Piscinas, Cenas Aburridas Y Noches Magicas En New York.

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Después de llegar del Starbucks, lo único que todos nos planteábamos era dormir por la resaca que teníamos y no despertar hasta el el otro mes o al menos al siguiente dia.
Si, pero el destino está en nuestra contra y la pequeña Juls se aparecio en nuestro camino hacia las habitaciones. 

-¡Chicoooos! Les he dicho cuánto los amo.- Saludo con dulzura en su voz.

-Ni siquiera lo intentes pequeña no traemos humor hoy... Ni dinero.- Aviso Leon.

-Puf, no quiero su dinero.- Solte un respiro de alivio.- ... solo que me cuiden mientras nado en la piscina.- Rapidamente todos negamos.

***
Me aplico bloqueador solar por octava vez y lo arrojo a alguna parte.

Después de 1 hora de pelar con Juls y pucheros de parte de ella e incluso amenazas. Nos "convenció" y ahora nos encontramos todos en la piscina del hotel.

Los gemelos, Thomas, Noah, Hansel, Camille, Brandom y yo jugabamos fútbol americano.

Mientras que la pequeña Lucya, Juls, Leon, Charlot, Travis y el pequeño Dylan se encontraban nadando en la piscina.

Y Eli, Emma y Lia tomaban el sol.

-¡ELLE!- Camille me paso el balon, rápidamente lo tome y corri con el.

Thomas me tomo por la cintura subiendome a su hombro entre quejas mías y corrio conmigo encima de él.

Busque con la mirada a Camille para lanzarle el balon, pero los gemelos ya la habían tomado.

Noah era el otro de mi equipo pero por lo que alcance haber cuando estaba de cabeza era que ¡EL MALDITO ESTABA COQUETEANDO CON UNA PELIRROJA!

-¡GANAMOS!- Grito Thomas tirandome al duro césped ¡auch! ¡Mi trasero ahora es plano!

-¡Fue trampa!- Reclamo Camille.

-Nop- Afirmo Brandom.

-Sep, ¡eso no se vale!- Les dije parandome del césped. - Me dolio maldito Thomas.- Agregue golpeando su abdomen.

-No me dolio.- Me reto con una sonrisa.

Le volví a pegar.

Coloco sus brazos detras y volvio a negar. Volví a golpearlo.
Nego.

Levante mi ceja derecha, o si, te va a doler.

* 1 hora después. *

-Pararas si te digo que me duele ¿cierto?

Asentí, él también.

* 10 minutos después *

-Para Elle. Ya me dolio, me has roto una costilla ¿feliz?

-¡Si, señor!- Él simplemente rio.- Y parare, solo porque tengo hambre.

Llamamos la atención de los chicos y todos nos dirigimos al bufete del hotel.

La abuela llego con nosotros a almorzar y dijo que hoy a las 5 teníamos una gala con las familias de los demas embajadores del mundo a si que nos prohibió causar desorden y dijo también que nos quiere muy “elegantes”.

***

-¿Este verde?- Les mostré un vestido verde, largo, con una pequeña cinta plateada- ¿O este?- Esta vez le mostre uno de mis favoritos con escote de corazón, straples, plateado, falda negra, corto.

Apenas lo había adquirido en un viaje a Oslo y por lo que recordaba, me llegaba arriba de la rodilla.

Estábamos en la habitación de Camille y Lia vistiendonos para la gala.

Entre PrimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora