Jason:
Junio, 6: 12 PM.
— ¡La próxima vez que te vea jodiéndome un negocio te mataré a ti y a tu jodida puta que tienes de esposa!. — le grité a aquell hombre de rodillas implorando piedad.
Jason Collins no tiene piedad.
— ¡Por favor! Matame a mi y no a ella. — pidió el hombre. Podía escuchar el llanto de la mujer aumentar.
Éste hijo de puta me debe mucho dinero, y además, es uno de los infiltrados de Los Alemanes. Esos hijos de puta piensan que pueden venir a robarme.
— No hay de otra, Nicolás. — le dije con una sonrisa y le di un disparo a su mujer.
— ¡NO! ¡NO! HIJO DE PUTA, LA MATASTE!.— me maldijo el gilipollas.
— Tommy, tomalo de la camisa.— le ordene quien respondió rápidamente.
— Tranquilo, acabare con tu sufrimiento... Pero tu hija, será mía. Será toda una hija de puta al igual que su madre.
— ¡Maldi...— no lo deje hablar cuando ya mi pistola estaba entre ceja y ceja con un agujero en su cabeza, muerto.
Lo lance al piso viendo como su cuerpo caía sin vida, chorreando sangre por el suelo.
— Quemenlo a él y su esposa o cualquier cosa, no lo quiero en mi vista. — ordené mirando a Ethan, Bastian y Luke.— Asegúrense de que su hija esté en la mejor escuela y que no le falte nada. No es su culpa que su padre sea un maldito drogadicto. Y quiero que mañana mismo pongan en cada jodido almacén una bomba, voy a visitar a ese hijo de puta Kählar.
No tardaron mucho los muchachos en obedecerme. Si pasaba algo el día de mañana tan sólo tenía que darles un poco más de dinero al Jefe de los Policías y no tendría problemas.
Una cosa que aprendí es que todos quieren algo, y que si se los das estarán a tus órdenes, como malditos parásitos que luego de cumplir quieren drogas, dinero, poder o cobrar alguna venganza.
— ¿Cuándo dijiste que era se tenía que hablar con Los Árabes?. — le pregunté a Blake mientras nos montábamos a la camioneta con vidrios blindados que nos esperaba.
— Hoy, a las doce de la noche.— me respondió mientras veía que los chicos se montaran para poder irnos de esa estructura abandonada. — Nos vamos, Charles.
Mientras avanzábamos pensaba en que nunca pensé que llegaría hasta aquí. Con dinero de sobra, poder casi internacional, un lugar donde vivir, a mi madre lejos de mi pero sana... Y ahora esperando un hijo de alguien.
Aveces es difícil pensar que le podría dejar a él cuando muera, cosa que no sé cuando pase ya que en cualquier momento puedes irte al infierno por cualquier hijo de puta, tal vez esto estaba bien para mí. Pero no quiero dejarle toda está mierda, no quiero que pase por lo que yo pasé.
También habrá un punto dónde voy a estar tan hundido en está mierda que tendré que alejar a Mía de mí. Al igual que pasó con mi madre.
Era algo que siempre lo tenía presente en mis pensamientos. Me sentía culpable porque sé que a Mia no le gustaría para nada eso.
Y que no me lo perdonaría.
— Hey, hombre. — me sacó Blake de mis pensamientos.
— Estaba pensando.
— Y se de quién. — me dijo con una sonrisa burlesca.
— Deja de joder.— le escupí molesto.
Blake se rió. Admito que aveces actuó como un jodido chaval. Nunca me he mostrado débil ante mis hombres y a mis enemigos. Y Mia saca esa parte de mi que no quiero que vean.
— Supe de Amber. — me anunció Blake mirando por la ventana. Pude ver como se tenso.
— ¿Cómo ha estado?. — sabiendo que estoy tratando con un tema delicado para Blake.
— Bien, se graduó con honores. Ahora va a Nueva York a perseguir su sueño. Pero no quiere hablar conmigo, sólo me dice mierdas en la cara.— me contestó con seriedad.
Amber era la hermana pequeña de Blake, ellos siempre tuvieron una gran relación hasta que él y yo nos empezamos a meter en problemas con las drogas y las peleas ilegales cuando éramos jóvenes. Cuando Blake y yo estamos metidos demasiado en esto, decidió alejarse de su madre y de ella. Ella siempre pensó que era que las abandonó cuando no era así, era por la seguridad de ella y de su madre. Aquello paso cuando teníamos dieciocho años y Blake nunca dejó de enviar dinero a su madre para mantenerlas. Su madre era una conserje en una escuela y no le bastaba el dinero. Blake y yo, siempre desde niños decíamos que íbamos a sacar adelante a nuestras familias.
Y así fue. Tal vez no de la mejor manera pero Amber nunca pasó hambre y su madre renunció por órdenes de Blake. Y ahora saber que la pequeña Amber se graduó con honores me alegra. Siempre fuimos los tres. Y ahora sólo somos dos.
— No importa, Blake. Un día visitaremos a tu madre y luego a Amber y sé que cuando me vea, se le pasará la rabia.— dije con suficiencia.
Blake me golpeó fuerte el hombro haciendo que ría. Él siempre fue celoso con Amber y cuando tenía diez años y ella cinco... Debajo de un árbol nos dimos nuestro primer beso. Recuerdo a Blake golpearme por besar a su hermana.
— Llegamos, señor.— nos interrumpió Charles.
Bajé con Blake del auto y los chicos bajaron luego de mi.
— Quiero que hagan las bombas desde ya, y también necesito que cuando nos vayamos mañana lleven a Mia con su amiga Annie.— les ordene antes de entrar a la casa.
— JC, ¿No tenemos ni un puto descanso?. — preguntó Luke mirando su arma con silenciador.
— No esta semana, y aún menos la siguiente.— le respondí subiendo las escaleras.
Abrí la puerta de mi habitación dejando ver a Mia acostada viendo una película mientras tenía un pote de helado en su abultado vientre.
— Papi llegó, James.
Cerré la puerta tras de mí. Me quite los zapatos y me recoste al lado de Mia.
— Si, Papi está aquí.— le respondí a Mia dándole un beso a sus labios llenos de helado.
— Joder, él sabe cuando estás aquí. — se rió Mía tomando mi mano colocandola en su vientre.
Y ahí sentí a mi pequeño James.
Estoy muy jodido.
Soy la peor. Ya ni se porque ustedes todavía me leen.
Les quiero pedir perdón a todas ustedes por mi gran irresponsabilidad. Creo que los estudios y la danza están tomando gran parte de mi tiempo de ocio.
Quería que vieran más de cerca de Jason.
Y en el próximo cap, Mia sabrá todo los secretos de Jason.
Voten ★
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By: 1502Bizzle.
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De Jason ©
Novela JuvenilUna noche bastó para conocer a un ser despreciable. Y una noche bastó para que me diera la cosa más hermosa de mi vida. Un hermoso bebé. "Es tuyo." "¿Y qué quieres que haga? Si tan fácil te lanzaste a mis brazos, no me quiero imaginar con cuantos m...