-Ollie llegó al lugar acordado, un concurrido centro comercial en el corazón de la ciudad. Habían quedado de encontrarse fuera de una tienda popular del lugar, y como siempre, Ollie fue puntual. Se apoyó contra la pared de la tienda, con los brazos cruzados y los dedos jugueteando nerviosamente con las mangas de su sudadera. Miraba su teléfono cada pocos segundos, aunque sabía perfectamente que aún no era la hora.
Cada minuto que pasaba sin que Simon apareciera hacía que su pecho se apretara un poco más. No podía evitar imaginarse el peor escenario: quedarse ahí, solo, esperando hasta que fuera demasiado tarde y tener que regresar a casa decepcionado. Esa idea lo aterraba. Cada vez que miraba alrededor, sentía que todos a su alrededor estaban ocupados, felices, disfrutando de su tiempo... menos él. Los pensamientos negativos comenzaron a apoderarse de su mente: ¿Y si Simon se había arrepentido? ¿Y si todo era una broma cruel?
Justo cuando estaba a punto de hundirse en esa espiral de pensamientos, sintió un suave golpe en el hombro de cierto chico de cabello negro.
—Tierra llamando a Ollie —dijo una voz familiar y cálida. Era Simon, con su característico cabello negro desordenado y una sonrisa amplia en los labios. Sus ojos brillaban con un toque de diversión mientras miraba a Ollie—. ¿Esperaste mucho? Lo siento, me atrasé un poco, pasaron algunas cosillas.
Ollie sintió un alivio inmediato al ver a Simon frente a él. Como si el peso de todos sus pensamientos se desvaneciera de golpe.
—N-no pasa nada, de verdad —respondió, sin poder evitar que su nerviosismo se asomara en su voz. Sus dedos seguían jugueteando con la manga de su sudadera, pero esta vez no por ansiedad, sino más por la presencia de Simon—. Estoy bien, ¿y tú?
—Bastante bien, aunque con prisas, como siempre —respondió Simon con una pequeña risa, rascándose la nuca—. Oye... me preguntaba, ¿quieres caminar un rato? Tomamos algo y podemos vagar por las tiendas o, si prefieres, podemos ir directamente a la función. Lo que te apetezca.
El corazón de Ollie latía un poco más rápido de lo normal, no solo por el hecho de estar allí con Simon, sino porque le gustaba que Simon le preguntara su opinión. No estaba acostumbrado a que alguien prestara tanta atención a lo que él quería.
—Mmm... —murmuró Ollie, mirándolo rápidamente antes de volver a bajar la vista—. Caminar un rato suena bien.
Simon asintió, aun sonriendo, y ambos comenzaron a caminar juntos por el bullicioso centro comercial, con las voces y el sonido de las tiendas como un suave murmullo de fondo. A medida que avanzaban, Ollie sentía cómo sus nervios iban cediendo lentamente. Estar cerca de Simon lo hacía sentir más seguro, como si todo fuera un poco más sencillo cuando estaban juntos.
Mientras paseaban por el lugar ese pensamiento volvió a su mente, Ollie estaba en cómodo con Simon, sería bueno preguntarle- A veces no entiendo por qué quieres pasar tiempo conmigo, no soy tan interesante."
Simon, con su carácter protector, podría responder de forma directa: Eso no es verdad. De hecho, me gusta que seas... tú. No tienes que ser diferente para que me guste estar contigo eres un chico agradable.- Este tipo de comentario podría ser ambiguo y dejar a Ollie pensando sobre los sentimientos de Simon.
Aunque Simon se lo dijera mil y un veces y Ollie intentara creerlo, sus inseguridades y dudas sobre sí mismo lo superan, sentir cierta presión de intentar no decir las cosas, solo quedarse en silencio en una esquina y ser complaciente podría ser lo mejor o al menos eso pensaba el, para sí mismo solo veía una personalidad insípida, tenía mal vito sobre si mismo, eso no era novedad, pero que Simon le dijera cosas lindas era reconfortante, aunque son cumplidos comunes entre amigos después de todo.
Realmente me consideras tu amigo ¿eh? Es agradable -admitió con cierto rubor evitando tener contacto visual. En respuesta una simple sonrisa entre los labios de Simon y sintiendo su mano en el hombro- por supuesto que somos amigos, no lo dudes chico.
Luego de allí hablaron cosas triviales y algo tontas sin mucha importancia, pero los hacia conocerse mutuamente con preguntas como: Si tuvieras un superpoder ¿cuál seria y por qué? – esta fue una de las preguntas que surgieron de Simon. Ollie podría tomárselo en serio o responder de forma divertida.
-Tal vez ser invisible... así podría evitar todas estas multitudes.-ambos chicos rieron, aunque Simon podría notar la timidez de Ollie y hacer un comentario cariñoso, del estilo de: -Eres mucho más interesante de lo que piensas, te perderíamos demasiado fácil si pudieras volverte invisible.
-Si tu lo dices, y bueno ¿y tú? ¿Qué poder te gustaría tener?-menciono Ollie esperando respuesta del Azabache .
-Mmm... creo que elegiría tener el poder de hacer que la gente se ría cuando están tristes. No sé, como un toque mágico para alegrar el día de alguien con solo chasquear los dedos.
Esto a Ollie le pareció divertido sabía que Simon era alguien optimista, mostrando que le importa el bienestar de los demás, sino que también resaltaría su carácter ligero y cómo le gusta ver las cosas de forma positiva.
Simon siempre ha tenido ese "poder" sobre él, aunque no lo haya mencionado en voz alta. Siempre le hacía reír y sentir agradable consigo mismo y con él, Simon era ese amigo que siempre quiso tener...
Acá está el cap que les debía del lunes, intentare no atrasarme con las actualizaciones y bueno ya se la saben. Espero que les haya gustado el Cap y si es así no se olviden de votar, tengan lindo día Bye :D
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EL PESO DE UN FAVOR
Teen Fiction"El peso de una favor" sigue la inesperada amistad entre Ollie, un estudiante tímido y aplicado, y Simon, el matón de la escuela. Tras un examen crucial, Ollie ayuda discretamente a Simon, y este gesto desencadena una serie de eventos que desafían s...