CAPITULO X

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(Draven)

Estaba parado frente a un espejo, el reflejo que soltaba no era el mío. Era el reflejo de un ser más allá de mi imaginación, más allá de la humanidad. Un ser que no era ni hombre ni mujer, con los ojos vendados por una tela blanca sucia, sus manos estaban sucias, su rostro igual. Sangre caía de su pecho y manos. Su mano se acercaba lentamente hacia el espejo, suavemente, estaba temblando, una vez su mano toca el espejo esta desesperadamente trata de quitarse la venda. Desperté... Me habia quedado dormido en aquel tejado. Julia por supuesto ya no estaba aquí, era de día diría yo era cerca de las 8 de la mañana. En este lugar hacia una brisa bastante fría pero el sol calentaba. Era un clima intermedio, ni tan frio ni tan caliente, suspire y entre a la casa, Julia estaba dándole de comer a Pardo, un pan. Pardo estaba atado repleto de heridas, moribundo. Como si estuviese a punto de morir.  

—¿Dónde está Rodrick?

—Por fin despiertas. Pensé ibas a dormir más.

—Supongo estaba cansado. ¿Cómo puedes tener tanta energía después de lo de anoche?

—Soy un soldado.

—¿Cómo esta Pardo?

—Estaba muriéndose de sed y hambre. Sali a conseguirle algo.

—¿Cómo lo conseguiste? Es sorprendente que no te hayas perdido.

—No fui tan lejos, robé algunas cosas y ya. Cerca de aquí hay un lago.

—No me respondiste, ¿Dónde está Rodrick?

—Dejo una carta esta mañana. Se fue a primera hora para traer a los demás, debe estar por llegar.

—Entiendo. ¿Dónde queda ese lago?

—Mas cerca de lo que crees, sal de la cabaña y camina todo a la izquierda, cuando veas una señal habrá dibujado un símbolo de agua con una flecha. Simplemente ve.

—Iré a caminar un rato.

—No te tardes tanto, tampoco causes problemas, evita cualquier contacto con cualquier persona de este lugar.

—Bien...

Bostecé, abrí la puerta y salí. Era un pueblo interesante repleto de personas interesantes, aunque la gran mayoría de personas de este lugar eran obesas, 7 de cada 10 personas era gorda. Para mí era muy extraño de ver, en VeriteFalsk casi nadie era gordo. Mayoría eran flacos, y ver tantos gordos era extraño para mí... ¿La comida es gratuita en este lugar? Las calles eran muy estrechas las casas estaban amontonadas las unas a las otras, pensé que habíamos tenido suerte en encontrar aquella cabaña abandonada. O... Quizá no. Seguí el camino que me habia dicho Julia, había bastantes personas, la mayoría me miraban. Bueno, la verdad parecía que estuviera fuera de lugar, me vestía muy diferente a ellos, esta vez no tenía mi mascara de cuervo puesta más sin embargo si tenía mi túnica de plumas negras. Era demasiado extravagante para ellos, nadie se vestía de negro en este lugar, llegue al lago. Los árboles alrededor de este lago estaban secos y sin hojas, habia bastante barro, el agua tenía un color tan azul, que parecía hielo. Veía el reflejo de los árboles secos en el agua, respire. El aire de este lugar se sentía diferente, sentí como si mis pulmones sonrieran, este aire era tan puro... Hace mucho no respiraba profundamente. Mire mi reflejo en el agua, mi cara estaba muy sucia, mi ropa igual. Tenía manchas de sangre seca, mi cabello estaba grasoso y enredado, decidí apreciarme... Mi piel pálida que parecía con vida gracias al mugre y la sangre sexa, mi cabello negro largo hasta mi cuello, el cual enredado y sucio seguía viéndose igual. Mis ojos verdes cansados y con ojeras, hace mucho no me bañaba. Y sinceramente olía mal, mire a mi alrededor. Era un gigantesco lago, vi personas en la otra orilla, una familia, se estaban bañando. Estaban completamente desnudos, la que parecía ser la madre bañaba a sus dos hijos mientras el padre bañaba a su mujer y a él mismo. Hasta en estos pueblos hay mejores familias que la mía, bueno. Supongo aquí es normal, no tengo de que avergonzarme. Me quite la ropa quedándome solo en ropa interior, y entraba suavemente al lago. El agua estaba congelada, tan fría que me dolía, pero sabía que poco a poco me iba a acostumbrar a la temperatura del agua. Cuando entré al agua pude darme cuenta de la diferencia entre VeriteFalsk y Glutonny, Verite es oscura y sombría, pero Glutonny, Glutonny es fría. Empecé a limpiar mi ropa, no la sumergí completamente, usando un trapo mojado quitaba la sangre seca, aunque tuve que esforzarme bastante al final toda la túnica y la camisa terminaron empapadas. Ahora... Era hora de limpiarme el cabello y el rostro. Mire mi cuerpo antes de sumergirme por completo, estaba repleto de cicatrices, heridas abiertas. Incluso había algunas que aun sangraban, me ardía todo el cuerpo, todas esas heridas me dolían una vez hacían contacto con el agua, suspire. Con mis manos tome algo de agua y me la lance directo a la cara, empecé a limpiarme el rostro. Sentía como la mugre y la sangre se iba, mi piel se sentía grasosa y poco a poco se le quitaba esa grasa, mi rostro volvía a parecer el de un vampiro. Ahora solo quedaba mi cabello... Pase mis dedos por mi cabello y como espere se enredaban con mi cabello. Tomé aire y me sumergí en el lago, desenredaba mi cabello con mis dedos, supongo no pude evitarlo... Soy una persona bastante aseada. Me asegure de que mi cuerpo dejara de oler a sudor y que mi ropa igual dejara de oler a sudor. Me quede un tiempo en el agua esperando a que mi ropa se secara, al parecer estas personas se bañaban en este lago. Pero no todas, algunas traían baldes y se llevaban el agua, lo entendí. Supongo prefieren la privacidad y el agua caliente, pude darme cuenta que esta civilización utiliza mucho el fuego. Estoy casi seguro que los que se llevan el agua la ponen al clima con el fuego y se bañan en agua caliente, sería lo más lógico. Con esta temperatura solo los dementes se bañarían en este lago tan frio... Así es. Suspire y mire el cielo nublado, mis pensamientos se centraron en una mujer. Solo en una, en una sonrisa, en un recuerdo. Delora... Mi mente todavía me castigaba, me obligaba a pensar en ella. Ya lo hecho, hecho está, pero no por eso significa que no deba sentir dolor, la verdad es que siento mucho dolor. La verdad es que me duele el hecho de que yo fui quien la asesino, soy una mierda, soy un cobarde. Empecé a escuchar el tarareo de una canción, miré a mi izquierda y ahí estaba quien la estaba tarareando. Se trataba de Nevard.

EL NEGRO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora