𝐌𝐋𝐏: 𝐄𝐋 𝐇𝐄𝐑𝐎𝐄 𝐃𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐂𝐈𝐎.

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟐

«Aprendiendo»

Había pasado un mes desde que Ghost había descubierto la inminente amenaza de guerra. Ahora, se encontraba en un picnic a las afueras de Ponyville, rodeado de sus amigas: Fluttershy, Rarity, Rainbow Dash, Pinkie Pie, Applejack y Twilight.

El ambiente era alegre y despreocupado, con risas y conversaciones que llenaban el aire, mientras disfrutaban de una variedad de deliciosos platillos y del cálido sol de primavera.

Cada una de las chicas, en su propia manera, expresó su agradecimiento por la presencia de Ghost en el picnic. Fluttershy sonrió tímidamente y le agradeció por unirse a ellas, mientras Rarity elogió su compañía, asegurando que su presencia hacía el día aún más especial.

Rainbow Dash, con su habitual energía, le dio una palmada en la espalda y le agradeció por venir, mientras Pinkie Pie saltaba de alegría, exclamando que siempre era divertido tenerlo cerca. Applejack asintió con gratitud, y Twilight, con su tono más serio, le agradeció por estar allí, enfatizando lo importante que era para ellas.

Ghost, manteniendo su expresión impasible y sin mostrar emociones detrás de su máscara, simplemente asintió con la cabeza en respuesta a cada uno de los agradecimientos. No había necesidad de palabras para él; su presencia era su forma de participar.

Twilight se acercó a Ghost con un sándwich en la mano, ofreciéndoselo con una sonrisa. Sin mostrar ninguna emoción, él aceptó el alimento y, bajo su máscara, comenzó a comer tranquilamente.

El sonido de risas y conversaciones llenaba el aire, mientras Ghost se mantenía al margen, observando la escena con atención.

Intrigada por su peculiaridad, Rarity no pudo evitar preguntar cómo era posible que Ghost comiera.

Rarity: ¿Cómo haces para alimentarte?.

Inquirió con curiosidad. Él respondió, de manera directa y sin titubeos, que en realidad no pasaba hambre ni experimentaba cansancio, pero que disfrutaba del sabor de la comida.

Esta revelación dejó a las chicas sorprendidas; la idea de que no necesitara comer, dormir ni descansar era difícil de asimilar. En ese momento, su comprensión de Ghost se expandió, dándole un matiz aún más interesante a su enigmática presencia en el grupo.

Ghost explicó que, al igual que una vasija, él no necesitaba comer, descansar ni dormir para sobrevivir. Su existencia era diferente a la de los seres que requerían alimento y sueño para funcionar.

Las vasijas, como él, eran entidades que mantenían su esencia sin las necesidades biológicas de otros. Su propósito no dependía de la saciedad o del descanso; en su lugar, existía en un estado perpetuo de actividad y observación.

Esta naturaleza le permitía concentrarse completamente en su misión y en el bienestar de quienes le rodeaban, dejando de lado las distracciones que a menudo acompañaban la vida cotidiana.

Mientras Ghost compartía sus reflexiones, Pinkie Pie, siempre llena de energía y travesuras, decidió escabullirse detrás de él con la intención de quitarle la máscara. Se movía con sigilo, pero su entusiasmo era evidente.

Al intentar levantarla, se dio cuenta de que la máscara no obedecía sus órdenes; permanecía firmemente sujeta a la cabeza de Ghost, como si tuviera voluntad propia. Él, tranquilo y sin inmutarse, sabía que su máscara jamás se quitaría a menos que sufriera algún daño.

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Un día después, Ghost se deslizaba tranquilamente por el cielo, sus alas de monarca extendidas con gracia mientras se dirigía al reino de los cambiantes. La brisa fresca acariciaba su figura, y el paisaje debajo de él se desplegaba en tonos vibrantes.