Descansar... Perdí de vista a Julia, la verdad no deseaba dormir. Si dormía estoy casi seguro que terminare teniendo pesadillas, decidí ir de vuelta a casa, Pedro, Juan, Regina y Paola. Eran las personas que se encontraban en la casa... Estaba aburrido. Y mi cabeza tenía miles de pensamientos, mientras los miraba se me paso la pregunta por la cabeza de: "¿Como ellos conocieron a Theo?" tenía hambre y Pedro estaba repartiendo comida. Me acerque a ellos, y como suelen hacerlo me recibieron con una sonrisa a pesar de mi rostro serio y melancólico.
—¡Oh Draven! ¿tienes hambre?
—Un poco.
—Bien, Theo nos ha permitido comer lo que quisiéramos, dijo que es nuestra recompensa por nuestro gran trabajo. Ya te sirvo.
—Gracias
Pedro y Juan parecían ser unidos, más sin embargo era obvio que Pedro era más influyente en el grupo que Juan, era mucho más carismático y hablaba con nosotros aún más. Sentía curiosidad, por ellos al igual que por Regina y Paola. Ellas eran hermanas, eran bastante tiernas, no hacían mucho más que simplemente estar ahí y enseñarles a los que se unían a nuestro grupo nuestro idioma. Era extraño que avanzaran tan rápido sin saber el idioma de los demás. Decidí ir a revisar sus clases en silencio, este pueblo no era feo. De hecho, incluso llegue a pensar que era lindo una vez lo veías tranquilamente, Regina y Paola daban sus clases en un hermoso campo de flores. Flores blancas y negras, no se mucho de flores, solo sé que eran muy bellas. Las personas las escuchaba no sé con atención, decidí acercarme silenciosamente y verlos. Fue sorprendente, estaba sorprendido ellas estaban corrigiendo a estas personas en sus respectivos idiomas. Esto... No tenía ningún sentido... Es imposible que ellas hayan aprendido el idioma de estas personas solo para enseñarles correctamente el nuestro, y aun menos haberlo aprendido en tan poco tiempo. Del asombro salí de entre los arbustos y hablé.
—¿Ustedes hablan su idioma?
Lo dije al unisonó con alguien, Julia también estaba observando, ella también se habia dado cuenta. Regina y Paola se notaban nerviosas, asustadas. Julia no se veía nada contenta, como si hubiera descubierto una infidelidad, claramente algo estaba mal. Claramente faltaba una gran parte de la historia, había miles de cosas que no tenían sentido... Regina y Paola estaban increíblemente asustadas, y Julia y yo nos acercábamos lentamente a ellas.
—¿De que hablan? Nosotros no sabemos el idioma de estas personas, no tendría sentido. Ni sabíamos que esos idiomas existían.
—¡No me creas una idiota! Se muy bien lo que escuche, ellos te entendieron y no solo eso. Ahora entiendo porque están aprendiendo tan rápido, ahora todo tiene sentido, pero a la vez no. ¡Ustedes nos están ocultando algo!
—¿Qué ocurre? Cálmense por favor... —Pedro y Juan salieron a intentar calmar las cosas.
—¡No voy a calmarme hasta que me expliquen que mierda está pasando! Es más que obvio. Todos ustedes nos están ocultando algo, todos ustedes no nos están diciendo toda la verdad.
—Cálmate... —Pedro se acerca a Julia.
—¡Ni se te ocurra tocarme! —Ella desenfunda su espada colocando el filo a apenas unos centímetros del cuello de Pedro.
Era como ver a un lobo, ella estaba muy enojada, y yo al igual que ella quería respuestas. Todos absolutamente todos volteamos al ver a Theo acercarse hacia nosotros, Julia lo miro con odio.
—Dime la puta verdad. Nos estas ocultando algo.
—...
—¡Habla! ¿¡Por qué ustedes pueden hablar el idioma de estas personas!? ¿de dónde salieron Paola, Regina, Juan, Pedro y todos los demás tarados que sacamos de Verite?
ESTÁS LEYENDO
EL NEGRO.
AdventureCiegos, sordos y mudos, creados a la imagen y semejanza de ellos mismos. Son todo y no son nada, son conscientes que lo son. Egoístas como ningún otro, pero nadie se salva de no serlo. Una historia de varios pueblos diferentes e iguales. El convenie...