Capitulo 7.

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Narrador Anónimo.

21 de abril - 3:00 AM.

Siempre he estado en las sombras observándola detalladamente, conocía cada uno de sus movimientos; donde iba, quiénes han estado en su círculo. Como en este momento que la observaba por la ventana que da a la sala de su casa, está furiosa pateando todo. Y verla así me provoco una erección, ellos no la conocían, como yo lo hacia. Desde niña siempre ha sido una salvaje.

Nunca perdí su rastro desde que la llevaron a ese orfanato y salió de el. Tengo ese recuerdo fresco en mi mente, cuando la vi subir a esa patrulla con su rostro y vestido manchado de sangre, esa mirada sádica que siempre la ha caracterizado a la hora de asesinar.

Tenía un punto a mi favor y es que ella no sabía de mi existencia. Pero pronto lo sabrá, y ya su atención no estará en ellos dos si no solo en mi como siempre tuvo que ser.

Salgo de los arbustos que están alrededor de su casa, y caminé por las calles de esta ciudad. Las personas son tan manipulables que nunca han diferenciado a los asesinos que los rodean.

Las prostitutas me sonríen y les devuelvo el gesto. Son tan ingenuas, creyendo que ese acasador de mujeres son solo mentiras de los policías.

Muy mal.

Entro a la casa que compre. La soledad siempre ha sido mi mejor compañía, eso pronto cambiaría cuando la tenga conmigo.

Al bajar al sótano lo encuentro sentado en la silla, observando a la mujer atada de pies y manos con solamente su ropa interior puesta.

Su cabello negro cubre parte de su rostro. Y su piel tan pálida, con moretones y cortes.

Quiero imaginarla como ella pero lo cierto es que jamás ninguna mujer, será tan hermosa como mi salvaje. Solo ella me ha causado erecciones con tan solo verla de lejos.

—Cuando empezaremos con nuestra venganza. —me pregunta el hombre castaño, tirando la colilla de su cigarro.

—En unos meses.

Se levanta enojado, volcando la silla donde estaba sentado hace segundos.

—No puedo esperar más.

Llevo mi mano a mi espalda, desfunando el arma y le apunto directo a la cabeza.

—No me puedes matar. Me necesitas.

Niego con la cabeza.

—Eres mi simple marioneta.

Suelto el disparo que da a una de las paredes. Y el retrocede asustado, sale del sótano dejándome solo con la mujer.

Me acerco a ella y acarició su rostro, ella solo lloriquea y la abofeteó para que deje de lloriquear. Las únicas lágrimas que quiero son las de ella.

—Por favor... Déjame ir con mi familia. —me súplica.

—Faltan días para que te reúnas con tu familia. —tocó sus labios—.Compláceme.

Pestañea varias veces, para no soltar sus lágrimas. Desabrochó el botón bajando el pantalón, dejándole miembro expuesto sigue erecto por imaginarmela a ella. Lo acerco a su boca y se lo mete.

Cierro los ojos fantaseando en sus dulces labios, que ansío probar. Va a disfrutar de todo lo que le haré cuando la tenga.

Gruñó su nombre, tomo el cabello de la mujer para tener el control, ella comienza ahogarse y se la entierro con brusquedad al derrarme en su boca. Salgo de su boca, ella busca aire y escupe el semen.

Me coloco mis guantes negros y sus ojos negros me observan aterrada, al ver que tomo las tijeras, me pide que no la mate pero niego todavía no es tiempo de matarla.

—No eres ella. —le digo y le cortó el cabello dejándoselo más arriba de los hombros—.Este corte le quedaría mejor a mi salvaje.

Mi mente busca complacerse, con otras mujeres pero ninguna es ella. Todas son pelinegras, pero ella es mi favorita.

Pongo mis manos alrededor de su cuello y lo aprieto con fuerza su cuerpo se retuerce en busca de aire, y la dejó inconsciente.

Apagó la luz del sótano, dejándola en la oscuridad y entró en la habitación donde es dedicada a ella. Observé las paredes donde se encontraban llenas de fotos de ella; fotos con su familia adoptiva, fotos en sus primeros días en el colegio, juntos con sus amigos, sus salidas de fiestas y tenía cada foto de ella follando con los chicos que ella misma asesinaba, tenía cada momento de su vida capturado en las fotos. Pero la foto de ella durmiendo plácidamente en su cama era la que estaba en medio de todas las demás.

Esa se la tome, días antes que ellos volvieran a aparecer. Abrí la gaveta de la mesa y saqué sus bragas, las mismas que tenía puesta el día que le tome la foto.

Aspiré el olor de su coño que seguía en las bragas y las empuñe al recordar que ese manjar lo están probando esos dos hijos de puta.

Mi salvaje se ha estado portando muy mal.

Y merecía un castigo todavía no se lo iba a dar, la dejaría disfrutar más tiempo con ellos. Dejaría que aprovecharán ese tan esperado reencuentro.

Ella es mía, es mi salvaje.

La tendré de rodillas suplicando.

Esperaré pacientemente, hasta que llegué el día que nos reunamos. Y tenerla abierta de piernas probando su coño, y montando mi polla.

Hay cosas que tendré que cambiar de ella.

Porque haré lo que sea para tenerla, y ellos morirán, y su mundo solo va a girar entorno a mí, sus orgasmos, sus gemidos, y su amor será mío.







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¿Qué? No pude esperar hasta mañana :D

¿Quién es este que apareció?

Amores, hay que conectar las pistas. Y quiero leer sus teorías.

Ese anónimo me dio miedo🏃🏻‍♀️.

Las quiero ✨

Besos mis darkred. 💋🩸

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Kaela [Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora