𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲'𝐬 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐬 {𝐁𝐫𝐮𝐜𝐞 𝐖𝐚𝐲𝐧𝐞}

𝐇𝐨𝐫𝐫𝐨𝐫

La patrulla había sido intensa esa noche. Bruce Wayne, vestido como Batman, regresaba a la Batcueva con su mente llena de estrategias y planes para combatir el crimen en Gotham. Sin embargo, cuando entró, se encontró con un Alfred visiblemente alterado, su rostro pálido y con sudor en la frente.

─ Alfred, ¿qué sucede? ─preguntó Bruce, alarmado.

Alfred, con la voz temblorosa, tomó aire antes de responder.

─ Señor Wayne, el Joker... ha secuestrado a Emmily.

El mundo de Bruce se detuvo. La declaración resonó en su mente como un eco aterrador.

─ ¿Qué? ─exclamó, avanzando hacia Alfred.─ ¿Cómo? ¿Cuándo?

─ Fue esta noche. Estaba jugando aquí en la mansión mientras yo preparaba la cena. De repente, el Joker entró y... ─Alfred luchaba por contener las lágrimas─. Se la llevó.

Bruce sintió que una oleada de rabia y miedo lo invadía. El Joker, ese monstruo, había ido demasiado lejos.

─ ¡¿Dónde está?! ─rugió, su voz baja pero llena de furia.

─ No lo sé, señor. Solo... solo sé que salió por la puerta principal con ella. Llamé a la policía y a los otros, pero pensé que debería avisarle primero.

Bruce no podía esperar. La vida de su hija estaba en juego y no podía permitirse perder ni un segundo más. Sin decir una palabra más, se dirigió rápidamente a su computadora y comenzó a analizar las cámaras de seguridad de la mansión.

Los monitores parpadearon mientras las imágenes mostraban al Joker arrastrando a Emmily. La pequeña luchaba y gritaba, pero el payaso parecía disfrutar del caos, su risa resonando en el aire. Bruce sintió que su corazón se partía al ver a su hija asustada, atrapada en la locura del villano.

─ Debemos encontrarlo, Alfred ─dijo, con la determinación brillando en sus ojos.─ No importa lo que cueste.

En cuestión de minutos, Bruce estaba vestido y listo. Se puso la capa y la capucha, su rostro oscuro y decidido.

─ Llama a Dick y Damian. Necesito que todos estén aquí ─ordenó, su voz firme.

Alfred asintió y se puso a trabajar, marcando números en su teléfono mientras Bruce revisaba los registros de los últimos movimientos del Joker en Gotham.

─ Sabía que el Joker podría intentar algo así, pero nunca pensé que se atrevería a ir tan lejos ─murmuró Bruce, su voz llena de ira contenida.

─ Lo que importa ahora es que debemos encontrar a Emmily y llevarla a casa ─dijo Alfred, tratando de mantener la calma.

Cuando Dick y Damian llegaron, Bruce les explicó la situación con rapidez.

─ El Joker ha secuestrado a Emmily ─anunció.─ Tenemos que actuar rápido.

─ ¿Dónde lo hemos visto por última vez? ─preguntó Dick, su rostro sombrío.

─ Estoy revisando las cámaras de la mansión, pero también debemos buscar en los lugares que frecuenta ─respondió Bruce, mientras señalaba un mapa de Gotham donde marcó las ubicaciones más probables.

Damian, que se mantenía callado, observó el mapa con atención.

─ El parque de diversiones es uno de sus lugares favoritos. Siempre le gusta hacer estragos allí ─sugirió, recordando las locuras pasadas del Joker.

─ Bien ─dijo Bruce, girándose hacia su equipo.─ Vamos a dividirnos. Dick y yo iremos al parque, mientras tú, Damian, revisas el antiguo almacén. Es un lugar donde a menudo se esconde.

Sin más que decir, el equipo se dispersó rápidamente, cada uno sabiendo que el tiempo era esencial. Bruce no podía permitir que el Joker se saliera con la suya una vez más.

Mientras conducía hacia el parque de diversiones, su mente giraba en torno a la imagen de su hija. Emmily, con su risa y su espíritu inocente, atrapada en las garras del caos y la locura.

Cuando llegó, el parque estaba desierto, las luces parpadeaban en la oscuridad. Sin perder tiempo, Bruce salió de su auto y comenzó a buscar, cada paso una mezcla de determinación y pánico.

─ ¡Emmily! ─gritó, su voz resonando en la noche.

Tenía que encontrarla. Tenía que salvarla. La vida de su hija dependía de ello.