-En un mundo donde el amor es un arma letal y la traición arde como fuego, solo los más feroces sobrevivirán.
Dominio te atrapa en un laberinto de sombras y secretos, donde el amor se convierte en un juego mortal en un mundo mafioso. Las traiciones...
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"HADES"
"El arte más poderoso de la vida, es hacer el dolor un talismán que cura. ¡Una mariposa renace florecida en fiesta de colores!" Frida Kahlo.
El sol del desierto del Sahara entra por mis poros, mientras que la arena llena mis zapatos de cuero negro. Siento el caliente entrar por todo mi traje mientras que la herida que llevo dentro de mi abdomen deja gotas de sangre por todo el camino ligándose con la arena.
En mi mano derecha sostengo el periódico que me llamo la atención e impulso hacer lo que hice hace unas horas atrás con el titular: «Encuentra una joven brutalmente asesinada de unos veinte años aproximadamente». Lo que más dolió fue darme cuenta que no era la persona que buscaba...
En mi cabeza se repite una y otra vez aquellas palabras... «Sigue la mariposa y nos encontraras». Sigue repitiéndose como una puta canción en mi cabeza quebrándome y volviéndome loco, siento que estallare en cualquier momento y caeré fondo como las otras veces, pero esta vez no habrá ningún milagro para frenar mi infierno personal.
Deje atrás un baño de sangre haciéndome notar, haciendo que todo el mundo criminal tiemble ante mi desastre, ya no hay vuelta atrás, me he dejado ver..., es tiempo de que todos sepan de una puta vez que Hades Johnson está presente e ira por cada uno de ellos y si tengo que enviarlos al inframundo lo hare por mi sangre que lo hare.
La herida cada vez está latente y he dejado un camino de sangre mostrándoles a mis enemigos mi ubicación. Puede que este delirando ahora mismo, pero veo un helicóptero aterrizando y saliendo de él a mi padre un hombre fuerte y valiente, pero..., no era él sino el otro.
— ¡Hades! Por fin te encuentro, hijo.
No es su voz, no es su rostro ni mucho menos su mirada. No era mi padre porque a mi padre me lo arrebataron hace años.
—No era ella. No era mi hermana—susurre antes de caer de rodillas.
El me sostuvo mientras que los paramédicos corrían hacia nosotros.
—Aguanta hijo, no te rindas sin antes pelear.
Alce mi mirada hacia el hombre que me termino de criar, el segundo hombre a quien he respetado y amado. William Johnson ministro de seguridad de la república, un ser incorruptible, valiente, fuerte y honorable con un humor de mierda como el mío, por eso nos llevábamos también.
Siento que ya no tengo fuerzas para seguir peleando...
—Soy Hades Collins he estado buscando a mis hermanas durante catorce años, soy huérfano de madre y padre, me los mataron bajo la lluvia. A mi hermana la torturaron y violaron, a mi hermana menor intente protegerla y lo logre. Soy Hades el Dios de los muertos y soberano del inframundo y veré a todos lo que hicieron mal a mi familia paguen con sangre...
