Salía junto a Mariela de la escuela mientras hablábamos de nuestras cosas de lo más tranquilas, hasta que una voz conocida me llamo a mis espaldas que nos hizo girar a ambas. Al darnos la vuelta las dos pude ver a lo lejos a mí primo con una sonrisa de oreja a ojeras. Sonrisa que a mí también se me dibujo en la cara al verlo.
—¡Rama! — grite feliz para luego salir corriendo hacia él, saltando a sus brazos y rodeando mis piernas en su cadera.
—ramiro.—sheshi— murmuró él en el abrazo, y después soltarme.
—¿Que haces acá? — pregunte algo confundida, pero todavía con una sonrisa extensa.
—¿vos, que haces acá, nena? No sabía que te ibas a mudar pa' el barrio, yo pensé que te quedaban con el amigo de tu vieja.
—estuve unos meses con él, pero después hablo con el viejo y me vine acá. Ahora, ¿Y vos? ¿No era que no volvías hasta el año que viene de Mendoza?
—si, pero cuando me enteré que volvías al barrio le dije a mis viejos que vengamos otra vez. Te re extrañe— dijo para después volvernos a abrazar con fuerza.
Hace años no veía a mi primo y lo extrañaba con todo el alma. Él y yo eramos muy unidos de chicos y estos años de separación no afectó en nada. Seguimos con la misma confianza de siempre.
≈≈≈
Mientras volvía de la escuela iba caminando con Ramiro hablando de todo lo que estuvo pasando todo este tiempo que no estuvimos hablando. Y al llegar, y después de que saludara a papá, seguimos contando todo en mi pieza.
—cero códigos con pincha, eh. Re atrevido, si sabe que so' mi prima. Nada que ve'— decía indignado después de contarle lo que había pasado con pincha un tiempo antes.
—ya se, pero te dije que lo rechace. No me interesa él, y somos amigos noma'— comenté algo distraída.
Estuve todo estos días pensando un muchas cosas que me dejaban algo distraída de lo que hacía en el momento.
—¿Te pasa algo a vos que estás así? — pregunto algo confundido por mi actitud.
—na... Bah, no sé. Estos días estuve pensante, ni idea— contesté sin ni yo comprenderme al cien por ciento mi actitud tan rara.
—¿En que? ¿O en quien? — pregunto esto último con un tono pícaro y burlón.
—¿Que? No, en nadie... — respondi haciéndome un poco la otra, pero si era notable que algo escondía.
—da, soy tu primo y no me contás. Y también, ¿Que te paso en la cara que no te pregunté? — consulto más serio volviéndome un poco nerviosa.
—¿Viste chapa? Bueno, esa gata barata que está más usada que baño público me re cagó a piñas, la zorra del orto.
—aguntaaa, ¿Por qué tanta agresividad con esa? ¿Que pasó entre ustedes dos?
—por que la muy, muy guacha se hace la no se que. Se cree que por qué ahora el uruguayo la registra a mí me re olvidó. Pero no ahí me olvida ese si vuelve a lo perro arrepentido. Se cree que me lo va a saca- ahí es donde me percaté de la forma en la que estaba hablando. No parecía estar enojada por como se comportaba ella, si no por como se comportaba al respecto de Danilo. Y eso era raro.
—para... ¿Que onda vos y el uruguayo? — pregunto serio.
—nada— respondi rápidamente, mirando hacia otro lado sin poder cruzar mirada otra vez. ¿Tenía vergüenza?
—a vos te pasa algo con ese pibe, ¿No?— cuestionó pícaro, con burla.
—no, callate— contesté levantándome de la cama para irme de la pieza, intentando terminar con la charla.
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El Apache -𝐷𝑎𝑛𝑖𝑙𝑜 𝑆𝑎́𝑛𝑐ℎ𝑒𝑧-
HumorSheila, o mas conocida como bicha, se muda a su antiguo barrio con el hombre que más odiaba en su vida; su padre, que aunque no conectaban después de años se vuelven padre e hija inseparables. Pero la mudanza de bicha no solo trae el reencuentro de...