𝕮𝖆𝖕 𝖈𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔:Gente nueva para piba nueva.

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Al otro día, Sheila se levantó a la mañana, pero noto algo diferente al día anterior, su padre no se encontraba en casa.

"¿Donde mierda fue este ahora?" Pensó.

Se asomo a su balcón, como si pudiera ver dónde este se encontraba.

Literalmente la había dejado sola, sin nada de comida, sin plata, y encima ni aviso. La bronca que tenía en ese momento era enorme. Odiaba que la gente se vaya sin avisar, y peor si venía de su padre. El trauma era presente.

En una búsqueda entre sus pensamientos, intentando averiguar dónde carajo se había ida su padre, cruzó por su mente:
-cochi- murmuro el voz alta.

Se fue a cambiar como flash. Poniéndose una remera que ya le quedaba como top y una short algo corto, literalmente lo primero que encontró en su ropero. Se calso las zapas, y sin agarrar su campera se fue a paso rápido, pero pesado.

≈≈≈

Al llegar al portón del día anterior, lo tocó en espera de alguien, con un enojo algo ocultado por la desesperación.

Del otro lado abrió un chico castaño que antes no había visto, parecía tener su edad y como mucho un año más.

Al verla este quedo enganchado mirándola.

-¿esta el cochi? - consultó seca.

-no... No, pero pasa- este se corrió a un costado para que ella pudiera pasar.

Esta paso sin más, con una cara de ojete, mientras miraba el lugar en busca de alguno que conocía.

-no hay nadie, pero ya volvian- comentó el castaño acercándose a esta, con la única respuesta de su parte:un sonido. Un corto:"mm".

-che... ¿Vo' so' la hija del Tata? - pregunto con el ceño fruncido.

-si, si soy yo- respondió fría, con brazos cruzados. Esta nisiquiera lo veía, tan sólo esquivaba su mirada.

-¿quere' algo? ¿Algo pa' toma'? O no se- consultó como buen anfitrión.

-agua- contesto seca.

"Y más vale que vas a querer agua si estas más seca que un desierto" pensó el castaño.

Este asintió y fue en busca de un vaso con agua. Mientras la teñida se fue a sentar a unos sillones algo viejos, debajo de un techito.

Antes de volver con el vaso de agua, el castaño se miro en el espejo arreglandose el pelo para parecer más presentable frente a ella. Que para leer sus pensamientos, este quedo flechado apenas la vio del otro lado del portón. Hasta con la cara de culo se veía linda.

Cuando volvió donde esta le entregó el vaso con amabilidad, pero tan solo ella lo agarro sin decir ni siquiera un "gracias".

El castaño la veía tomar agua, como si la estubiera analizando. Miraba sus ojo claros, su pelo mal teñido, las pecas de su cara, su ropa sencilla, todo de ella lo atraía. ¿Como podía volverle loco una piba que recién veía?

Este iba a dirigirle la palabra, pero en ese momento el portón se abrió dejando pasar a la banda, o bueno, parte de esta.

-bicha, ¿que haces acá? - cuestionó cochi confuso al verla.

-¿donde choto esta mi viejo? - pregunto esta levantándose del sillón.

-no, ni idea. Pero, ¿vos que hace' acá?

-lo vine a buscar, cabeza de termo- contesto de mal humor.

-buenoo, el tono. Te levantaste con la tanga dada vuelta, que onda- soltó algo indignado para luego chasquear la lengua. -ahora lo llamó.

El Apache -𝐷𝑎𝑛𝑖𝑙𝑜 𝑆𝑎́𝑛𝑐ℎ𝑒𝑧-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora