La misión había sido un fracaso, habían pasado algunas horas, me mantuve charlando con Merari, sobre sus sueños. Ella quería vivir con su familia tranquilamente en una casa junto al mar, comiendo mucho y sonriendo. Cuando yo tenía 11 años mi sueño no era así, yo soñaba con matar a todos los que hicieron sufrir a mi familia. ¿Acaso yo no tengo un buen corazón? Seguramente yo sea una completa mierda, y odio sentirme como eso. Una mierda sin corazón, le acaricie el cabello a Merari, mientras Heket trataba de contactarse con los demás. Los gritos y disparos ya no se escuchaban, parece el Synd ya se había ido o había sido derrotado. Al menos eso quería creer.
—¿Me escuchan?
—Oh... Gracias a Tumuh, soy Heket estoy con Nailah, ¿Qué paso?
—Murieron muchos de nosotros, la misión se salió de control. Estamos en retirada, quedamos vivos cerca de 17, la capitana está bastante enojada. Esta desesperada buscando a Nailah.
—¿Dónde están ustedes?
—Salgan del pueblo por el norte, el Synd fue derrotado por nosotros, los independentistas se han retirado también, el pueblo está casi vacío. No ganamos, pero parece que tampoco perdimos.
—Bien, espérenos.
—El tren ya viene en camino.
—Cambio y fuera.
La radio de mi traje funciono, parece que íbamos a sobrevivir, eso era una muy buena noticia, salimos de ahí. Caminando, alrededor de nosotros solo había sangre, muerte, fuego... Había cientos de cadáveres por las calles, algunos con signos de mordida, el Synd se debió alimentar bastante bien antes de que fuera asesinado. Merari se tapaba los ojos, yo la tenia de la mano, esto es sin duda un horrible paisaje, una masacre a gran escala, eso era lo que acabábamos de hacer. Lo sabía muy bien, me culpe a mí misma por todo esto, a pesar de que todo salió mal. Aún quedaban personas en el pueblo, escondidas en sus casas, nos miraban a través de sus ventanas, y se volvían a esconder, vi a lo lejos a nuestro escuadrón. Mi madre nos apuntaba con su francotirador y al ver que éramos nosotros bajo el arma. Llegamos justo a tiempo, llego el tren con muchos más soldados que iban a tomar el pueblo, y nosotros nos retirábamos a Tumuh, mi madre se veía estresada... Acabábamos de perder a muchos soldados, la misión fue un completo fracaso. Y para el orgullo del mejor escuadrón de la ciudad cae realmente mal.
—Tumuh no estaría orgulloso de nosotros. —Dijo mi madre al vernos.
Por alguna razón esperaba que dijera otra cosa... Como. "Me alegro de que estén vivos" pero no. Lo único que hizo fue recalcarnos que no habíamos hecho un buen trabajo y a mi empezó a torturarme con que mi padre no estaría orgulloso. ¿Qué podría decirle? Por supuesto que nada, acepte su regaño... Pero todo se terminó de ir a la mierda cuando vio a Merari.
—Esa niña... ¿Qué hacen con esa esclava?
—...
—Capitán, gracias a esta niña Nailah y yo seguimos vivos, ella nos salvó del Synd, hemos decidido ayudarla y devolverle el favor.
—¿¡Están locos!? ¿acaso son traidores? Su gente acabo de matar a muchos de los nuestros.
—Pero nosotros también matamos a muchos de los suyos, y además de eso los esclavizamos privándolos de su libertad.
—Estás hablando como un traidor... Mucho cuidado con lo que dice Heket.
El ambiente se puso aún más tenso... A pesar de que mi madre sea la capitana, la gran mayoría de personas de este escuadrón siempre vieron a Heket como un líder, desde que somos niños en la academia siempre fue Heket nuestro líder, Heket o yo. Estas personas nos tienen más lealtad a nosotros de lo que se la tienen a mi madre, además de que la mayoría de ellos piensan como Heket, mi madre fue la primera en subirse al tren. Los soldados bajaban corriendo a tomar la ciudad, Heket se encargó de presentarle a Merari a todos los del escuadrón, todos la trataban con cariño. Por alguna razón esperaba una reacción diferente... Estábamos heridos... Heket hizo el conteo y dijo los que faltaban, además de que le dijeron los que habían muerto, el grupo estaba de luto, acabábamos de perder a muchos compañeros... Nos subimos al tren. Nos preguntaron que planeábamos hacer con la esclava, y mencionamos que queríamos juntarla con su padre, devolverle el favor. Además, si la dejábamos en ese pueblo... Bueno, es más que obvio que es una mala idea.
ESTÁS LEYENDO
EL NEGRO.
AdventureCiegos, sordos y mudos, creados a la imagen y semejanza de ellos mismos. Son todo y no son nada, son conscientes que lo son. Egoístas como ningún otro, pero nadie se salva de no serlo. Una historia de varios pueblos diferentes e iguales. El convenie...