FURIA

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“HADES”

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“HADES”

—Hay algo que me ha estado preocupando—menciona Alina.

— ¿Qué?

Los ojos de Alina me miraron con fervor como si algo grave que podía afectar nuestra misión estuviese pasando. Hemos estado una semana en Italia y todo ha estado en perfecto estado. He hecho negocios legales con el señor Lombardi y su segundo hijo invirtiendo en tiendas de joyería y en restaurantes que dan la talla. No tengo mucho trato con Lucas Lombardi creo que le caigo mal y no sé porque si soy increíble, quizás se sienta amenazado con tanta belleza de mi parte.

Con la señora Lombardi me la llevo de maravilla creo que es porque le gusto secretamente y bueno a que mujer no le gustaría llevarme a la cama, por otro lado, está la hija menor; Rea con ella todo era diferente…

—Hace unos días he estado viendo a Rea haciendo algún tipo de formula extraña en su cuaderno.

— ¿Y qué te preocupa? Es solo una niña haciendo dibujitos.

Ella me miro con incredulidad.

—No solo son dibujitos Hades, creo que la chica inconscientemente puede que este creando una especie de droga.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza, queriendo salir de mi pecho por alguna extraña razón, lo que le podía pasar a Rea me podría lastimar. Al verla o tocarla me hacía sentir totalmente extraño, mi sangre hervía como horno no de una manera agresiva sino de esa manera que se siente cuando…

— ¿Droga? No digas tonterías y ni se te ocurra informar esto—amenazo.

—Te estas involucrando sentimentalmente, ¿No es así?

Sujeto con fuerza a Alina del cuello dejándola sin respirar y al mismo tiempo sin habla. Le pedí que no me molestara con ese asunto, porque si me estuviese involucrando no era su maldito asunto. A mi ninguna mujer me va a venir a joder u ordenar. No tolero a Alexa para venir a tolerar a su molesta hermana.

—Evita que el lobo muestre sus dientes porque si lo hace…te destrozara—le digo soltándola.

La mujer tomo una bocanada de aire mientras que sus ojos me miraban con odio y desprecio.

—Terminaras por arruinar la misión Comandante—me dice con dificultad de respirar.

— ¡Yo soy el comandante Hades Johnson! Y tú no eres… ¡Nadie!
Me acerque a ella con furia y lleno oscuridad dentro de mí.

—Yo ordeno y tu obedeces—agregue antes de marcharme.

***

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