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Pareja : Wade Wilson/Deadpool x lectora ¡asesina!
resumen : literalmente solo estás tratando de hacer tu trabajo, y hasta ahora va muy bien, has matado a Trask, todo lo que te queda es evitar que ese camión salga de Nueva York. Algunos problemas: Deadpool no puede permanecer muerto, estás teniendo un dilema moral y ¿por qué ese auto se está acercando? ¡Oh, mierda !
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—o: Deadpool literalmente te atropella con un coche
Todo lo que realmente necesitas son cuatro o cinco momentos.
Cuatro o cinco momentos para demostrar que eres mejor que ellos, que no caerías tan bajo, para demostrar que ojo por ojo solo dejará a dos personas ciegas. Ninguna sangre traerá misericordia. No. Pero puede que te dé algo de paz mental saber que ya no pueden hacerte daño, saber que hay un imbécil menos en la tierra que está tratando de hacerte daño a ti y a la gente que te importa. Es cruel, lo sabes muy bien, pero no estás entrenado para tener mucho corazón, mucho menos para preocuparte.
Te acuerdas de ese hecho mientras las luces se difuminan en rayos de neón y los vehículos pasan a toda velocidad. El corazón te late fuerte en el pecho, la adrenalina agudiza tus sentidos y la puñalada en tu pierna se convierte en un latido distante.
Te subes a una motocicleta que un trabajador del almacén ha dejado desatendida y la enciendes con facilidad. El motor ruge y sales a la carretera, zigzagueando entre el tráfico. La moto vibra debajo de ti, una bestia elegante y poderosa que responde a todas tus órdenes.
Detrás de ti, Deadpool es una sombra persistente. Vislumbras su traje rojo y su máscara mientras se apodera de un auto, desviándose imprudentemente de los carriles para alcanzarte. Su determinación es exasperante, pero no puedes permitirte el lujo de distraerte. Aprietas los dientes y te concentras en la persecución.
Tu auricular cobra vida y escuchas una voz familiar. "He visto tu rastreador", dice tu supervisor. "Se dirigen hacia los muelles. Ten cuidado; no sabemos si es una trampa".
"Entendido", respondes, con voz firme a pesar del caos.
A medida que se acerca a los muelles, el paisaje industrial se vislumbra ante usted, un laberinto de contenedores de carga y grúas que proyectan largas sombras en la penumbra. El camión está justo delante, con sus luces traseras brillando como faros.
