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Izuku despertó con una opresión en el pecho, no podía respirar bien y por unos cortos segundos entró en pánico al pensar que también se estaba muriendo en aquel mundo. Pero cuando abrió bien los ojos, quedo paralizado al ver un pequeño dragón bebé acurrucado sobre su pecho.

—¿E-eh...? ¡¿Eh?! —Estiró los brazos hacia arriba sin querer despertar al animal. Miro al costado y vio que Kacchan tenia a cinco Dragones bebés alrededor suyo.

—¡Kacchan! —susurró. El dragón sobre él se movió un poco—, ¡K-kacchan!

Bakugo se removió como si tener Dragones sobre él fuera algo de todos los días. Intentó pararse, pero cuando estaba por hacerlo, unos brazos aparecieron por la ventana. Izuku miró hacia arriba y vio a Kirishima.

—¡Midoriya! Lo siento, los perdí de vista por un segundo —Se disculpo inclinándose en el marco de la ventana para recoger al dragón sobre Izuku.

Cuando el peso fue retirado de su pecho, pudo respirar mejor. Aún le era sorprendente ver a esas criaturas tan de cerca.

—Uy, ¿podrías despertar a Bakugo? Si lo ven despierto, se irán más rápido a sus cuevas —El dragón bebé de un azul claro se paseó por el cuello de Kirishima mientras pedía el favor.

Izuku dudó, pero no tenía una buena razón para negarse. En realidad, Kacchan lo había tratado mejor de lo que en algún momento creyó.

—Esta bien —Aceptó. Se colocó de pie y avanzó cauteloso hasta el margen de la cama. Se inclinó un poco, evitando tocar a los dragones y solo moviendo un poco el hombro de Kacchan—, vamos, despierta...

Katsuki se removió de nuevo y apenas su nariz detecto un aroma diferente a los de su tribu (los Dragones) su instinto se activó tan rápido que Izuku no tuvo tiempo ni de gritar cuando Kacchan sujeto su brazo con fuerza, lo lanzó a la cama y se subió encima apuntando su navaja en la yugular del pecoso.

Deku sintió su alma irse de su cuerpo al sentir la punta filosa rozar su piel. Mientras tanto, Kacchan parpadeó, sus ojos parecieron por fin enfocar a Izuku y pareció suspirar de alivio.

—Eras tu, Deku —Se bajó de él para terminar mirando a los Dragones que lo miraban cauteloso en una esquina de la cama—, ustedes, largo.

Se fueron tan rápido que en menos de dos segundos, todos estaban sobre Kirishima quien se reía por lo sucedido. Pero para Izuku no había nada de gracioso. Sin poder evitarlo giró a ver a Kacchan, quien estaba colocándose su capa.

—¿Cuántas veces te han atacado mientras dormías? —La pregunta salió con una preocupación genuina. Se sentó en la cama para poder mirar mejor al cenizo—, lo preguntó porque yo también era así años atrás.

Aun podía recordar cuando a cualquier ruido dentro de su departamento se despertaba pesando que en la oscuridad había algún villano. Estaba solo en una casa en la cual se sentía fría y vacía, donde solo iba a dormir y bañarse. Tenía a muchos enemigos detrás que querían One for All, así que durante años tuvo el sueño ligero.

—He perdido la cuenta, al menos cuando era niño los ataques eran muy frecuentes —Katsuki abrió la puerta—, pero ahora solo es un reflejo, ya no existe alguien que pueda hacerme daño sin salir peor que yo —Miró a Deku—, Levántate, debemos entrenar.

Murmuró un "okey" para luego colocarse de pie.

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¿Qué hacía el jodido Shoto Todoroki en su jodido territorio?

—Cada día los idiotas se juntan aquí —Katsuki rodó los ojos, pasando por el costado del bicolor.

—A mi también me alegra verte bien, Bakugo —Shoto parecía un soldado, parado en un costado del tronco donde Katsuki solía sentarse para descansar.

—Muere princesa —Gruñó sacando la navaja de su cintura. En menos de un segundo la pequeña arma brillo para luego convertirse en una enorme espada.

Shoto se veía curioso. Ver a las legendarias espadas de All Might en acción era fascinante. Había escuchado de la habilidad de estas de poder camuflarse bajo la apariencia de navajas pequeñas para luego ser activadas con el maná del dueño. Pero escucharlo y verlo eran dos cosas completamente diferentes.

Aquello le hizo recordar que Izuku no estaba por ningún lado. Lo buscó con la mirada y lo encontró a lo lejos batallando por caminar mientras varios Dragones volaban a su alrededor o se subían a sus hombros.

—¡Kacchan! ¡¿Por qué me siguen?! —preguntó desesperado. Necesitaba entrenar y no podía hacerlo con bebés Dragones sobre él.

Kacchan dejó de estirar y miró al pecoso. Una sonrisa burlona se extendió por su rostro al ver como los animales se restregaban en la mejilla de Deku.

—Les gusta tu aroma —informó Shoto antes que Kacchan dijera algo.

—¿Mi aroma? —Avanzó como si fuera un robot, tieso y recto pues no sabía cómo moverse exactamente para no incomodar a las criaturas.

—Hueles a naturaleza, todo tu parece un arbusto andante. Los Dragones adoran la naturaleza —Kacchan se acercó mientras espantaba a los animales con su mano. Todos se fueron volando—, sin embargo, gracias a que aprendiste a exteriorizar tu maná, tu esencia es más fuerte.

—Esa es una buena señal, pronto podrás ir a salvar a las personas —continuó Shoto. Acercándose hasta donde estaban—, en realidad, vine justo para darte buenas noticias.

Midoriya no supo si lo que iba a decir Shoto serían buenas noticias para él, una persona que no conocía del todo aquel mundo.

—Serás enviado a una misión junto a Bakugo, Ochako y Lida. En realidad era algo que estaba planeado desde meses antes de que llegaras, pero ahora con tu participación, todo será más fácil.

Izuku miró a Kacchan.

—¿De que trata?

—Iremos al reino vecino que es gobernado por Shigaraki para hacer un pacto de paz y así evitar una guerra a futuro —Shoto respondió, de manera tranquila.

Cosa que no sucedió con Izuku, que perdió color en la piel y retrocedió a la defensiva cono reflejo.

—Aunque yo sugerí simplemente matarlo, pero Shoto es una damisela sensible —Katsuki señaló gruñon al bicolor—, todo lo ve pactó de paz y rosas.

Deku sintió su corazón temblar, ese nombre le traía muchos recuerdos malos. Se supone que ya no tendría que temblar ante la mención de aquel sujeto que en algún pasado le quiso robar One for All. Pero no podía evitarlo, era casi como si el destino lo empujará al mismo camino, uno donde debía enfrentar a Shigaraki.

Sin darse cuenta, la espada había sido activada por él, brillaba en su mano y estaba clavada con fuerza en el pasto.

—¿Qué sucede? ¿Deku? —Kacchan se acercó, tocando su muñeca donde sostenía la espada.

Aquel toque lo hizo salir del trance. Parpadeó varias veces hasta que se dio cuenta de la situación. Observó a las dos personas delante suyo.

—Cuidado —dijo. Tragó saliva con fuerza—, deben tener mucho cuidado con Shigaraki. Si es que se parecen
en algo con el Shigaraki de mi mundo, entonces deben prepararse para una posible guerra —advirtió.

No quería arriesgarse a que algo parecido a su mundo sucediera. Ya no sería tan ingenuo como querer salvar a Shigaraki como lo quiso hacer en su mundo, ya no.

Borrador de El Amor de mi VidaWhere stories live. Discover now