XL: Epílogo

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—Jacob POV—

Intenté lanzarle una mordida a Emmett, pero Paul me detuvo justo a tiempo, su voz resonando a través de la línea de comunicación. No era Sam, a quien esperaba más predecible en esta situación; era Paul.
"¡¿Qué crees haces?!" gritó, empujándome con su cuerpo, transformado y listo para actuar.
— ¡La tregua sigue aún en pie! —dijo Sam, su tono autoritario resonando en el aire tenso—. Nadie hará daño a nadie hasta que atrapemos al vampiro.
Su mirada era firme, y sabía a quién se refería: a ese maldito chupasangre rubio, el responsable de todo este caos.
Por más que una parte de mí, la parte lógica, reconociera que Sam tenía razón, la ira y el dolor me consumían. Observé la escena por unos segundos: Emmett, listo para defenderse, y Alice, asustada, oculta detrás de él, temblando. Paul se interponía entre nosotros, mientras Sam respaldaba su postura.
Retrocedí un par de pasos, mi mente en un torbellino de confusión y rabia, y decidí huir.
"¡Jacob!" "¡Vuelve!" Las voces de Paul resonaban tras de mí, desesperadas.
"¡Jacob!" Jared había llegado, tarde pero presente.
"Déjenlo." La voz de Sam cortó la tensión con severidad, un eco de autoridad que no podían ignorar.
Corrí a toda velocidad hacia casa, sintiendo cómo el bosque se convertía en un borrón a mi alrededor. Imágenes se mezclaban frente a mí:

El vampiro mirando hacia el pequeño barranco antes de encontrar el cuerpo de Bella; Su sangre mezclándose con el agua de la corriente. Mi mano intentando tocarla, pero resistiéndome. A esa maldita chupasangre haciéndose la víctima.

Desesperado, lancé una mordida hacia ella, como si pudiera herirla a través de la distancia, aunque sabía que era solo una ilusión.
Volví a mi forma humana, casi a tropiezos, por la velocidad a la que corría. Tomé un par de prendas de ropa de mi escondite y me las puse a toda prisa. Caminé rápido hacia la entrada, cerrando tras de mí con un portazo que resonó en la casa, ignorando a mi familia, que se sobresaltó ante mi llegada abrupta.
— ¿Jacob? ¿estás bien? —preguntó Rebecca desde el otro lado de la puerta.
Caminaba de un extremo a otro en la pequeña habitación, desesperado, buscando respuestas, una solución.
— ¡¿Jacob?! ¡Responde! —insistió Rachel, golpeando la puerta con creciente ansiedad.
La necesidad de hacer justicia por mano propia me consumía.
— ¡Cállense! —grité, la cabeza me estallaba.
Me senté en la cama, cubriéndome las sienes con las manos, haciendo presión como si pudiera detener el caos en mi mente. Entonces, llegó el silencio. Miré fijamente a la pared frente a mí, vacía y fría.
Todo este tiempo, había sido yo quien debía actuar, quien debía dejar de lado los "principios" de mantener los secretos de las especies. Ellos habían sido egoístas, priorizando sus intereses sobre la vida de las chicas.
Ahora, Bella estaba muerta, y el asesino seguía vivo, paseándose por Forks como si nada hubiera pasado. Era solo cuestión de tiempo antes de que huyera, o de que los Cullen le ayudaran a escapar o que la manada volviera. Cualquiera de esas tres posibilidades era alarmantemente real. Tenía que actuar de inmediato.
Sabía dónde se encontraría, bajo el resguardo de la Comisaría. Por más que lo quisiera, no podía actuar tan salvaje, pero lo que si podía hacer era demostrar su verdadera naturaleza, cuando demostrara que no podía sangrar frente a todos.
Sabía dónde encontrarlo, bajo el resguardo de la Comisaría. Aunque me costaba contener mi furia, debía ser astuto; lo que podía hacer era demostrar su verdadera naturaleza. No podría sangrar frente a todos. El caos era inminente, pero era algo que se había postergado demasiado. Nadie pensaba hacer nada, excepto yo.
Caminé hacia el armario, decidido a encontrar la vieja pistola que había robado del cuarto de Billy hace un par de años. La oculté entre la ropa, sintiendo la frialdad del metal contra mis dedos. No podía arriesgarme a salir por el pasillo, arrastrando la vergüenza de haber gritado a mis hermanas.
Miré hacia la ventana y tomé las llaves de la moto del mueble al lado de mi cama. Abrí cuidadosamente la ventana antes de saltar hacia el exterior. Corrí hacia la moto, encendí el motor y me dirigí a mi próximo destino: la Comisaría de Forks.

ADICCIÓN [Fan fiction Bella y Jasper] [Twilight]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora