¿15 Espías?... No ¡17 Espías!

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Subimos las inmensas escaleras siguiendo a una mucama, nos detuvimos frente a un largo pasillo con puertas de cada lado.
Nuestros cuartos.
Thomas y yo nos detuvimos en una de las primeras puertas del lado dereho.

-Este será el cuarto de la pequeña.- Anuncio la mucama amablemente abriendo la puerta dejándonos pasar.

Estaba totalmente equipado, una cuna, bastantes peluches, un tapiz de unicornios y arcoiris, moviles de pequeñas figuras de animalitos.

-Veo que ya han visto el cuarto.- Menciono Anne entrando por la puerta.-¡Alice!- Llamo a la mucama.- Llevalos a sus recamaras a descansar, yo me hare cargo de la pequeña.. Corran muchachos.- Recosté a Lucia en la cuna, nos despedimos de Anne y salimos.. Sabíamos que dejábamos en buenas manos a Lucy.

-Siganme.

Seguimos a Alice y del lado izquierdo del pasillo en la 3 habitación nos detuvimos.
Lo recordaba, la abuela nos pidio nuestro color favorito y así pinto nuestras puertas, la de Thomas era un rojo sumamente obscuro. Casi guinda.

-Esta es su habitación, joven Thomas.- Abrio la puerta.

Si, grandisima como recordaba.
Una cama, una puerta, su baño, un escritorio, otra puerta abierta dejando ver un closet lleno ya de prendas, una plasma, dos mesillas de noche a los lados de las camas y una hermosa vista a la torre ifel, con un balcon grandisimo.

Sus maletas ya se encontraban dentro de su cuarto eran unas 4, él entro y se dejo caer en su cama, imite su acción dejandome caer de igual forma... Pero encima de él.

-Señorita Elle, ¿gusta acompañarme a su habitación?- Carraspeo Alice, con incomodidad desde el marco de la puerta.

-¡Oh, claro!- Dije levantándome de encima de Thomas, tome mi pequeña maleta que rápidamente Thomas me quito, lo mire con desconcierto.

-Aún no cumplo el trato.- Salio del cuarto y sali detras de él, se detuvo a la puerta que se encontraba al lado de él... Y si, esa era MI puerta, pintada de un verde pistache, Alice la abrio y mi habitación era igual a la de Thomas, gigantesca y con una vista a la torre ifel, solo que con un toque mas femenino, Thomas entro y dejo mi maleta en medio del cuarto.

-Bueno si necesitan algo, estare rondando por aqui.- Alice cerro la puerta y se fue mientras que Thomas se aventó a mi cama.

-¿Me dejas un espacio?- Pedí, él se movio hasta el otro extremo y yo me puse del otro.

-Oye Elle, ¿Qué opinas de ir a rondear la casa como espias en la noche?

-¿Esta casa?- Él asintio. Arque mi ceja.- Por qué no en la mañana, hay mas luz, y ¿Por qué tenemos que ir como delincuentes en nuestra propia casa?

-¡Dije espías!- Se defendió rápidamente.

-Eso no aclara mi duda.

-Porque en la noche es más emocionante, y como espías, es mejor. Sera como una aventura ¡como las de antes!

-Hemos crecido, Thomas.

-No, o al menos tú no, aún llevas la pulsera de amistad bff que yo y los gemelos te dimos a los 8.

Eso era... sumamente cierto.

-Okay.. Okay...ire, a las 10 ¿esta bien?

-Perfecto... Podríamos invitar a los gemelos...- Susurro.

-Si buena idea, ¿recuerdas cuando teniamos 8 años y acostumbrabas a  meterte en mi cama cuando llovía y caían los relámpagos?
Por que eras una niña y te daban miedo.- Sonreí nostalgica-¿Thomas?-Volte a verlo, él ya estaba roncando

Entre PrimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora