después de un día mas de aventura, bell caminaba por las calles de orario, de la nada una mujer se cruzo enfrente de el, entregándole un bulto ella simplemente desapareció... cuando miro hacia el bulto... grande fue su sorpresa al ver un pequeño beb...
Bell, ahora envuelto en su armadura de fuego, sintió cómo la calor de su magia lo envolvía y lo fortalecía. Aunque los golpes de Allen y los hermanos Gulliver seguían llegando, cada impacto parecía disiparse en la armadura, como si esta absorbiera el dolor y la fuerza de sus ataques.
El primer hermano Gulliver, el mfuerte de los cuatro, se lanzó hacia él con su lanza en un intento de atravesar su defensa. Bell, con una velocidad sorprendente, esquivó el ataque y contraatacó. Un giro rápido y un golpe de puño, seguido de una explosión de llamas, lo dejó inconsciente, su cuerpo cayendo al suelo sin vida.
El segundo hermano, el más ágil, intentó rodear a Bell para atacarlo por detrás. Pero Bell, anticipando el movimiento, giró sobre sí mismo y desató una onda de fuego que lo derribó de un solo golpe. El hermano cayó, incapaz de levantarse.
El tercer hermano, confiado en su fuerza, se abalanzó sobre Bell, lanzando una serie de ataques rápidos. Sin embargo, Bell simplemente bloqueó cada golpe, sintiendo el poder de su armadura trabajar a su favor. Con un movimiento preciso, atrapó la lanza en su mano y, usando la fuerza del hermano en su contra, lo lanzó hacia el suelo, donde cayó aturdido.
El cuarto hermano, desesperado por ayudar a sus hermanos, se lanzó al ataque con furia. Pero Bell, ahora imparable, levantó su mano y desató un torrente de fuego que lo envolvió, noqueándolo al instante.
Con los cuatro hermanos Gulliver fuera de combate, Bell se volvió hacia Allen, quien lo observaba con una mezcla de sorpresa y miedo. La confianza que había tenido antes se desvanecía rápidamente al ver a su compañero derrotado.
—Ahora, ¿quién es el héroe? —dijo Bell, con voz firme, mientras el fuego danzaba a su alrededor, listo para enfrentar al único rival que quedaba en pie.
El fuego que cubría a Bell parecía una capa de destrucción, envolviéndolo en un aura que desafiaba la lógica. Sus ojos rojos brillaban intensamente en medio de la oscuridad, y su presencia era abrumadora. Allen retrocedió, sintiendo que la situación se tornaba peligrosa.
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"¿Realmente este es un nivel cuatro?, . No, eso no es posible. debe un nivel seis, al menos."
pensó, agitado.
Pero no tuvo tiempo para reflexionar más. Bell se lanzó hacia él como un rayo, apareciendo de la nada. Allen apenas pudo bloquear el golpe que resonó en sus huesos, el impacto casi lo hizo tambalear.
—¿Te atreves a distraerte? —preguntó Bell, su voz era un eco de desafío.
pregunto bell, allen no podía evitar pensar que algo estaba mal, que algo no estaba bien, pero sonriendo seguro de si mismo respondió:
—Nah... puedo ganar, ¿te atreves a retarme?.
Sin embargo, las palabras sonaban vacías. Bell avanzó con una agilidad inhumana, sus movimientos fluidos y precisos. En un instante, se lanzó hacia uno de los hermanos Gulliver que habia despertado junto a sus hermanos, pero un golpe rápido y certero lo dejó noqueado en el suelo.
