(Nailah)
No habia tiempo, debíamos actuar ahora mismo... Estaba muy nerviosa y estresada. No podía comer, toda la comida que entraba en mi cuerpo era vomitada casi de inmediato, a pesar de todo estaba preocupada por mi madre. Heket, como siempre me cuido, me obligaba a comer, y trataba de aliviarme el estrés. Era muy tranquilizador tenerlo de mi lado, y que me cuidara. Estaba organizando el plan para ir por Theo, ni si quiera sabíamos con exactitud donde estaba, tan solo teníamos un radio gigantesco en el cual buscar. Y tiempo, no teníamos nada de tiempo, dos días por mucho tenemos para encontrarlo. ¿Quiénes irían? No todos podíamos ir. A pesar de todo algunos debían quedarse en Tumuh protegiendo nuestros territorios del ejército. Siempre me gusto ser la líder, pero... Ser la líder de un grupo tan grande como este no era sencillo, de hecho, era bastante agotador. Mierda... De verdad me hace falta una ducha. Estoy muy estresada.
—Oye... Cálmate.
—Oh... Heket.
—¿Has comido ya?
—Si... Pero...
—Lo has vomitado.
—Si...
—Tranquilízate. Todo saldrá bien.
—Mierda, lo sé... Es solo que es demasiado complicado todo esto, es como si todo hubiera salido mal. Ni si quiera sabemos dónde buscar, ni si quiera que hacer.
—¿Qué haremos?
—Un grupo ira a buscar a Theo, los demás se quedan aquí defendiendo los territorios que hemos logrado conseguir dentro de la ciudad.
—... ¿Y dónde buscaremos exactamente?
—Yo...
—¡Ey! Nailah, ha llegado un águila con una carta. —Nos interrumpió Omorose.
—Bien, dame un momento.
Me salve de la pregunta... Soy una mierda como líder. Mierda, no me habia dado cuenta de lo difícil que era esto, era la primera vez que me encontraba en una situación tan complicada, en la cual la solución no era simplemente pelear contra alguien. Estoy liderando a un grupo, liderándolo de verdad, esta vez no está mamá, estoy sola. Pero no, no aceptare la debilidad, sé muy bien que puedo hacerlo. Heket me pregunto dónde buscaríamos, la verdad es que no lo sé. Seguí a Omorose y ella me dio la carta... Reconocí el águila al instante, era Yumej. El águila mensajera de mi madre, mil cosas pasaron por mi cabeza, comencé a sudar frio al verla. Yumej, amo a ese animal. Pero... En estas circunstancias la verdad no deseaba verlo, es un águila muy apegada a mi madre y a mí. Si no está con una está con la otra, pero es obvia su preferencia por mi madre... Miraba la carta con terror.
—¿Qué pasa?
—Esta carta, es de mi madre. La capitana Zaya...
—Oh... Esto se pone por fin interesante. Vamos, léela.
Abrí la carta y comencé a leerla.
"Hija, a pesar de tu deshonra a nuestra familia, al nombre de tu padre y el mío. Aun te quiero, supongo es inevitable, eres mi hija. Deseo que por favor te detengas a pensar en el bien de ambos bandos, necesitamos de su ayuda para sacar a los sucios invasores de nuestras tierras... Por favor. Tan solo por este momento dejemos de pelear y únanse a nuestra causa. Debemos acabar con los guerreros de uranio ahora mismo. Heket me ha mandado una carta... Me ha hablado de tus planes, y de tu falta de alimentación. Debes alimentarte y dormir bien, no pierdas tiempo intentando buscar a ese tal Theo, seguramente no lo encuentres. No se sabe su ultimo paradero, los únicos que lo saben son los guerreros de uranio y buena suerte negociando con ellos. Supongo estas contra la espada y la pared. ¿Te has dado cuenta que ser líder no es tan fácil? Hija... Ríndete. Estoy segura podremos hablar de esto mejor."
ESTÁS LEYENDO
EL NEGRO.
AdventureCiegos, sordos y mudos, creados a la imagen y semejanza de ellos mismos. Son todo y no son nada, son conscientes que lo son. Egoístas como ningún otro, pero nadie se salva de no serlo. Una historia de varios pueblos diferentes e iguales. El convenie...