antes no había notado: Izuku poseía tantas pecas que eran imposibles de contar, era más nerd que Todoroki y era estúpidamente amable por naturaleza.

Pero quizás su descubrimiento favorito era saber que cuando Deku lo observaba, en sus ojos podía ver su propio reflejo. Aquellas enormes esmeraldas parecían atravesar su alma y para su sorpresa, no le molestaba sentirse así.

—Todoroki en muy bueno con la espada —Deku dijo mientras guardaba la espada—, pero tienes razón al decir que aún soy debil.

—Yo siempre tengo razón.

—Claramente.

Iida se Acomodó los anteojos, guardando su espada al ver que Midoriya también lo había hecho. Observó el cielo y se dio cuenta que ya debía regresar al reino antes que el camino se volviera muy oscuro.

—Bueno, creo que es momento que me vaya. Fue un gusto entrenar contigo, Midoriya-kun —hizo una leve reverencia.

Izuku aún no se acostumbraba al trato respetuoso que recibía de las personas en ese mundo. Al parecer, ser heredero de las espadas de All Might te colocaba en un estatus a la par de Todoroki, príncipe heredero, y Bakugo, heredero de la tribu Dragón.

Llegar a ser respetado, admirado y hasta elogiado por cosas que aún no había hecho, no era algo que disfrutará. Ni cuando era héroe profesional pedía tanto, solo quería salvar a las personas junto a K....

Sacudió su cabeza alejando pensamientos innecesarios.

—Oi, Deku —Katsuki se acercó, desordenando los rizos de Izuku—. Necesito que me sigas.

Bakugo pasó por su lado, caminando con su larga capa roja. Izuku parpadeó unos segundos para luego ir detrás del cenizo con las manos enlazadas hacia atrás, curioso de saber hacia donde iban.

—¿A dónde vamos?

—A un lugar.

—Pero específicamente ese lugar es...

Silencio. Bakugo solo miraba al frente, como si su mente estuviera maquinando a velocidades inhumanas. Izuku no tuvo tiempo de perderse en sus pensamientos, pues siempre era absorbido por el hermoso paisaje que brindaba estar en la tribu.

—Solía mirar la ciudad desde el cielo y ahora debo levantar la mirada para ver Dragones —Izuku suelta una risita—, es realmente de no creer.

—Tu mundo no parece ser tan normal al igual que este —comenta Bakugo, dando una mirada de reojo al pecoso—. Tu traje ridículo me lo confirmó desde la primera vez.

Borrador de El Amor de mi VidaWhere stories live. Discover now