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Deadpool siempre parecía más cachondo después de una misión exitosa, regresando al apartamento para encontrarte esperándolo, listo.
Y así fue como llegaron a donde estaban ahora: él sentado en el sofá y tú montándolo al estilo vaquera. ¡Diablos! Hoy estaba tan impaciente por meterte la polla que ni siquiera se había molestado en cambiarse el traje.
Además, sabía que te gustaba cuando te follaba con él puesto.
"Realmente tengo que dártelo todo, nena", dijo mientras te veía rebotar sobre su polla. "¡Tu coño es fantástico !"
Sexo con Wade estuvo extrañamente lleno de risas, porque él realmente fue fiel a sí mismo y no abandonó ese papel de "mercenario bocazas".
Soltaste una risa entrecortada mientras te dejabas caer de golpe sobre su regazo. "Actúas como si fuera la primera vez que lo haces", respondiste bromeando. Sus manos estaban ahora cruzadas detrás de su cabeza, lo que te permitía tener el control total. Observaba cada uno de tus movimientos detrás de su máscara.
"Lo siento, cariño, ¡tu coño es tan bueno que no puedo evitar olvidarlo!"
Te reíste y continuaste con tu trabajo, pero sus manos agarrando tus caderas te tomaron por sorpresa. Se puso de pie mientras lograba evitar que su polla se saliera de ti. "¿Qué estás haciendo, Wade?"
Cruzó rápidamente el apartamento hasta el baño, empujando la puerta con el hombro. "Vamos a ver este pequeño espectáculo que estamos haciendo juntos". Levantaste las cejas, su repentino cambio de actitud aumentó tu excitación.
Continuó con sus comentarios mientras te bajaba de sus caderas, colocándote de modo que estuvieras inclinada sobre la encimera del baño, frente al espejo. "Créeme, nena, te va a encantar esto". Su mano enguantada se extendió por tu espalda curvada y enredó tu cabello entre sus dedos. "Quiero decir, sería cruel de mi parte ocultarte esta vista". Ahora estaba alineado detrás de ti con su polla, todavía húmeda por el simple hecho de estar dentro de ti, separando tus pliegues. Levantó las manos, el índice y el pulgar hacia afuera, entrecerrando un ojo, como si estuviera comprobando que la toma fuera correcta. "Perfecto".
Te reíste de su comentario mientras él perfeccionaba la posición, pero la repentina sensación de su polla empujando tu coño te tomó por sorpresa y jadeaste. "¡Joder, Wade!" Cerraste los ojos por la presión. Él vio esto en el espejo y chasqueó la lengua: "No, nena, mantén los ojos abiertos para esto". Hiciste lo que te dijo, abriendo los ojos justo a tiempo para verlo mover el dedo de un lado a otro en el espejo, un movimiento que decía "no". "No me quiero perder este espectáculo".
Una sonrisa se dibujó en tus mejillas. Tenía razón, definitivamente no querías perderte esto. Verlo de pie detrás de ti con sus manos agarrando tus caderas, embistiendo contra ti, prácticamente reordenando tus entrañas, te volvió loca .
Sus dedos se hundieron más profundamente en tu piel mientras te balanceabas sobre él, obligándolo a entrar más profundamente. "¡Maldita sea, eres travieso !" Dejaste escapar un chillido fuerte cuando él embistió más fuerte contra ti, como para mejorar tu último movimiento. Te agarraste a la encimera para estabilizarte. Una retahíla de blasfemias brotó de tus labios, junto con su nombre. "¡Joder, joder, joder ! ¡Me voy a correr, Wade!"
Sin detenerse, comenzó a hurgar en uno de los bolsillos de su traje. Gruñó mientras buscaba lo que quería. "Un segundo, nena", dijo. "Espera un segundo".
Finalmente sacó lo que buscaba. "¡Ah -a !"
¿Era ese su teléfono ? No podía imaginar lo que estaría haciendo con él en ese momento, hasta que lo levantó con la cámara abierta.
-Está bien princesa, continúa.
Gracias a Dios que dijo eso, porque no pudiste contener tu orgasmo ni un segundo más. Justo en el punto álgido de tu clímax, escuchaste un clic de la cámara de su teléfono. Ese cabrón acaba de tomar una foto en el espejo de él follándote hasta dejarte sin sentido, tu cara quedó atrapada en pleno orgasmo.
Aunque hacía calor, había que admitirlo.
Como si eso no fuera suficiente, deslizó el dedo hacia arriba en su teléfono y continuó con su farsa, revisando la foto. "Oh, seguro que la van a enmarcar".
Una vez que guardó la imagen en sus favoritos, se concentró nuevamente en la verdadera tarea que tenía entre manos. "Muy bien, cariño, ahora es mi turno". Su ritmo se aceleró y tu rostro se contorsionó de placer nuevamente, las paredes se apretaron a su alrededor. Soltó un fuerte gemido ante esta sensación y lo sentiste contraerse dentro de ti mientras su ritmo comenzaba a desmoronarse.
"Joder- aguanta- aguanta-"
Se estrelló contra ti, una vez, dos veces.
Con su tercera embestida se liberó dentro de ti, cubriendo de semen las paredes de tu coño. Gemiste con él mientras alcanzaba el clímax. Una vez que se ordeñó por completo dentro de ti, se retiró lentamente y te dio una palmada firme en el trasero. "¡Oye!", te reíste.
"La próxima vez me aseguraré de tomar una foto de ese trasero".
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