-En un mundo donde el amor es un arma letal y la traición arde como fuego, solo los más feroces sobrevivirán.
Dominio te atrapa en un laberinto de sombras y secretos, donde el amor se convierte en un juego mortal en un mundo mafioso. Las traiciones...
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“AKIM”
Con cada paso fuerte que descendía por las escaleras mientras miles de ojos me observaban con respeto y miedo, recuerdos vagos del pasado se enfrentan a mí como un enemigo inminente.
El sudor de nuestros cuerpos pegado el uno al otro mientras que nuestros corazones laten sin el menor remordimiento o culpabilidad. La penetro con braveza, traslado la mano a su cuello apretando con decisión en tanto le alzo más la pierna al punto que debo cargarla para llegar más lejos. Solo recibe, solo jadea con mis estrellones dejándose apretar la garganta. Los gemidos inundan por toda la habitación, son los gemidos más excitantes y perversos que había escuchado en mi puta vida. No hay necesidad de taparle la boca porque sabe que me pone caliente…
—Eso es pequeña lobita, gime para tu puto Boss—le susurro mientras le doy una pequeña, pero deliciosa nalgada—. ¡Grita para mí!
— ¡Ah, uh!
En mi vida he tenido rameras, tanto vulgares como elegantes, pero…, esta es la primera mujer que me hace sentir satisfecho, vivo y lo más sorprende hasta un poco humano. La primera vez que nos vimos mis deseos por cogerla fueron inmensos, fantaseaba miles de veces con cada roles y juegos pervertidos que se me venía a la mente.
Para nadie era un secreto que la familia Ivanov le encantaba los juegos de roles, los juegos que tenían que ver con ser dominante. Los hombres de mi familia por años se han acostado y casado con mujeres que complacen sus necesidades más perversas, en cuanto a las mujeres, solo ha existido tres de ellas, la principal mi madre una mujer de armas tomar con un fuerte carácter de mierda, mi sobrina una mujer indomable parecida a mí en eso y…, luego esta ella, nacida para mi…
— ¡Grita mi nombre! Quiero que se escuche en toda la mansión.
— ¡Akim!
La estrello con más fuerza en mi ingle, con ímpetu separando mis pies para darle más duro, entonces se sumerge en el orgasmo que deja gotas de sus fluidos en el suelo.
Dicen que recordar duele, pero en mi caso me excita, de pronto mi mente pervertida y oscura ve el rostro de aquella mujer que me hace sentir extraño. Un rostro de una mujer rubia, de ojos grises tan profundo que podría hipnotizar a cualquiera, de estatura normal y corriente, con una figura de una diosa y la belleza inhumana que refleja en la rubia. Mi morbo se corta puesto que en el fondo me siento pervertido y avergonzado por primera vez en mi vida. Los Ivanov por naturaleza somos perversión y oscuridad, pero ahora mis propios atributos o cualidad me hacen sentir avergonzado por mis pensamientos hacia la rubia que de algún modo quiero tener… Aliados se acercan para saludar, no utilizo el termino, “Amigos”, porque en este mundo no existe esa palabra, no para mi familia ni para mí. Aliados suena mejor porque es más fácil asesinarlos a todos que sentir algún tipo de vergüenza a la hora de matar a un “Amigo”.
