Fin De ¿Curso?

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Mis pies descalzos sentían la fría alfombra de las escaleras.

¡Hoy era el día!

Podría cantar y bailar. ¡Hoy terminaban las clases!

Adiós a ese horrible uniforme!
Adiós a esos horarios mañaneros!
Adiós a las pruebas de vestidos largos!
Adiós a la señora Valentinos!
Adiós a los modales!

¡Que felicidad!

Por fin llegue a mi destino, la cocina. Dentro solo se encontraban los Chefs y unas cuantas mucamas.

-¡Buenos e increíbles días!- Salude alegre, ellos me miraron sorprendidos.

-Buenos días Señorita Mackawer.- Me devolvieron el saludo amablemente e hicieron una reverencia.

-Ouh... Muchas gracias por eso. ¿Podría ayudarles en algo?- Pregunte emocionada. Ellos se miraron aun mas confundidos.

-No tiene por qué hacerlo, Señorita Elle.

-¡Vamos! Son las 7 de la mañana y sinceramente, no se que mas hacer a estas horas.

-Si usted lo desea...

-Sep. ¿Cuál sera el desayuno de hoy?

-Siempre hacemos diferentes platillos. Y cada Chef lleva la dieta y preferencias de cada uno de ustedes.

-Entiendo...- ¿¡Qué!?- ¿Puedo ayudar a hacer unos simples huevos revueltos?

-Por supuesto! ¡Lila!- Una muchacha se acercó apresurada secandose las manos.- Ayuda a la Señorita Elle a cocinar lo que desea.

Ella asintió y me condujo a una parte de la gran cocina.

-¿Necesitas ayuda?- Pregunto tímida.

-No, creo puedo lograrlo. Aún que podrías explicarme, ¿Cada uno de mis primos, tiene un Chef personal?

-Si, me sorprende que no lo sepas.

-Wow! ¿Quién es el mio?

-Yo.

-¿En verdad? Pues me encantaría agradecerte por deliciosas comidas y platillos!

-No hay de que. Gracias a ti por no ser tan estricta, respecto a la comida.

Sonreí, hoy me había enterado de algo de lo cual no tenia conocimiento alguno.

***

Me enfunde en mi bonito vestido de graduación y coloque la toga encima de este.

La abuela se había empeñado tanto en que tuviéramos una graduación normal. (Si claro, como si fuera posible) que realmente la hizo.

En el gran jardín delantero colocaron arreglos, una pista de baile y una pantalla gigante para que nuestros padres la vieran.

Aunque se que todo esto es para que la abuela invite a sus mejores contactos y presente con los hijos e hijas de estos. Pero en fin...

Baje las escaleras y me dirigí al jardín. Al llegar visualize a los gemelos jugando con la fuente de chocolate. Camille, Emma y Lia colocándose sus togas y Charlot y Travis hablando. Me volví a dirigir a mi asiento asignado y coloque el birrete.

-¡Chicos!- Llamo la abuela.

Me levanté y me fui hasta ella.

-Sonrían a la cámara!

Todos volteamos e hicimos una exótica pose y mueca.

-¡Muchachos!- Nos regaño frustrada.- Tómense las cosas en serio! Dios, ustedes convertirán mis canas en verdes!

Entre PrimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora