11 Cautiva.

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Mia:

Abril, 8:20 AM.

- Aqui tienes tu desayuno, Mia.- me dijo Blake dejando la bandeja con comida en un tocador.

Yo asentí secando las lágrimas que salieron luego de Jason saliera.

- Gracias.

- ¿Por qué estás llorando?. - me preguntó Blake sentándose a mi lado, en la cama.

- Jason... Es un hijo de puta. - respondí.

Malditas hormonas de embarazadas que te hacen sensible.

- Eso todo lo sabemos, Mia.- se rió el chico de color. - Te diré algo. Se que Jason es para nada amable ni muy cariñoso, y mucho menos agradable. Gran parte del tiempo se comporta como gilipollas y no razona. No preguntaré que te dijo Jason para que llorarás, dudo que contestarás. Jason es una persona con muy poca paciencia y viendo tu carácter, seguramente hiciste que se cabreara. Y ¡Joder! Seguro que dijo mierdas. Así que... No te afecte lo que te diga. Ahora quiero que comas y luego tomes tus vitaminas. Ya unos hombres de Jason recogieron tus pertenencias y las traerán aquí.- me respondió.

- ¿Pero siempre estaré encerrada?.- le pregunté.

- No, no lo estarás. Conociendo a Jason estarás con él cada hora.- me respondió.

Blake se fue de la habitación cerrando la puerta tras de sí.

Fui al tocador en busca de mi desayuno.

Ambos estamos hambrientos.

Me senté en la silla que se encontraba enfrente de esté. El desayuno estaba compuesto por un emparedado de jamón, queso, lechuga, tomate y carne en rodajas; jugo de fresa y a un lado café con leche y algunas galletas. En una servilleta estaban mis vitaminas.

No sabía nada mal. Para ser una casa con soló hombres estaba bien.

Y ahora la pregunta... ¿Cómo saben que vitaminas debo tomar? ¿Saben que hoy en mi segunda cita?.

Tengo que decirle a Annie que estoy bien. Ella se volvería loca si no sabe donde estoy. Tenía que contactarla.

Termine todo el desayuno e ingerí las vitaminas. Luego me paré y empecé a tocar la puerta como loca.

- ¡Jason! ¡Te necesitó! ¡Blake!.- gritaba mientras golpeaba la puerta.

Esperen un momento... Blake no pasó seguro.

Lo hizo a propósito.

Tome la manilla con mi mano y la gire. Mire hacia los lados, no había nadie. Perfecto. Cerré con cuidado de no hacer ruido.

No conocia esta casa. Pero si sabia donde quedaba la habitación de Jason.

Vi que unos chicos estaban en la sala jugando con consolas. Estaba basantes concentrados para notarme. Fui rápidamente hacia las escaleras subiéndolas hasta que llegué al segundo piso. Hice memoria y abrí la puerta de la alcoba de Jason.

- ¡¿Quién mierdas te dejo salir?!. - me grito Jason haciendo que me estremeciera. La discusión entre nosotros todavía dolía. Jason acababa de salir de la ducha, se notaba por el vapor que salia del baño de su habitación.

- ¿Dónde tienes mi teléfono?.- le pregunte ignorando lo anterior.

- Respóndeme tu primero. Y cuida tus malditas palabras. No tengo nada de paciencia. - me advirtió enrollando bien su toalla en su cintura.

- Parece que Blake no aseguró la puerta. - le respondí colocando una mano en mi vientre. Era un gesto que se me hacia costumbre.

- Maldito traidor. - susurró para si mismo.- No te daré tu teléfono. No quiero que armes un drama llamando a la policía. Joderías mis negocios.

- No llamare a la policía. Solo quiero comunicarme con mi amiga, que si no le digo que estoy bien ella si lo hará y jodera tus "negocios."- le respondí.

Jason me miro, como si estuviera las tuercas de su cerebro todavía no funcionaban.

- Espera que me...- no le deje terminar porque estaba corriendo hacia su baño.

Subí la tapa del inodoro y boté todo lo que había en mi estómago.

Adiós delicioso desayuno.

- ¡Joder! ¿Estás bien?.- me preguntó cuando limpiaba el borde de mi boca.

- Si, es normal.- le respondí cerrando los ojos por el repentino dolor de cabeza que tenía.- No me gusta mi habitación. Es oscura y no tiene baño. Necesitó uno donde pueda asearme y también controlar este tipo de situaciones.

- No tengo otra habitación, Mia. Aquí solo estas mis hombres no hay una adecuada para ti.- hizo una pausa mirando mi vientre. - Pero puedes mudarte aquí.

- Ni hablar. Mejor me quedo...- Jason me interrumpió.

Me apresó contra la pared, haciendo presión en mi cuerpo, me hacia daño.

- No es una pregunta es una orden. Y ahora que estas en mi casa sigues la ordenes como los demás y no tienes un trato especial. Así que te guste o no, te quedaras en mi habitación conmigo. ¿Quedo claro?. - me preguntó.

Yo asentí mirando a otro lado.

Jason se alejó de mi.

- Ahora largo. Me tengo que vestir.- me ordenó tomandome del brazo, llevándome afuera de su habitación y cerrando la puerta en mi cara.

- Parece que no funcionó.- dijo Blake.

Me gire hacia él.

- Nada funcionará.- le respondí sobando mi vientre.

Las cosas que hago por ti, mi pequeño.

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Hola! Lo se soy la peor escritora. Se se dije ayer que iba actualizar, pero no pude. Estoy en la recta final para que presente la coreografía y no tengo tiempo. Todo es puro ensayo y me mantiene ocupada.

No les diré que den RT a mi tweet porque me di cuenta de que no vale la pena decir y decir.

Las quiero apesar de que no crean en la historia.

Ya no pondré cuantos votos o cuantos comentarios. Nunca cumplen con lo que digo. Perdida de tiempo.

By: 1502Bizzle.

De Jason © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora