Mia:
Abril, 6:27 AM.
- ¿Crees qué es hora de que empiece a comprar ropa de embarazada?. - le pregunté mirándome en el espejo.
- Yo diría que si. Bueno, los pantalones. Dudo que quieras aplastar a James.- me confesó terminando la trenza de mi cabello rubio.
- No sabemos si será niño, An. Yo creo que será niña. Y se llamará Miranda... O Isabella. - le respondí acariciando mi vientre.
- Ponle ambos. - me aconsejó.
Miranda Isabella... Suena perfecto.
- Miranda Isabella Collins Marchetti.- dijo el nombre completo.
- Dudo que Jason le conceda el apellido a mi bebé. - le respondí acostándome en mi cama.
- Oh, no. Si el hijo de puta no se hará cargo, por lo menos tendrá que otorgale su apellido.- gruño Annie.
- No lo sé. No quiero hablar con él. No luego de lo ocurrido. - le confece. Acostándome en cama.
Annie se quiso mudar conmigo para ayudarme y acompañarme durante el embarazo. Está muy emocionada por lo del bebé.
Recuerdo cúando le conté lo de Jason. Se enfureció tanto que tuve que llamar a Axel para que me ayudara a calmarla.
- Tranquila. Si quieres hablaré yo.- me relajo Annie.- Y estará Axel. Ya sabes... Como función de tío.
- Se donde vive. Pero no será ahora. Faltan seis meses todavía para hablar de eso. - le respondí.
- Bueno, Azul. Me tengo que ir. Andrew me está esperando para tomar un café. - me anunció con mirada pícara.
- No olviden el condón.- le.dije antes de que se fue batiendo las caderas muy provocativamente.
Tuve que dejar la universidad porque ya estaba levantando sospechas. Es mejor prevenir que lamentar.
Hoy saldría a comprar ropa para mi. Y ver cosas de bebés. Estoy muy emocionada por mi bebé.
Me levanté de mi cama y me dirigí a mi armario. Saqué un vestido azul celeste y una sandalias blancas bajas.
Ya que antes me había bañado, me despoje mi ropa para ponerme la que había elegido. Me dejé la trenza que hizo Annie para luego tomar mi pequeño bolso, tomar las llaves del apartamento e irme. No sin antes cerrar con seguro.
Estos días me he sentido vigilada. No se si será paranoía mía, pero lo sentía así. Todas las veces que volteaba a ver siempre estaba una camioneta negra. Si no me equivoco... Range Rover. Haciendo que me angustiara.
Tomé un taxi y ahora nos me dirigía a un centro comercial. Acariciaba mi vientre, pensando en cuanto lo querré a él o ella.
Cuando llegamos el conductor me cobró y salí del auto para ir a una tienda de maternidad.
En ese lugar había cosas preciosas. Tome algunos pantalones para embarazadas, camisas y unos dos vestidos. Obviamente sin faltar zapatos bajos.
Cuando pague me dije que tenía que trabajar dobles turnos para poder recomponer el dinero. Solo podía hacerme esos lujos de vez en cuando. Y además que las vitaminas eran costosas.
Fui a la feria de comida y me compre un helado de chocolate y chicle. Digamos que me dio el antojo.
Típico...
Vi mi teléfono y marcaban las ocho y media. Muy tarde para estar en la calle, sola.
Cuando estuve en la parte principal del centro comercial. Observe que no había ningún taxi ahí. Ni modo, tendre que caminar.
Empecé a caminar y sentí a alguien siguiendo mi paso. Volteé la cabeza y no había nadie.
Faltaban cuatro cuadras cuando de repente a mi lado se estacionó una camioneta.
La misma que había visto esta semana.
Todo pasó rápidamente. Unos hombres me tomaron por los brazos y luego uno que pude que conocer colocó un pañuelo, tapando mi nariz y boca.
- ¿Blake?.- le pregunté cuando sin querer respiré, mi visión y oído empezó hacer confusa.
- Lo siento, nena.- es lo último que escuché antes de caer en un profundo sueño.
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Secuestraron a Mia! Creo que ya saben quien mando hacerlo.
Y Blake todo sexy.
Lo siento por no publicar antes, estaba ocupada. Pero aquí lo tienen.
En la publicación anterior les expliqué como votar por los historia por Twitter.Las amo.
Se que no llegaron a los diez comentarios pero si superaron los votos.
Así que:
•20 ★ Votos.
• 10 comentarios.By: 1502Bizzle.
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De Jason ©
Teen FictionUna noche bastó para conocer a un ser despreciable. Y una noche bastó para que me diera la cosa más hermosa de mi vida. Un hermoso bebé. "Es tuyo." "¿Y qué quieres que haga? Si tan fácil te lanzaste a mis brazos, no me quiero imaginar con cuantos m...