LA GENERAL

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“MILA”

"Aunque la mariposa y la oruga son completamente diferentes, son la una y la otra" Kendrick Lamar.

El sol de Rusia cala por mis poros, mientras que el viento agita mi melena rubia, siento que algo anda mal, el ambiente ya no es el mismo de hace unos meses puede que hasta de hace un año. La vida cambia y como cambia se va...

—General Rostova—me llama.

La voz del coronel general se escucha angustiada, lo que me da mucha curiosidad por su tono de voz.

—Coronel general Petrov, ¿Todo bien?

—Debe volar ahora mismo a los estados unidos.

— ¿Qué? Ahora que mierda hice. Juro que no mate a nadie sin autorización.

El hombre rueda los ojos y me mira detenidamente mientras suelta un suspiro profundo y lleno de paciencia.

—No me haga recordar la cagada que hizo hace un mes, ¡Hágame el favor!

—Bueno y entonces...

—El ministro Johnson acaba de notificar que la republica ha ordenado su traslado al suelo estadounidense para una misión—continua—. No dio muchos detalles, así que espero por su bien que lleve a Rusia a la grandeza con sus logros.

—Entendido, Coronel general.

Antes de marcharme el Coronel general sujeta mi brazo y me mira fijamente.

—Tenga cuidado y no confié en nadie que no sea en sí misma.

— ¿Y cuando he confiado en los demás?

El hombre sonríe con orgullo.

—Recuerda que todos somos piezas de ajedrez...

Asentí y me despedí del coronel general. El hombre a pesar de su carácter de mierda es honorable y protector conmigo siempre cuidándome en las sombras.

Ahora mi destino es estar en suelo estadounidense espero que la misión sea rápido para largarme, no es la primera vez que vuelo a los estados unidos, pero no me gustan las personas de ese país son demasiadas estúpidas, aunque no puedo hablar mucho porque he mantenido una relación de tres años con una estadounidense así que...

De regreso a casa, soy recibida por una dulce pequeña de cinco años.

— ¡Cuñada!

—Hola, cariño.

— ¿Por qué tan temprano en casa?

—Bueno...

—Eso es bueno Beth, tenerla temprano en casa de vez en vez—dice mi pelirroja favorita—. Bienvenida a casa, amor.

Olivia besa mis labios y rápidamente entro en calor.

—Debemos hablar...

— ¿Sobre tu traslado?

—¿Como...?

—El coronel me llamo.

Hijo de puta siempre se me adelanta.

—Prometí que no las dejaría pisar otra vez suelo estadounidense, pero...

—Lo entendemos amor, ¿Cierto, Beth?

La pequeña asistió y sonrio.

—Si estamos juntas estaremos bien—su dulce voz siempre me reconforta.

Olivia ya había ordenado a Nicolai el hombre que le asigne para cuidar de ella y de Beth con quien mantiene una buena amistad y es leal a ella más que a mí, de arreglar todo para el viaje. Nuestras vidas con este viaje inesperado cambiara, iniciaremos de nuevo...

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