𝐌𝐋𝐏: 𝐄𝐋 𝐇𝐄𝐑𝐎𝐄 𝐃𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐂𝐈𝐎.

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟑

«Escondidas Y Codicia»

Era un nuevo día en Ponyville, y Ghost se encontraba en Sugarcube Corner, cubierto de harina de pies a cabeza. Pinkie Pie, en su entusiasmo característico, había abierto una bolsa de harina, cubriéndose a sí misma y a él en el proceso.

Con un ligero pisotón, Ghost dispersó la harina de su cuerpo, y luego, con un batir de sus alas de monarca, limpió completamente a Pinkie Pie. Ella, agradecida, comenzó a dar brincos a su alrededor, antes de alzarlo un poco en el aire con su energía contagiosa.

Pinkie pie: Bien, continuemos haciendo el mejor pastel para el cumpleaños de Spike, el cual será mañana.

Exclamó Pinkie Pie, bajando a Ghost al suelo y dirigiéndose rápidamente hacia la cocina. Ghost, después de un pequeño salto, se acomodó sobre la mesa, observando cómo ella batía la mezcla para el pastel con una rapidez admirable. Mientras la veía trabajar, pensó para sí mismo.

Ghost: ¿Porque? se esfuerza por hacer una simple fiesta.

Su mente se llenaba de reflexiones sobre el esfuerzo y el entusiasmo que Pinkie aportaba a cada tarea, y mientras posaba una de sus patas en su máscara, se sintió atrapado en un momento de contemplación.

La dedicación de Pinkie Pie le resultaba tanto fascinante como desconcertante, recordándole que incluso las cosas más sencillas podían ser importantes para aquellos que se preocupaban por los demás.

Ghost: No entiendo por qué estás haciendo todo esto por un simple dragoncito.

Dijo Ghost, consciente de que, aunque no era amigo de Spike, no entendía por qué Pinkie Pie se esforzaba tanto por un simple amigo. Su tono era neutral, reflejando su falta de comprensión hacia la dedicación que ella mostraba.

Pinkie Pie se detuvo por un momento, su expresión cambiando a una seriedad inesperada.

Pinkie pie: Porque ayudar a un amigo es lo más importante, Ghost. Spike no solo es un dragón, es parte de nuestra familia de amigos. Su cumpleaños es una oportunidad para mostrarle cuánto lo valoramos.

Explicó, su voz rebosante de sinceridad. Luego, con una sonrisa siniestra que contrastaba con su habitual alegría, se inclinó hacia él y le dijo.

Pinkie pie: ¿Podrías intentar ser igual de alegre que yo? A veces, solo un poco de felicidad puede hacer que la vida sea mucho más divertida.

Ghost mantuvo su expresión calmada e inexpresiva, procesando sus palabras sin revelar lo que pensaba. Pinkie, al notar su falta de reacción, volvió a sonreír y se sumergió de nuevo en la tarea de hacer el pastel, su energía rebotando en la cocina.

Ghost se preguntó para sí mismo qué había causado ese extraño cambio en Pinkie Pie. De repente, pasaba de una alegría desbordante a una seriedad que parecía fuera de lugar, solo para luego exhibir una sonrisa siniestra.

Observándola mientras tarareaba una canción alegre y continuaba preparando el pastel a un ritmo frenético, no pudo evitar sentir una mezcla de desconcierto y curiosidad.

Ghost: En serio, esta chica es extraña.

Pensó Ghost, cruzándose de brazos mientras la observaba. A pesar de su desconcierto, no podía ignorar el hecho de que Pinkie estaba completamente inmersa en su tarea.

Con un movimiento de sus zarquillos oscuros que brotaban de su espalda, le pasó algunos ingredientes, ayudándola sin pensarlo demasiado.

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En la mañana, todos se encontraban festejando el cumpleaños de Spike, la alegría y el bullicio llenaban el ambiente. Ghost, sin embargo, se mantenía al margen, degustando un trozo de pastel debajo de su máscara.