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Lilia Cranell
Como siempre Rudy nos hace esperar
Ya es de noche. Es una pena, pero hemos tenido que cenar sin ellos. Hoy Rudeus tendrá que conformarse con las sobras.
- Rudy , bienvenid... Zenith se detiene a mitad de la frase mientras abre la puerta. - ¿Por qué estás mojado?
Antes de girar la cabeza, oigo un chapoteo, como si alguien hubiera dejado caer un trozo de cuero mojado. Al girar la cabeza hacia el lugar de donde procede, veo que es Rudy.
Parece mojado. Un completo desastre, empapado de pies a cabeza, y tarde... muy, muy tarde. Y...
¿Esos son agujeros?
-Estaba practicando mi magia de agua murmuró.
Al mirarlo siento que algo anda mal.
Se ve cansado, más que cuando se fue, mucho más, no es raro que se deje llevar, pero… la forma en que se comporta, literalmente, arrastra su cuerpo por la casa. Es como si su espíritu hubiera abandonado su cuerpo.
Esto es… demasiado.
Sus ojos también. Sus ojos están demasiado cansados.
No había tenido una aparición así en mucho, mucho tiempo. No desde la noche de mi… traición.
- ...Estoy bien... sólo cansado. Muy... muy cansado.
- Oh...bueno ... bienvenido de nuevo - Zenith me mira en busca de confirmación, solo para que yo sacuda la cabeza.
Sin verbalizar nuestros pensamientos, nos estamos comunicando. Ella arquea la cabeza y pregunta en silencio "¿qué hago?" mientras yo trato de comunicarme para que siga hablando.
Rudeus está tratando de no mostrarnos su lado preocupado. Está claro como el día que no está bien, pero presionarlo para obtener respuestas podría provocar el resultado opuesto.
Cuando él es así tenemos que tener cuidado hasta que tengamos clara la situación completa.
Rudeus es un alborotador natural , pero su corazón… su corazón es sorprendentemente suave, es su mayor fortaleza, pero… él mismo no se siente así.
Supongo que el hombre será hombre en cualquier momento. Qué fastidio.
Jugaremos, aunque sea por el momento.
- ... Norn y yo te estábamos esperando. ¿Cómo estuvo el viaje de hoy? Tú, ejem...
Zenith tose en su puño, tratando de recuperar el equilibrio
- s-sí que te tomaste tu tiempo —dice, tratando de mantener su fachada, mientras se acerca y toma su mano
