caída parte 3/5

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Finn estaba de mal humor. Solo faltaban unas pocas horas para que el ataque contra la familia Freya comenzara, y su vicecapitana, junto a tres de sus ejecutivos, no daban señales de vida. No solo eso, sino que al enterarse de sus planes, varios miembros de su familia habían decidido abandonarlo.

Cinco de ellos: las elfas Alicia y Lefiya, los humanos Cruz y Raúl, y la catgirl Anakity. Al principio, Loki se negó a permitir su salida, pero finalmente accedió al escuchar que Anakity los delataría si no los dejaba marchar.

Desesperado, Finn lanzó uno de sus cuadernos contra la pared, mostrando su descontento.

—No puedo creerlo. No solo la familia Hestia rechazó mi propuesta, sino que la mayor parte de mi fuerza frontal se ha ido... —su voz era un murmullo lleno de frustración.

El hobbit no podía evitar pensar que todo esto era culpa de ese albino. No sabía por qué, pero había algo en la mirada de Bell que le había hecho sentir que ya no era el mismo. Esa determinación en sus ojos lo inquietaba.

—Después de la familia Freya... me aseguraré de acabar con la familia Hestia. —Finn apretó los puños, con resentimiento en su voz. —Haré que ese maldito conejo vea el sufrimiento de sus camaradas en primera fila.

Su mente estaba llena de planes oscuros, mientras su rabia se acumulaba como una tormenta lista para estallar. Sabía que debía actuar rápido y con determinación. No podía permitirse fallar. La familia Loki había sido despreciada, y no se lo perdonaría a nadie.

De repente, Tione entró en la oficina, su expresión seria.

—Finn, ¿realmente crees que esto es lo correcto? —preguntó, su voz un poco temblorosa.

Finn la miró, su frustración palpable.

—¿Qué quieres decir? —respondió, tratando de mantener la calma.

—Sabes que siempre seré leal a ti, pero... —Tione dudó un momento, buscando las palabras adecuadas. —Siento que este no es el camino correcto. Hay muchas vidas en juego, y esto podría llevarnos a algo más oscuro.

Finn frunció el ceño, sintiendo que su decisión estaba siendo cuestionada.

—¿Y qué sugieres? ¿Que nos quedemos de brazos cruzados mientras la familia Hestia y Freya nos desafían? —su tono era desafiante.

—No estoy diciendo eso. —Tione se acercó un poco más, su mirada sincera. —Solo creo que deberíamos considerar otras opciones. La venganza no siempre trae la paz que buscas. Podríamos perder más de lo que ganamos.

Finn se quedó en silencio, sintiendo el peso de sus palabras. Había una verdad en lo que decía, pero su rabia lo cegaba.

—No puedo dejar que esto se quede así. —murmuró Finn, más para sí mismo que para Tione. —No puedo mostrar debilidad.

—A veces, la verdadera fortaleza radica en saber cuándo retroceder. —Tione lo miró fijamente, su preocupación evidente. —Por favor, piensa en lo que estás a punto de hacer.

Finn sintió la presión de su lealtad, pero su determinación seguía siendo fuerte. Sin embargo, las palabras de Tione resonaban en su mente como un eco, desafiando sus convicciones.

Finn negó con la cabeza, desestimando las palabras de Tione.

—No, Tione. No puedo aceptar eso. Al final, nosotros ganaremos. —su voz era firme, casi desafiante. —La sangre de la familia Freya será nuestro trofeo.

Tione sintió cómo su corazón se hundía ante la resolución en sus ojos.

—Finn, esto no es solo un juego. Estás hablando de vidas, de familias enteras.

¿esta mal querer ser el padre de un bebe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora