¿esta mal querer ser el padre de un bebe?

un bebé bien portado

Las 12 de la mañana habían llegado, y Bell Cranel y Haruhime estaban en la habitación del albino, observando al bebé que dormía plácidamente en la cama.

—A todo esto, Bell-sama, ¿el bebé tiene nombre? —preguntó Haruhime, sentándose en la orilla de la cama, a un costado del pequeño.

—Realmente no. La mujer simplemente me lo entregó —respondió Bell, sintiéndose un poco perdido en la situación.

—¿Una mujer? —Haruhime se interesó de inmediato ante la mención repentina.

Bell asintió, recordando el extraño encuentro.

—Como te dije, apareció de la nada. Solo me dijo que lo cuidara mientras me lo entregaba, y luego simplemente desapareció.

Haruhime lo miró, pensando en lo peculiar de la historia.

"¿Solo desapareció?"

Aquella descripción sonaba como un cuento de hadas, o mejor aún, como una historia de héroes, en la que el protagonista adopta a un bebé abandonado. A Haruhime le encantaban esos relatos, ya que siempre estaban llenos de aventuras y giros inesperados.

—Suena como una historia mágica —comentó Haruhime, sonriendo con admiración—. Quizás sea un destino que te ha elegido, Bell-sama.

Bell se sintió un poco avergonzado, pero también intrigado por la idea.

—¿Destinado a cuidar de un bebé? No sé si estoy preparado para eso.

—Lo importante es que tiene la intención de hacerlo —dijo Haruhime, animándolo—. Y juntos, podremos aprender y ser una buena familia para él.

Bell miró al bebé, sintiendo una mezcla de responsabilidad y ternura. Quizás, solo quizás, este nuevo camino podría convertirse en una aventura que nunca había imaginado.

—Una familia, ¿eh? —dijo Bell, reflexionando sobre la idea.

Haruhime asintió, pero luego se sonrojó.

—Bu-bueno, me refiero a una fa-familia en general. Ya sabes, Lili-sama, Welf-sama y todos los demás también estarán incluidos...

Al darse cuenta de lo que acababa de decir, Bell también empezó a sonrojarse. El tema del bebé lo estaba distrayendo más de lo que esperaba.

—S-si... Obvio que a eso también me refiero...

Ambos jóvenes se miraron a un lado, tratando de evitar que sus ojos se encontraran, sintiendo la incomodidad del momento.

—A... a todo esto... Este, ¿tiene un nombre en mente, Bell-sama?

Bell negó con la cabeza.

—La verdad es que no... ¿tú tienes alguno en mente?

Inesperadamente, Haruhime asintió, su rostro aún sonrojado.

—Siempre me gustó el nombre de León... Significa que es alguien fuerte y noble...

Bell consideró la propuesta, mirando al bebé que seguía durmiendo plácidamente. Finalmente, asintió.

—León Cranel... ¿te gusta el nombre?

Haruhime sonrió, sintiéndose feliz con la elección.

—Sí, es un buen nombre... Bell-sama, espero ser de ayuda para usted.

Bell se sonrojó levemente al escucharla. No era tonto; si criaban a este niño juntos, serían como un...

—Matrimonio...

La palabra salió de su boca inconscientemente, y reaccionó rápidamente al darse cuenta. Volteó a ver a Haruhime, quien seguía mirando al bebé, pero su sonrojo aumentaba hasta parecer un tomate.