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Llenas el apartamento de risas, luz y vida. Eres todo sol y alegría, haces que las cosas sean un poco más brillantes incluso cuando el mundo parece tan oscuro. Eres un poco de ligereza al final de un día que suele estar bañado en sangre. Un recordatorio de lo que vale la pena luchar.
Así que cuando entras esa noche con la mandíbula apretada y los ojos llorosos, es bastante notorio.
—Hola. ¿Estás bien? —pregunta Logan, con voz ronca pero llena de preocupación. Está en el sofá, curándose después de haber recibido una paliza, con suerte sin manchar la manta nueva que compraste. Te diriges al refrigerador sin decir palabra, tomas una cerveza y te enojas cuando no puedes encontrar inmediatamente un abridor de botellas. Él extiende su mano en silencio y tú te rindes, permitiéndole usar una de sus garras para ayudarte.
—Ha sido un día largo —consigues decir, intentando contener las lágrimas. Escuchas que se abre la puerta del baño y Wade saca la cabeza. El sonido de la conversación le resulta irresistible.
—¡Hola, cariño! ¿Cómo está mi favorita...? —empieza, pero se queda callado cuando ve en qué estado estás. Intenta saltar por encima del respaldo del sofá para llegar hasta ti, pero inmediatamente cae de bruces porque le falta media pierna. A pesar de todo, una risa brota de tu boca, ineludible.
"Me alegro de que mi desmembramiento sea solo una rutina de payasadas para ti, pastelito", te hace pucheros desde el suelo. Te secas los ojos furiosamente con la manga y vas a ayudarlo a levantarse, lo acomodas en un sillón y le das la oportunidad de sentarte en su regazo.
—¿Qué te pasa, cariño? En serio. ¿A quién tenemos que matar? —pregunta—. ¿Es a Deborah? Dime que es ella. Lleva pidiendo que le claven un cuchillo en el riñón desde que te robó el almuerzo hace dos meses. Me sorprende que no lo hayas hecho tú misma, sabes que te ayudaríamos a esconder el cuerpo.
"Eres dulce", suspiras, "pero no es ella, en realidad. Solo que tenía mucho que hacer hoy y nadie me daba tregua, ¿sabes? Fue demasiado".
"Si necesitas que hablemos con alguien", dice Logan, mirando a Wade con una mirada que sugiere que asesinar a tus colegas probablemente creará más problemas de los que los resolverá, "lo haremos".
—¡Sí! La rutina del novio bueno y el novio malo. Ah, o la del novio carismático y el novio gruñón pero sexy. O incluso la del novio guarro y el novio guarro pero que aún no lo sabe. Aunque quizá esa sea más adecuada para esta noche...
Logan gruñe una advertencia, pero Wade se limita a sonreír, indiferente. Tú te ríes.
"Gracias, chicos. No sé qué haría sin vosotros".
"Estaría mucho más aburrido y excitado", reflexiona Wade, mientras Logan murmura "Hmph. El apartamento estaría más tranquilo..."
Bebes tu cerveza y sonríes.
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