1O Mío

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Jason:

Abril, 8:12 AM.

- ¿Estás seguro que la droga no afectó a él feto?. - pregunté nervioso.

- Si, Jay. Tu crío está bien. - me aseguró Blake.- Te dije que Mia decía la verdad. Recuerda que contacté algunos conocidos y logré que hicieran en secreto la prueba de paternidad.

- Si. No me lo recuerdes. - le pedí.

- Yo siempre tengo la razón, mi querido Jay.- sonrió con suficiencia.

- Y te la puedo quitar con un solo tiro. - le amenace ya cansado.

- Hey, solo estaba bromeando.- me dijo levantando sus manos en forma de defensa.

Rodee los ojos y le di una calada a mi puro.

- Parece que no estas feliz. - comentó Blake sentándose en el escritorio de mi oficina.

- ¿Debería estarlo?. - le pregunté mirando a Mia dormir por la cámara de seguridad que se instaló en su, ahora, nueva habitación.

- Oye, se que eres un hijo de puta... Pero si no quieres al crío de Mia. Era mejor que no averiguaras nada de lo que te di. No puedes secuestrarla para luego decirle: "Oye, quería hacerme cargo del bebé, pero pensándolo bien... No, ahora largo."- me respondió encogiendo sus hombros.

- Joder, eso no era lo que quería decir. - me justifique frunciendo en ceño.

- Pues, hermano... Eso es lo que das a enterder.- me dijo dándome una palmada en el hombro. - Dos chicas aquí y ambas embarazadas. Pronto seremos una jodida guardería.- se burló Blake.

- No invoques. Ya les di como diez paquetes de Durex a los chicos. No quiero a miniaturas de mis hombres corriendo por la casa. Ya me basta con el de Luke. Y ahora Mia.- le respondí.

- Pienso que Mia es buena chica. - comentó.

- ¿Te gusta?. - le pregunté.

- No, hermano. No me gusta las chicas de mis amigos. - contestó sonriendo burlón.

- Mia no es mi...- Blake me interrumpió.

- Si, Jason. Y yo soy un maldito virgen. - me respondió para luego irse sin dejarme terminar.

Gilipollas.

Volví mi mirada al monitor y vi a Mia despertado.

Se quitó las sabanas de encima recorriendo con la mirada la habitación.

Bastian y Michael entraron a mi oficina.

- La chica despertó. - me anunció Bastian dándome la llave de su habitación.

- Lo se, gracias. - respondí levantando de mi silla y apagando en puro para luego salir de la oficina diciéndoles que patrullaran el almacén.

- Mia despertó.- me anunció Blake cuando me encontró caminando a su habitación.

- Si, ya lo sé. Lo vi por la cámara.- le dije entre dientes.

Blake rodo los ojos ante mi actitud y siguió siguiendome.

- ¡Por favor! ¡Alguien me ayude! - oímos cuando estamos a pocos pasos de la puerta.

Tomé la llave y la introducí en la cerradura para luego girar y al fin adentrarnos a la habitación.

De Jason © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora