CAPITULO 13. Risas, Harina y Cálidos Despertares.

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-Ambos chicos terminaron levantándose de la cama una hora o dos después, justo ahora estaban en la cocina debatiéndose entre risas que podrían desayunar.

-Creo que nuestro desayuno depende de ti, mis dotes gastronómicos son nulos -decía Ollie riendo un poco mientras estaba al lado de Simon.

-No te preocupes Ollie, acá esta tu caballero de brillante armadura que te cocinara lo que quieras -decía Simon bromeando y riendo entre carcajadas -Dime chico ¿Que se te antoja hoy? Mama me enseñó a cocinar muy bien.

-No quiero que estes todo el día cocinando para mí, aunque sería lindo -rio el chico en broma- ¿Te parece algo siempre como hotcakes?

-Por supuesto, ¿me ayudas a cocinar y lo hacemos juntos? -sugirió Simon sonriente, pero también era una buena excusa para seguir pasando tiempo con Ollie.

-Claro ¿porque no? Solo aviso que, si se quema algo o sabe feo, te lo advertí -mientras Ollie miraba a Simon, como este buscaba dos delantales- ¿porque me vas a dar el de corazoncitos y conejitos? ¿Porque no puedes darme el cool? -decía Ollie quejándose un poco en broma.

-Tal vez porque hay solo dos y yo usare el cool obviamente – mientras reía el chico mirando a Ollie el cual este respondió- soy tu invitado así que yo usare el cool, por cortesía -decía Ollie riendo un poco, mientras le hacía seña a Simon que le ayuda a amarrarlo. Al sentir las manos de Simon ajustando el delantal detrás de su cuello, Ollie no pudo evitar estremecerse levemente, preguntándose si Simon se daba cuenta de lo cerca que estaba.

-Okey, okey -decía Simon mientras ponía su delantal, se veía irónico que el más alto y de apariencia prominente usara el más cute y de cosas más afeminadas, a lo cual Ollie no pudo evitar reír un poco.

-¿De qué te ríes? Si te sigues riendo no te cocinare nada, y morirás de hambre -decía en un tono burlón y bromistas.

-Oh vamos, no me dejarías morir de hambre... ¿cierto? -decía Ollie parándose firme frente al chico- entonces... ¡comencemos! -animado en chico con un cierto brillo en los ojos, a Simon le gustaba verle así, alegre y animado, a veces notaba al chico un poco gris, o decaído en la escuela, notaba que se angustiaba mucho, pero en estos momentos en que ríe y se le ve emocionado a Simon no puedo evitar sentirse alegre.

Comienzan a hacer el desayuno, Ollie ayudaba a Simon algo torpe haciendo que se le haya caído la harina, pero ninguno de los dos parece entristecido por ello, al contrario, solo rieron un poco y siguieron. Simon limpio mientras Ollie seguía con el desayuno.

Mientras Simon limpiaba distraídamente, Ollie no pudo evitar pensar en lo inusual que era sentirse tan cómodo en una casa que no era la suya. Las risas, el calor de la cocina, y la despreocupación en los ojos de Simon eran un contraste absoluto a lo que estaba acostumbrado. Era extraño para Ollie lo fácil que le resultaba reírse en esa casa, lo opuesto a los silencios tensos que solían dominar en la suya. En la cocina de Simon, todo parecía... cálido, como si perteneciera.

luego de un tiempo ambos chicos terminaron de hacer su desayuno, luego de un poco de trabajo y que la comida estuviera en peligro gracias a Ollie y sus dotes nulos de cocina, mientras el chico hacia desastre Simon iba detrás de él arreglándolos.

Se sentaron en la mesa, Ollie admirando lo atractiva que se veía la comida que había preparado junto a Simon, sonriéndole y deseándole un buen provecho, al probar en primer bocado. - dios como pudimos cocinar algo tan rico -decía Ollie saborean

-Bueno me alegro de que te haya gustado la comida que hemos preparado -mencionaba mientras también probaba bocado, sonriéndole al chico mientras hablaban de cosas triviales.











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EL PESO DE UN FAVORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora